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Goodwood 2022, tres días fijados en una sola toma

Al hablar de Goodwood Revival resulta complejo decidir cuáles van a ser los vehículos con los que conformar la crónica. Sin embargo, este 2022 pudimos captar una instantánea con la que hacer todo el artículo. Una manera singular de celebrar la historia de la mejor ingeniería británica de competición durante los años cincuenta. Goodwood Revival en una única toma

Con poco más de tres kilómetros de trazado, el Circuito de Goodwood es uno de los escenarios clave para el calendario mundial de clásicos. Sin embargo, también lo es para la propia historia del automovilismo británico. No en vano, a lo largo de sus tres kilómetros han ocurrido hechos ineludibles para cualquier mitómano de las carreras. Para empezar, Graham Hill y Mike Hawthorn dieron aquí sus primeros pasos como pilotos. Unos comienzos alentadores que contrastan con los finales encontrados por Stirling Moss y Bruce McLaren. El primero sufriendo en la curva de St. Mary’s un accidente que lo dejo en coma durante un mes en 1962. La caída del telón para su carrera en los circuitos.

Y el segundo, hallando la muerte al salirse de la pista mientras probaba un M8D en 1970. Se produjo tras un fallo en la parte trasera del coche; perdiendo el control para, acto seguido, estrellarse contra un búnker. Y es que, al fin y al cabo, el Circuito de Goodwood se creó a partir de la pista perimetral de un aeródromo diseñado por la RAF durante la Segunda Guerra Mundial. Así las cosas, resulta evidente cómo la sola mención de este lugar puede infundir respeto en cualquier apasionado por las carreras. Más aún si, como es nuestro caso, nos referimos a las carreras de clásicos. Justo las que se han vuelto a celebrar en el Goodwood Revival este pasado fin de semana.

Como viene a ser normal desde hace años, aquí se han dado cita no pocas de las mejores máquinas de competición jamás creadas. Muchas de ellas piezas únicas, programándose incluso un espectacular apartado para los aviones militares. Con todo ello resulta extremadamente difícil hacer una selección de lo visto. Más aún si tenemos en cuenta cómo la lista de inscritos en Goodwood Revival 2022 ha llegado a las 32 páginas. No obstante, revisando el material gráfico hemos encontrado un instante que resume muy bien lo que significan estas carreras. Una fotografía tan llena de ingeniería punta que, en sí misma, bien merece un artículo. Y sí, así lo vamos a hacer.

Chasis muy estudiados y aerodinámicas de precisión. Ésta es la triada en la que basaremos nuestro texto

GOODWOOD REVIVAL 2022, UNA SOLA TOMA

En Goodwood Revival 2022 se han sucedido diversos trofeos temáticos donde poder admirar monoplazas de F1, modelos de resistencia y una gran cantidad de unidades Ferrari. Sin embargo, en un sentido más popular lo más destacable fue la enorme concentración de Austin 7. El icónico modelo británico lanzado en 1923 cuyo impacto es homologable al del Ford T en los Estados Unidos. Pequeño, ligero y sencillo, este cuatro cilindros en línea fue el cimiento necesario para muchos de los deportivos de alta gama concentrados en Goodwood Revival 2022.

No en vano, los primeros coches de carreras creados por Bruce McLaren y Colin Chapman tuvieron al Austin 7 como base. Imposible no recordar esto al escuchar el paso atronante de los McLaren y Lotus de F1. Además, el primer automóvil en la gama de BMW fue una variante de este utilitario construida bajo licencia. No obstante, si se va a Goodwood no es para contemplar vehículos con los que se pueda coincidir fácilmente en las calles del Reino Unido. Sino para ver en movimiento hitos clave en los años dorados de la resistencia.

Realmente llamativa la concentración de modelos Ferrari

Y es que sólo aquí se pueden ver dos Lister-Jaguar corriendo junto a un Lotus-Climax. Verdaderas cumbres de la ingeniería británica gracias a una receta basada en la reducción de peso y el aumento de la potencia. Pero vayamos por partes. Para empezar, a la izquierda de la imagen aparece un Lister-Jaguar “Knobbly” de 1959. Habitual en las carreras del Goodwood Revival, este modelo pasa por ser el más icónico de entre todos los de la empresa de Cambridge. Fundada en 1954 por el diseñador Brian Lister, en principio ésta sólo iba a ser otro de los pequeños garajistas tan abundantes en la Inglaterra del momento.

