FOTOS JAGUAR XJ: JAGUAR MEDIA
El Jaguar XJ fue el último modelo presentado por Sir William Lyons, el fundador de la marca. Desde entonces han pasado 50 años en los que muchas cosas han cambiado. La primera es que Jaguar -auténtica seña de identidad del orgulloso Reino Unido- pasó en 1989 a ser propiedad de la norteamericana Ford para, 19 años después, ser comprada por el consorcio industrial indio Tata Motors. Algo que parece ideado como una especie de justicia poética, adquiriendo empresas provenientes de antiguas colonias británicas una de las “joyas de la corona” de la antigua metrópoli.
Sin embargo hay algo que en este medio siglo no ha cambiado: la denominación XJ para la berlina que representa su tope de gama. Y es que aunque a los amantes de los coches deportivos Jaguar nos suene siempre a modelos como los D o E-Type, lo cierto es que es que ha sabido alumbrar berlinas de gran lujo y calidad, a la altura de los Rolls Royce o los Bentley.
Aunque la versión introducida en el 2009 -que dura hasta la actualidad- supuso la sustitución de las típicas formas horizontales y líneas rectadas por otras más voluminosas y modernas, son pocos los vehículos que durante 50 años han sabido crear una saga fiel a la identidad que la vio nacer: ofrecer una berlina amplia, sumamente cómoda, dotada de un claro estilo inglés y poseedora de la mejor tecnología del momento para su segmento.
DEL SERIE I AL XJ40: 18 AÑOS DE JAGUAR XJ
Lanzada en 1968, la Serie I del XJ aunaba en un solo coche las tres berlinas de la marca, a saber las MKII, S y 420. Según W. Lyons, era “el mejor Jaguar jamás fabricado”, el cual combinaba el proverbial motor XK6 con la mejor tecnología del momento, como por ejemplo las cajas de cambios automáticas Borg-Warner de 8 velocidades. Se ofrecía en variantes de chasis corto y largo, y se comercializaba bajo dos denominaciones: Jaguar XJ6 y Daimler Sovereign, esta última más lujosa.
En 1972 llegó la versión XJ12, armada con el V12 de 5.3 litros de 276 CV de Coventry. Gracias a esta mecánica, que en el modelo que nos ocupa dio algún que otro problema de refrigeración, el Jaguar XJ se convirtió en la berlina más rápida del momento. Su hermanito deluxe fue el Daimler Double Six.
Justo un año después el XJ recibía su primera “puesta al día” con la aparición de la Serie II (1973-79), fabricada ya por la ominosa British Leyland. La calidad bajó y desapareció la versión de chasis corto, la cual se convirtió en la plataforma de un efímero y atractivo coupé, el XJC, comercializado entre 1975 y 1978. El XJC se caractizaba por la ausencia de pilar B y por su techo de vinilo, del cual dicen las malas lenguas que disimulaba una torsión de la carrocería excesiva.
Por último, en 1975 apareció el XJS, precioso coupé y convertible que, aunque se desarrolló sobre la plataforma del XJ, no pertenece a esta familia directamente.
1979 veía la aparición de la Serie III (1979-92), con un marcado carácter continuista en la estética y en las motorizaciones (si bien con la novedad de la inyección Bosch/Lucas). La berlina de Jaguar, como el resto de automóviles ingleses, se iba quedando anticuada aunque incorporase incluso informática. Tanto fue así que, con la cuarta generación -XJ40 (1986-1994)-, Jaguar lanzó una berlina totalmente nueva con nuevos motores de 6 cilindros y suspensión autonivelante.
¿REINVENTARSE CON ESTILO RETRO?
Lo cierto es que llegados los 90 el estilo del XJ40 planteaba un dilema, porque aunque era ya todo un símbolo… Había que hacer algo más para poner al día la berlina del felino. En ese momento el departamento de diseño de Jaguar -ya controlada por Ford y por tanto con la presión de inventar algo más que acrecentara las ventas- debía sacarse un as de la manga. Ese as fue… la apariencia de modernidad bajo el paraguas del diseño “retro”.
Con el XJ X300 (1994-97), lejos de dibujar algo diferente, sencillamente reinterpretaron las líneas clásicas modernizándolas, a la manera de lo que BMW hizo con Mini o Ford con el Mustang. Y parece que la cosa funcionó, porque la decadente Jaguar comenzó a remontar el vuelo. Incluso lanzaron una versión XJ R, sobrealimentada y que conectaba con el MKII de los años 60. En 1997 el X300 fue reemplazado por el X308 (1997-2003), que reemplazaba los propulsores tradicionales de la saga por un nuevo V8.
Ya en 2003 llegó el X350, con una estética todavía más remozada, carrocería en aluminio, nuevas motorizaciones V6 gasolina y diésel y suspensión basada en aire. Y en 2009… TATA lo cambió todo con el X351, una berlina señorial que ya no parece un XJ, ¿verdad? 😉