Cuando vemos una madeja de hierros oxidados en una vieja granja francesa que han servido como hogar para toda una familia de pájaros es difícil imaginar que puede tratarse de parte de uno de los primeros Jaguar E-Type, concretamente uno de los que fueron exhibidos en el Salón del Automóvil de Escocia de 1961.
El Jaguar E-Type causó sensación a nivel mundial, sobre todo en sus versiones originales convertible y coupé. La icónica carrocería debe sus formas a las amplias nociones en aerodinámica y aeronáutica que tenía su diseñador, el famoso Malcolm Sayer.
La mecánica inicial del E-Type fue el mítico motor XK de seis cilindros con bloque de hierro fundido y culata de aluminio el cual, alimentado por tres carburadores, posibilitaba una aceleración de 0 a 100 en menos de 7 segundos y una velocidad máxima de 240 km/h. Los vanguaridstas frenos de disco procedentes del D-Type, varias veces ganador de Le Mans, podían detenerlo en un tiempo récord.
La restauración de esta unidad temprana de Jaguar E-Type ha precisado una inversión de más de 3000 horas de trabajo. A la vista del resultado, podríamos decir que todas y cada una de ellas han merecido la pena…
La restauración ha sido llevada a cabo por el taller de restauración inglés Classic Motor Cars, el cual lo expuso el pasado fin de semana en el London Classic Car Show.