Antes de hablar del Hornet, hay que hablar un poco de la historia de la compañía que produjo este coche. Hudson fue una marca que se estableció en Detroit en 1909, y que desde un inicio fabricaría coches de bajo coste con un gran éxito, llegando incluso a ser el tercer mayor fabricante estadounidense, solo por detrás de Ford y Chevrolet.
Tras la II Guerra Mundial y el parón en la producción de nuevos automóviles en el país Hudson presentaría uno de los automóviles más revolucionarios a nivel estético en 1948, con el nuevo Commodore, que era uno de los coches más aerodinámicos del momento.
Técnicamente eran también muy modernos en comparación, implementando un sistema llamado Monobilt, una carrocería semimonocasco muy ligera. Esto permitía a los Hudson ser mucho más bajos que cualquier otro modelo coetáneo, con un centro de gravedad mucho más bajo, lo que se traducía en un mejor manejo.
Hudson convirtió esta característica en una seña de identidad, llamando a la línea de diseño de estos coches “Step down design”, como una referencia a la manera en la que se entraba en estos coches, sentándose hacia abajo, y no hacia arriba, como ocurría en otros coches de la época.
Los Commodore se ofrecían con motores de seis y ocho cilindros en línea, pero coincidió con el momento en el que fabricantes como Oldsmobile comenzaban a implementar mecánicas V8 en modelos populares, y los compradores buscaban coches cada vez más potentes.
1951: APARECE EL HUDSON HORNET
Hudson no tenía los recursos suficientes como para desarrollar un motor V8 a principios de la década de los 50. En su lugar crearon un motor de seis cilindros en línea de alta compresión al que bautizaron como H-145. Este motor de cabeza plana batió un récord al ser el seis en línea de mayor cilindrada, con un cubicaje de 5 litros, manteniendo este récord a día de hoy.
La cilindrada era similar a la de algunos V8 coétaneos, pero la potencia en algunos casos era mayor, desarrollando 145 CV gracias a un carburador de doble cuerpo, cifras superiores a los populares motores Rocket V8 de Oldsmobile.
Estas nuevas mecánicas se presentaron en un nuevo modelo en 1951, el Hornet, que significa abejorro en español. Este coche compartía plataforma con los Commodore y se ofrecía como sedán, coupé y descapotable. De serie montaba una caja de cambios manual de tres velocidades a la que se le podía montar overdrive, aunque también se ofrecía con un cambio automático de cuatro velocidades de origen General Motors.
TWIN H-POWER: EL HORNET MEJORADO
Para finales de 1951 Hudson ofreció para el Hornet una serie de mejoras mecánicas a las que llamaron Twin H-Power. Este paquete que mejoraba el rendimiento del coche consistía en dos carburadores de un solo cuerpo que incrementaban la potencia hasta los 160 CV.
En 1952 todos los Hudson Hornet se equipaban de fábrica con las mejoras Twin H-Power. Posteriormente apareció otra mejora conocida como “7X” que se podía instalar en los concesionarios y que incrementaba la potencia hasta los 210 CV.
También en 1952 Hudson introduce un nuevo modelo, el Wasp, o avispa en español, que podría definirse como un Hornet más pequeño al emplear una plataforma de menor tamaño y motores de menor cilindrada. Entre las mecánicas ofrecidas había un seis en línea de 4,3 litros que montaba los dobles carburadores Twin H, y que desarrollaba la más que respetable cifra de 130 CV.
Otra característica que merece la pena nombrar y que era común a toda la gama de Hudson era un sistema doble de frenos. De serie los coches montaban frenos hidráulicos, pero contaban con un sistema auxiliar en caso de que estos fallasen que hacía que unos frenos mecánicos detuviesen el vehículo.
EL FABULOSO HUDSON HORNET
Todas estas características, unidas al increíble rendimiento e impecable manejo de los Hornet hicieron que el modelo se convirtiese en el favorito de los pilotos de esa generación. Hudson vio el potencial que las victorias en competición podrían tener sobre las ventas de sus coches, y fueron el primer fabricante en financiar a pilotos para carreras de NASCAR y la Grand National.
Fueron los propios pilotos quienes añadieron el adjetivo de “Fabuloso” a los Hudson Hornet, creando así un nombre legendario en estas competiciones, a los que la propia Hudson supo sacar partido como eslogan publicitario.Tal era la hegemonía del Hudson Hornet en el circuito que entre los años 1951 y 1953 acumuló 108 victorias a manos de diversos conductores.
En la película de Pixar de 2006, Cars, aparece un Hudson Hornet como un antiguo campeón de carreras que sirvió como último papel de Paul Newman en su vida, y el piloto Mario Andretti comenzó a competir en pistas de tierra con un Hudson de 1948, aunque éste no era un Hornet.
¿QUÉ FUE DE HUDSON?
Pese a su prestigio dentro de los circuitos, no llegó a convertir este éxito en un plus de ventas. Si bien las cifras de producción fueron buenas inicialmente, con más de 41.000 coches vendidos en 1951, la popularidad del Hornet no alcanzaría nunca más las mismas cuotas.
En los años siguientes, Hudson introdujo muy pocos cambios estéticos al modelo, pero el mercado americano presentaba diseños nuevos y futuristas cada año, y ya para 1953, el Step down design de los Hornet, se veía obsoleto a ojos de los posibles compradores.
Además, gustos ahora reflejaban que los motores V8, que cada vez estaban siendo ofertados por más fabricantes eran los preferidos por el público, aunque en muchos casos el rendimiento, potencia y consumo de los Hudson fuese mejor.
A esto se sumó que en 1953 Hudson presentó un nuevo modelo compacto, el Jet. La compañía tuvo la disyuntiva de emplear sus escasos recursos en desarrollar un nuevo coche o una nueva mecánica V8.
El pequeño Hudson Jet resultó ser un verdadero fracaso del que apenas se vendieron 35.000 unidades en los dos años que estuvo en el mercado. El Hornet de 1954 fue rediseñado, especialmente en su parte trasera, para tener unas líneas más similares a las del compacto, pero esta decisión no benefició a nadie.
A principios de 1954, Hudson que había gastado casi todos sus recursos económicos se alió con Nash-Kelvinator para crear la American Motors Corporation o AMC. El nombre Hudson sobrevivió algunos años más en el mercado, en concreto hasta 1957, cuando los coches de Nash y Hudson pasaron a venderse como AMC y Rambler.
En 1955 aparecería un nuevo Hornet rediseñado tomando como inspiración la línea de los modelos Nash coetáneos. Su estética era más barroca y recargada, acorde con los gustos del momento, y finalmente se ofreció con un motor V8, de origen Packard, junto al consagrado motor de seis cilindros en línea y 5 litros de cubicaje.
Sin embargo, estas nuevas versiones actualizadas del modelo tampoco captaron el interés de los compradores, siendo 1955 el mejor año para la segunda generación del modelo con 13.000 coches vendidos, terminando su producción finalmente en 1957.
Fotografías: Hudson