A lo largo de la historia del automovilismo, pocos coches han sido tan rotundamente exitosos como el Jaguar XK120. Mires por donde mires su legado… Está lleno de éxitos. De hecho, la única pega que se le puede poner es que por poco muere por una “borrachera” de los mismos. Una mala pasada que convirtió sus primeras semanas en cadena de montaje en toda una agonía contra el tiempo; y es que, tras su presentación en ‘British International Motor Show’ de 1948, el éxito fue tan rotundo que en la misma presentación se encargaron unas 300 unidades (suena a poco hoy en día, ¿verdad?).
Aquella demanda sobrepasó al fabricante inglés, el cual tuvo que repensar la carrocería del XK120 a fin de convertirla en una de factura más asumible. Los planes originales contemplaban un vestido de aluminio hecho a mano, pero este éxito fulgurante… Hizo que se cambiara por una de acero fabricada en serie, a fin de poder cumplir plazos de entrega.
A pesar del cambio, fueron unas exclusivas 250 unidades las que sí se vendieron con la carrocería de aluminio. Aunque hay un XK120… Que monta una carrocería aún más exclusiva. Tanto, que es única: se trata del chasis S675360 carrozado por Pininfarina.
XK120: INGLATERRA RENACIÓ CON CURVAS
Tras la desolación sembrada por la II ª Guerra Mundial, Inglaterra necesitaba símbolos que demostraran su resurgir de entre las ruinas de los bombardeos. Era el momento de que, en el ámbito de la mecánica, los heroicos cazas Spitfire con motor Rolls Royce dejaran paso a un potente y sensual deportivo que recordara al mundo entero el habitual carácter flemático del motor inglés y que se vendiese bien en América, que es donde había dinero para comprarlos. Y así fue que, tan sólo tres años después de haber finalizado la contienda, Jaguar presentó las sinuosas formas del XK120.
Unas formas que rápidamente enamoraron a muchas de las celebridades de la época, haciendo así que el XK120 fuera algo habitual en las carreteras de Hollywood. Humprey Bogart, Clark Gable, Laurent Bacall… Tener estos propietarios allanó el camino del XJ120 en América, cuyos conductores pudieron conocer por fin las virtudes de los deportivos europeos. Y es que vaya, si nosotros hubiéramos visto a Bacall en su XK120… ¡Seguro que nos hubiera dado un brote de Síndrome de Stendhal!
Estética aparte, la ingeniería del XK120 tampoco defraudaba. Su motor delantero XK6, de seis cilindros en línea con doble árbol de levas en cabeza y casi 3.500 cc rendía alegremente de 180 a 210 CV según la versión. Potencia más que suficiente para hacer de este biplaza un deportivo de tracción trasera y cambio manual de cuatro marchas tan divertido como agradable de conducir.
Un motor ideal tanto para enlazar curvas con la capota guardada bajo el sol de California… Como para ganar por potencia y fiabilidad 5 ediciones de las 24 Horas de Le Mans y para figurar, por tanto, entre los mejores propulsores de la Historia.
JAGUAR XK120 S675360. LA CONEXIÓN PININFARINA
Como te puedes imaginar, son muchos los XK120 con historias únicas… Pero hoy en La Escudería nos vamos a centrar en uno realmente especial: aquel que tiene la “conexión italiana”. Y es que, aunque no se sabe casi nada sobre qué motivo el encargo, lo cierto es que en 1955 -con el XK120 recién jubilado de producción- se presentó en el Salón de Ginebra esta versión carrozada por Pininfarina.
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Una versión a la que ha sido muy difícil ver y seguir la pista ya que ha permanecido casi oculta durante décadas. Aunque si ves las fotografías que ilustran el estado original… Puedes entenderlo. De hecho, cuando en 2015 fue adquirida por Classic Motor Cars era un propietario impotente a la hora de restaurar el coche quien se deshacía de él.
Todo un reto que ha llevado ¡6.725! horas de trabajo y no pocas artimañas cuasi “arqueológicas” para descifrar cuál era el color original de la carrocería, o cuál fue la tapicería con la que se equipó en primer lugar.
Averiguaciones hechas a partir de pequeños restos, de pistas olvidadas bajo las capas de modificaciones anteriores… Todo un trabajo “forense” para llevar a este XK120 a su estado original, incluyendo tanto horas de artesanía como técnicas de escaneo en 3D. Sin lugar a dudas una restauración de esas que “crean escuela”, pero al fin y al cabo necesaria cuando estamos ante algo como el chasis S675360: una versión única en la que Jaguar y Pininfarina llevan a un nuevo nivel la belleza de uno de los deportivos más emblemáticos en la historia del automovilismo.
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