[dropcap]N[/dropcap]Nunca me ha gustado escribir acerca de una feria. Considero que es el trabajo más ingrato al que te enfrentas cuando quieres informar al lector. Sin advertirlo, el que escribe se encuentra bajo ciertas presiones. Para informar lo más objetívamente posible procura tomar el pulso al organizador, al visitante, al expositor, al simple aficionado que sólo pretende pasar un buen rato entre colegas que comparten su afición, al novel aficionado ávido de adquirir conocimientos, etc…
Como cabe suponer los puntos de vista e intereses de todos ellos son tan diferentes que nunca coinciden. Y al final, terminamos con la vieja frase de que «cada uno cuenta la feria como le va»; pero eso nunca es exacto.
Retro Valencia, desde diferentes ángulos
En el certamen que hoy nos ocupa la organización se ha preocupado de presentar actividades paralelas que resultan atractivas a muchos aficionados. Felicidades, pues estos eventos llevan un trabajo oculto que no puede valorar cualquier visitante. Me estoy refiriendo al homenaje a Adrián Campos, a la exposición de los automóviles que trazaron su palmarés, a la actividad de los clubes entre los que en esta ocasión cabe destacar la labor del Classic Motor Club de L’Horta por la aportación de los magníficos ejemplares que muestran un retazo de la historia de los automóviles más emblemáticos de los últimos tiempos.
La opinión general de los expositores coincide con la excelente atención recibida por la organización en todos los aspectos. Esto es un punto a destacar del certamen ya que no suele ser la moneda común de estos eventos.
El visitante, que considero lo más importante, pues es el que consume los servicios de la feria -y al final, de ello dependen nuevas ediciones-, tiene tantas facetas e intereses que es difícil de contentar. Me explico: El señor que encontró en el mercadillo aquella maneta izquierda de su Ford A, que tanto tiempo iba buscando, simplemente por esa circunstancia se marchará satisfecho del salón. Al contrario de aquel que puso la ilusión en poder adquirir en esta edición aquella motocicleta con la que se inició, y la ha encontrado, pero estaba fuera de su presupuesto.
Tiempos modernos y expectativas cumplidas
Como no pretendo aburriros con reflexiones que aunque ciertas decido terminar, os diré que en esta III edición de Retro Auto&Moto Valencia se puede calificar como una meta alcanzada, puesto que aunque es difícil de precisar, la mayoría opina que se han superado los objetivos. El aspecto comercial de los recambistas coincide en la competencia que en los últimos tiempos significa Internet; y aquí es cuando encontramos las mayores diferencias.
Algunos me han comentado que no han llegado a cubrir los gastos, y otros su éxito de ventas. Personalmente he apreciado la tendencia generalizada al regateo de precios simplemente por sistema; es posible que esta actitud este influenciada por los programas de moda referentes al sector en los últimos tiempos. Me explico, de nuevo: Considero lógica una contraoferta en muchas ocasiones, pero totalmente fuera de lugar cuando el precio del repuesto corresponde con la pieza.
Quizá sea la tendencia de algunos aficionados, pero sigo afirmando que hay que mentalizarse de que si se encuentra un repuesto con más de cincuenta años en su envase original, no se puede pretender que el precio sea el de la etiqueta que mostraba en su día.
Resumiendo: Opinión generalizada por la buena organización, diversidad de interesantes modelos como podéis apreciar en las imágenes, variedad de temas dentro del sector de la automoción histórica, y todos los ingredientes para que el visitante marche satisfecho esperando la próxima edición. Por cierto que entre ellos encontré gente venida de lugares tan diferentes como de Donostia y de Murcia. El botón es suficiente como muestra.
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