Ya lo hemos contado otras veces: la primera ocasión en que José Juan Pérez de Vargas -máximo responsable en SEAT Competición- vio compitiendo a Antonio Zanini fue durante el Rallye Las Cavas de 1972. Una cita en la cual el joven piloto barcelonés -contaba con tan sólo 23 años- puso contra las cuerdas a modelos mucho más prestacionales que su sencillo SIMCA 1000 Grupo 2.
Todo ello a base de un arrojo envidiable así como de una gran pericia bajo la lluvia, provocando en el gerente de SEAT la famosa sentencia “este chico o se mata o gana el rallye, es sencillamente increíble”.
Una afirmación sin duda premonitoria pues tan sólo dos años después Antonio Zanini ganó el primero de sus ocho campeonatos de España de Rally; cinco de ellos consecutivos con SEAT Competición logrando además un doblete en 1984 cuando lo obtuvo junto a la victoria en el Campeonato de España de Rallyes de Tierra.
En suma, una carrera profesional altamente reseñable gracias a la cual el automovilismo deportivo local creció en profesionalización y espectacularidad; no sólo mejorando la logística de las carreras sino también saliendo con éxito al extranjero al tiempo que los vehículos ganaban en prestaciones y recursos.
Tanto así que el propio Antonio Zanini -quien empezara bajo aquella forma temeraria pilotando un escueto SIMCA 1000- llegó a manejar hasta la victoria todo un Ferrari 308 GTB Grupo B a mediados de la década siguiente.
FERRARI 308 GTB GRUPO B MICHELOTTO, UN CAVALLINO SOBRE TIERRA
Si pensamos en rallyes y automovilismo italiano la referencia indiscutible es Lancia. No obstante, marcas como Alfa Romeo, Fiat o Ferrari también hicieron sus pequeñas entradas triunfales en las pistas de tierra gracias a preparaciones y modificaciones tan concretas como interesantes.
En el caso de la primera resulta imposible olvidar al Alfetta GTV Turbodelta, precursor de la sobrealimentación por turbocompresor en la histórica casa milanesa al tiempo que una de las páginas más escuetas -aunque interesantes- en toda la historia de Autodelta.
Respecto a Fiat cabe destacar a sus 131 Abarth, los cuales monopolizaron el trabajo del departamento de competición -creado a partir de la absorción de la casa del escorpión a comienzos de los años setenta- hasta el punto de desplazar a un segundo plano las atenciones dispensadas al Lancia Stratos.
Asimismo, cuando paramos nuestra mirada en Maranello resulta sorprendente comprobar cómo el propio Enzo Ferrari fue quien dio luz verde a los trabajos del preparador Michelotto en relación a los primeros 308 GTB homologados en el Grupo 4; una tarea comprendida entre 1977 y 1982 a la cual se adscribieron un total de 11 unidades listas para su inscripción en rallyes con tramos de tierra.
DEL GRUPO 4 AL GRUPO B, UNA OPCIÓN GANADORA PARA ANTONIO ZANINI
Cuando en 1982 Jean-Claude Andruet logró la segunda posición en el Tour de Corse -única ocasión en la cual un Ferrari ha logrado subir al podio de una prueba puntuable para el WRC- la apuesta de Michelotto por los 308 GTB para la competición recibió nuevos aires.
Gracias a ello, de cara a la siguiente temporada comenzó la adaptación de hasta cuatro unidades a su homologación en el recién estrenado Grupo B. Así las cosas, Antonio Zanini pensó en la idoneidad de este modelo para el Campeonato de España de Rallyes de 1984 debido a la gran cantidad de tramos de asfalto previstos en su calendario; un punto realmente favorable para el 308 GTB, preparado para tierra aunque claramente imbatible cuando hablamos de carreteras montañosas.
Eso sí, ya que adquirir alguna de las unidades mencionadas resultó harto imposible el barcelonés encomendó a Fernando Serena -agente comercial de Ferrari en la capital catalana- la preparación de una unidad Vetroresina -una de las dotadas con carrocería en fibra de vidrio, tan denostadas en la época como valoradas hoy en día- bajo las especificaciones y dirección de la propia Michelotto.
Con todo ello tanto Antonio Zanini como Fernando Serena viajaron hasta Padua a fin de colaborar con el preparador en la instalación de una nueva caja de cambios, barras estabilizadoras, amortiguadores regulables e incluso nuevos pistones y carburadores junto a la aplicación de un cárter seco en vez de húmedo.
RETRASO DE MESES EN EL FERRARI 308 GTB GRUPO B PARA ANTONIO ZANINI
Preparar para el Grupo B un Ferrari 308 GTB no es un asunto precisamente fácil. Debido a ello el equipo liderado por Fernando Serena tuvo más dificultades de lo esperado, motivo por el cual el estreno de nuestro protagonista tuvo que esperar hasta el Rally de Osona agendado para el 11 de agosto de 1984.
Una fecha avanzada en la cual Antonio Zanini ya había sellado su victoria en el Campeonato de España de Rallyes precisamente gracias a otro Ferrari 308 GTB Grupo B; a la sazón el que había alquilado unos meses antes al equipo italiano Pro Motor Sport SrL viendo el retraso acumulado en los trabajos de adaptación adscritos al chasis 24783, el barcelonés.
Tras esto el Ferrari de Zanini y Serena participó en al menos una prueba más -Rallye Cataluña de aquella misma temporada- para inmediatamente después pasar a un ámbito más relativo al coleccionismo que a la competición en primera línea; y es que, dados los éxitos del piloto barcelonés, Peugeot Sport España lo fichó para el año siguiente haciendo ya innecesario su asiento en el 308 GTB Grupo B.
CON CERTIFICADO DE FERRARI CLASSICHE
Bajo la propiedad de Fernando Serena hasta finales de los años ochenta, este Ferrari pasó a las manos de Pablo Castelos Castro para permanecer en ellas durante dos décadas; un tiempo de especial importancia, ya que durante el mismo logró la certificación Ferrari Classiche a firma de la propia marca.
Asimismo cuando el actual propietario lo adquirió en 2015 pasó a realizar un importante trabajo de restauración bajo la feliz idea de utilizarlo y exhibirlo en eventos de competición enfocados a vehículos históricos. Gracias a ello pudimos verlo en el Goodwood Festival of Speed del pasado 2016 o incluso durante los cuatro días relativos al Cento Ore en Módena.
Ahora se encuentra a la venta en Girardo & Co, una de esas empresas sin necesidad de presentación y que esta vez nos vuelve a fascinar con la oferta de un Ferrari de competición altamente reseñable para cualquier colección enfocada en el gusto por los automóviles más exóticos e inesperados.
Imágenes: Girardo & Co