Sin embargo, al correr de los años se ha convertido en una auténtica leyenda gracias a la impronta dejada por Archie Scott Brown. Uno de los pilotos británicos más carismáticos, alabado incluso por Fangio gracias a su especial habilidad al poner a punto los coches. De hecho, Scott Brown no sólo ejerció como piloto oficial hasta su accidente mortal en Spa. Sino que también fue el probador necesario para entender la excelente progresión experimentada por los automóviles Lister. En primer lugar propulsados por motores V8 con factura estadounidense; transitando después a una clara apuesta por las mecánicas Jaguar e, incluso, Maserati. En el caso del Lister-Jaguar “Knobbly” nos encontramos con un seis cilindros en línea capaz de rendir hasta 256CV. Todo ello para, junto a su extrema ligereza, ganar el campeonato de la americana SCCA. Todo un éxito sin paliativos.

A la izquierda del Lotus MK VIII vemos al argentino Manuel Elicabe con su Maserati A6GCS

Regresando a la instantánea con la que estamos redactando nuestra texto, destaca en medio de la misma un Lister-Jaguar “Costin” de 1958. Todo un caso de estudio desde el punto de vista de la aerodinámica. No en vano, como su propio nombre indica fue diseñado por Frank Costin; el ingeniero aeronáutico responsable de las líneas del Lotus MKVIII en 1954. Un hombre esencial para entender cómo Colin Chapman va apostando de una forma cada vez más refinada por la mejora de los chasis y la aerodinámica. Siendo además contratado por Lister de cara a seguir siendo competitiva en las cilindradas más generosas.

Y es que, de cara a la temporada de 1958, este pequeño fabricante independiente tenía un serio problema. Un serio problema basado en la imposibilidad de seguir evolucionando sus motores al ritmo marcado por los fabricantes más prestigiosos. Así las cosas, si no quería perder la comba definitivamente respecto a los Jaguar, Ferrari o Maserati había de incidir en aspectos que sí pudiera controlar. Aspectos como el chasis, el peso o la aerodinámica. Una coyuntura nada extraña para cualquier aficionado a la F1. Pues, al fin y al cabo, ese mismo año Cooper lanzaba su T43 con motor central precisamente para adelantar con pericia a la potencia bruta entregada por los mejores fabricantes de motores.

Ferrari 750 Monza pilotado por Tazio Ottis

Llegados a este punto, Costin inició el diseño de un nuevo chasis con enrejado tubular. Ligero, rígido y complejo. Sobretodo, muy complejo. Tanto así que no dio tiempo a tenerlo listo, por lo que tuvo que montar su carrocería sobre la base usada en los “Knobbly” del año anterior. No obstante, la aerodinámica del Lister-Jaguar “Costin” supuso un notorio salto hacia adelante. Es más, éste llegó a ser uno de los modelos favoritos de Jim Clark. Algo que no es de extrañar, pues el escocés fue el piloto más simbólico para Lotus. Y bueno, está claro cómo Lister y Lotus compartían no pocas ideas sobre cómo construir un automóvil de competición.

Por ello, en la triada aparecida en la fotografía que moldea este artículo pocas cosas podían ejercer como mejor colofón que un Lotus 15. Con chasis tubular, carrocería de aluminio, un centro de gravedad realmente bajo y sistema transaxle. Uno de los diseños más depurados de entre todos los presentados por Lotus durante la década de los cincuenta, heredando no pocos elementos probados previamente en la F1.

De la Rosa y Folch haciendo pareja al volante de este E-Type

Además, ¡el Lotus 15 debutó en Goodwood! Con Graham Hill a los mandos durante la disputa del Sussex Trophy de 1958. Precisamente, la carrera a la que se rinde homenaje en el actual Goodwood Revival llevando el mismo nombre. Carrera en la que, cerrando el círculo narrativo, se tomó la imagen en la cual hemos basado este artículo. En fin, cosas que sólo pasan en un sitio como éste.

Fotografías: Unai Ona

P.D. A cierre del artículo nos comentan dos cuestiones con claro acento hispano que merecen ser citadas. La primera es la participación de Joaquin Folch en diversas carreras de este Goodwood Revival 2022. En una de ellas, por cierto, compartiendo el volante de un Jaguar E-Type con el mismísimo Pedro de la Rosa. Además, éste ha logrado incluir en Goodwood a tres generaciones diferentes ya que, mientras él competía en coches, su hijo lo hacía en motos y dos nietos en la simpática carrera infantil con modelos a pedales. Siguiendo con participaciones hispanohablantes destacó la del argentino Manuel Elicabe con cuatro vehículos. Uno de ellos el Maserati A6GCS de 1955 con el cual corrió la Madgwick Cup. Un automóvil fascinante al cual, en breve, dedicaremos un artículo propio.

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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