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GAZ, la primera marca de coches soviética comenzó fabricando Ford

Una de las colaboraciones más peculiares de la historia del automóvil fue la de GAZ, el primer coche de la Unión Soviética que pudo nacer de la mano de Ford.

Es la primavera de 1929, Henry Ford ya había demostrado que el automóvil estaba aquí para quedarse, y más de 15 millones de Modelo T fabricados abalaban este hecho. El siguiente paso era expandir su negocio a nivel mundial, algo que iba consiguiendo a pasos agigantados gracias a fábricas en Reino Unido, Alemania e incluso España.

Pero hasta entonces ningún otro empresario se había aventurado a llevar su tecnología a la recién nacida Unión Soviética. Aunque no fue hasta el término de la II Guerra Mundial y el inicio posterior de la Guerra Fría cuando las relaciones entre americanos y soviéticos tocaron fondo en el periodo de entreguerras tampoco hubo lazos de ningún tipo entre EE. UU. y la URSS.

NAMI-I
NAMI-I

Cabe mencionar durante que durante el reinado del zar Nicolás II se llegaron a fabricar algunos coches, y que para 1927 la Unión Soviética se atrevió a crear una marca de automóviles llamada NAMI cuya producción fue prácticamente anecdótica. Era cuanto menos llamativo que el país más grande del mundo tuviese esa gran ausencia de una industria del motor.

1932: LLEGA EL GAZ MODELO A

Con tal de sustituir al exitoso pero anticuado Modelo T la marca del óvalo presentó en 1928 el Ford Modelo A, un vehículo que, aunque solamente estuvo en producción hasta 1931 logró vender más de 4,8 millones de unidades. Por aquel entonces la compañía ya exportaba algunos vehículos comerciales a la Unión Soviética y quizá sería una buena idea llevar la fabricación a este mercado prácticamente inexplorado.

En 1929 se firma el acuerda por el que se establece una nueva compañía de automóviles soviética originalmente llamada NAZ, pero que cambiaría su nombre por el de GAZ a partir de 1933. El objetivo inicial era alcanzar la ambiciosa cifra de 100.000 unidades fabricadas en el primer año de producción y compraron material a Ford por un valor de 13 millones de dólares de la época.

La construcción de la fábrica comenzó en 1930 y terminó al año siguiente. El primer vehículo salido de las instalaciones llegó en enero de 1932, se trataba de un GAZ AA, el homólogo soviético de la versión comercial del Ford A, también llamado Ford AA. El primer coche, el GAZ A, se fabricó en diciembre de 1932.

Los coches se ensamblaban como CKD con los kits llegados directamente desde América, y estaban basados en la gama Ford de 1930. Pronto desde GAZ lanzaron nuevos modelos que se adaptaban a las necesidades del inmenso y abrupto terreno de la URSS, como versiones de tres ejes del GAZ AA, o directamente sustituir las ruedas por orugas.

UN RITMO DE FABRICACIÓN SORPRENDENTE

Aunque el objetivo de fabricar 100.000 vehículos el primer año fue imposible lo cierto es que GAZ logró unas cuotas de producción más que respetables. Para 1935 alcanzaron la cifra de automóvil número 100.000 entre coches y camiones, el mismo año en el terminaba el contrato firmado por Ford, aunque dieron su apoyo tecnológico hasta 1938.

GAZ número 100.000
El GAZ número 100.000.

Teniendo en cuenta que comprar un automóvil en la Unión Soviética de los años treinta era algo impensable para cualquier ciudadano de a pie lograron fabricarse sorprende especialmente que se lograsen fabricar 41.917 unidades del GAZ A hasta 1936. El camión GAZ AA fue el producto estrella, con cerca de un millón de unidades fabricadas hasta 1938.

Aunque el acuerdo con Ford ya había terminado, el siguiente coche de GAZ, el M1 producido desde 1936, estaba basado en el Ford Modelo B, usando las mismas mecánicas de acceso de cuatro cilindros hasta 1940, cuando dieron el cambiazo por bloques de seis cilindros en línea de origen Chrysler. Tras la II Guerra Mundial en GAZ optaron por fabricar sus propios modelos y la compañía sobrevive en la actualidad.

Imágenes de GAZ.

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Escrito por Javillac

Esto de los coches le viene a uno desde niño. Cuando otros críos preferían la bicicleta o el balón yo me quedaba con los cochecitos de juguete.
Recuerdo aún como si fuese ayer un día en el que nos adelantó un 1500 negro por la A2, o la primera vez que vi un Citroën DS aparcado en la calle, los paragolpes cromados siempre me han gustado.

En general me gustan las cosas anteriores a la época en la que yo nací (hay quien dice que estoy reencarnado), y en el top de esa lista están los coches, que junto a la música, hacen la combinación ideal para un rato perfecto: conducción y una banda sonora acorde al coche correspondiente.

En cuanto automóviles me gustan los clásicos de cualquier nacionalidad y época, pero como mi debilidad están los coches americanos de los 50, con sus exageradas formas y dimensiones, razón por la que mucha gente me conoce como "Javillac".

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