Hay vehículos que, aunque formen parte de nuestra historia, han ido cayendo en un discreto olvido opacados por otros más populares. Es el caso del protagonista de este hallazgo, un Jeep-Viasa CJ-6 que ha sido encontrado abandonado en un cobertizo. Fue fabricado por Vehículos Industriales y Agrícolas, S.A. (Viasa), empresa que se constituyó en Zaragoza en 1960 con el fin de fabricar maquinaria agrícola y vehículos Jeep.
Además de la licencia de Willys Overland, se hicieron con el utillaje de Hotchkiss cuando la compañía francesa se quedó sin su licencia. Inicialmente, mientras se lograba la obligada nacionalización de la producción, las primeras unidades del denominada CJ-3B se montaron con piezas procedentes la producción de Estados Unidos, incluido el motor. Dichos ejemplares fueron en su mayoría a parar al ejército, pese a que CJ significaba “Civilian Jeep”.
Se calcula que para la unidad 200, la producción ya estaba nacionalizada, recurriéndose a diferentes mecánicas patrias para su motorización, especialmente Perkins, Barreiros y Hurricane. Además, un poco más adelante se fabricó una versión alargada denominada CJ-6 propia de nuestro país, ya que no se inspiraba en ningún Willys.
Desde 1974, año en que Motor Ibérica absorbió Viasa, y hasta su descontinuación en 1983, los CJ-3B y CJ-6 se ofrecían ya sólo con el motor Perkins 4108. Además, pasaron a denominarse Jeep Bravo y Bravo L respectivamente. Por último, recordemos que la empresa zaragoza también fabricó tractores Fiat (sólo hasta 1963), la furgoneta SV y el Comando.
EL JEEP-VIASA CJ-6 DEL HALLAZGO
En este caso, el vehículo descubierto no tiene motor, lo que por un lado hace más que difícil su recuperación y, por otro, complica también su datación. No obstante, junto con CJ-6 se encuentra la parrilla frontal desmontada -con radiador incluido-, donde puede leer “Jeep Avia”, es decir, se trata de un ejemplar posterior a 1974.
Como todos los Jeep-Viasa CJ, cuenta con carrocería pick-up, aunque a esta unidad se le hizo una modificación para instalarle un techo rígido. En todo caso, se lo han cortado después, de manera que vuelve a tener la caja abierta detrás, incluso tiene uno arquillos para desplegar un techo de lona. No es la única modificación que presenta, pues equipa manillas de las puertas procedentes de un Citroën 2CV.
En el interior queda muy poco que se pueda aprovechar, aunque al menos conserva su cuadro de mandos y el volante original, que quizá podrían servir como donante para otra unidad. Detrás dispone de soporte para un par de “Jerrycan”, lo que significaría que en su momento pudo pertener al ejército.
Si queréis conocer toda la historia del hallazgo de este Jeep-Viasa CJ-6, a continuación, os dejamos con el vídeo del canal de YouTube de Alfredo Yugo. Además, como siempre, os recomendamos que os suscribáis para no perderos ninguno de sus descubrimientos.