El protagonista de nuestra historia de hoy es un SEAT 850 N abandonado a su suerte durante un largo tiempo. Hablamos de modelo Normal, aunque, como en el caso del 600 N, dicha denominación nunca fue oficial, pero servía para diferenciarlo del Especial. En este caso, montaba llantas de 12 pulgadas enterizas, elementos que el 850 abandonado conserva, así como los cuatro neumáticos. Curiosamente, la trasera izquierda no es suya, sino de un modelo Barreiros.
Los SEAT 850 se fabricaron entre 1966 y 1974, pero, aunque aparecieron nueve años después que el 600, técnicamente son una continuación del éste. En este caso, la matrícula de nuestro protagonista es del último año del modelo, de ahí, que equipe unas salidas de aireación como el 600 L Especial. Además, también luce los típicos protectores de aluminio de los pilotos traseros e incluso uno de marcha atrás que se añadía en su momento. Por el contrario, el espejo exterior se antoja más moderno de lo que debería.
El habitáculo no parece demasiado machacado, pero al no poder acceder al interior del coche, no podemos certificarlo al 100 %. Los asientos podrían ser los originales, aunque están cubiertos con unas telas. Además, lleva unos reposacabezas que son una añadidura posterior. Tampoco podemos conocer el estado de la mecánica, aunque el aspecto exterior invita a pensar que lleva muchos años sin arrancar.
¿SERÁ POSIBLE RESTAURARLO?
Sí es verdad que, al menos exteriormente, no parece descabellado pensar en devolverlo a la vida, ya que no hay demasiado óxidos a la vista. Es probable que haya pasado tiempo en un sitio cerrado antes de llegar a su ubicación actual. Eso sí, si alguien se lanza a restaurarlo, mejor tener en cuenta que será difícil recuperar lo invertido en una futura venta. Es decir, si alguien se animara, mejor que lo haga pensando en disfrutarlo, no en hacer negocio.
A continuación, os dejamos con el vídeo del canal de YouTube de Alfredo Yugo para que podáis ver todos los detalles del SEAT 850 N abandonado. Como siempre, os recomendamos seguir su canal para no perderos ninguno de sus descubrimientos.