Cuando la ingeniería británica se une al diseño artesanal italiano… Sólo pueden salir vehículos muy exclusivos. Tanto que, si hace unos días os hablábamos del Jaguar XK120 carrozado por Pininfarina, hoy lo hacemos del posiblemente único XK140 superviviente de los dos o tres que el turinés Michelotti vistiera entre finales de los años 50 y comienzos de los 60.
Todo un superviviente al que de hecho se le daba ya por perdido, pero que de una manera sorprendente acaba de aparecer en un garaje de la ciudad belga de Gante. Otro de los ‘barnfind’ de altos vueltos a los que nos vamos acostumbrando con gusto cada vez más. El resto botín hallado es también espectacular; al fin y al cabo el garaje custodiaba la colección personal del carrocero de origen belga Schepens. Y gusto no le faltaba…
Viendo la lista de ‘aparecidos‘ están presentes algunos de los grandes diseños del siglo XX: desde un Jaguar E-Type y un Corvette -ambos de sus primeras series-, hasta la preciosa berlina Jaguar MK2 o un cada vez más valorado Ferrari Dino 308GT4. Eso sí, casi todos en un descuidado estado que sin duda hará las delicias de más de un restaurador.
No obstante, y aunque en gran medida ha sido hallado ‘por piezas’, de todo el conjunto destaca por su originalidad el Jaguar XK140 ‘Michelotti‘. Toda una verdadera rareza que no guarda ningún parecido visual con la carrocería que originalmente portaba su chasis, aunque sí mantiene -y por fortuna parece que en buen estado- la mecánica original del deportivo inglés. No obstante esconde varias sorpresas más…
JAGUAR XK140 ‘MICHELOTTI’: UN EJEMPLAR ÚNICO
El chasis S814286 salió de la factoría Jaguar el 25 de mayo de 1955 portando todo lo necesario para ser considerado un XK140 más. Concretamente, como el número 286 de los construidos con el volante a la izquierda. Un modelo inglés destinado a la exportación a fin de seguir seduciendo a los conductores de medio mundo con la misma receta de estilo y deportividad que había alzado al éxito a su predecesor: el XK120.
Sin embargo… El destino de esta unidad iba a ser muy distinto. Y todo por culpa de su chasis independiente y de un accidente. Un fatal accidente donde tanto la carrocería como el motor quedaron gravemente dañados. Esto que podría haber significado su fin tan solo dos años después de salir de fábrica… Supuso una segunda oportunidad, esta vez ¡en Italia!
El coche fue mandado hasta Turín a fin de ser totalmente revestido en los talleres del mítico carrocero Michelotti; ni más ni menos que el responsable de diseños tan deliciosos como el del Maserati 3500GT o el del Triumph TR4, pasando por los de varios Ferrari de primera época como el 166MM, el 212 Inter o el 340MM. Un lápiz legendario que se encargó de dar una nueva vida a este XK140 fabricándole una carrocería diseñada desde cero, donde también el interior fue reconfigurado hasta el punto que, de Jaguar, lo que quedó fue todo lo que de primeras no se ve.
Incluso parte de lo que queda oculto a la vista también fue modificado, aunque con piezas de Jaguar, concretamente ¡de un Jaguar C! Aquí la documentación baila un poco, pero la opción con la que más se especula es que uno de estos míticos coches de carreras fue jubilado de las pistas hacia el momento en el que nuestro XK140 sufrió el accidente, tomando éste numerosos elementos mecánicos de su “primo” para reconstruir su motor de 6 cilindros, 3.442 cc y en torno a 200 CV de potencia.
UNA HISTORIA COMPLEJA QUE PROPORCIONA UN PRECIO REALMENTE BAJO
La historia de este XK140 no es nada fácil; desde su primera propietaria en Francia hasta su llegada a la colección del difunto coleccionista belga Schepens, el historial del coche se enreda en un hilo que a veces se pierde entre un vendedor de coches británico conocido como Stephen Langton, un coleccionista francés llamado Roland Urban y… ¡hasta la actriz Brigitte Bardot! Un caos documental donde no se sabe muy bien quién lo pintó de azul, lo que se suma al hecho de que tampoco se puede averiguar con certeza si fueron dos o tres los XK140 carrozados por Michelotti.
Lo que -por ahora- sí se sabe es que éste es el único que se ha conservado. Un ejercicio de diseño en el que Michelotti aprovechó lo especial del encargo para ensayar con una trasera a lo ‘fastback’: toda una innovación hacia el año 1960, momento en el que se cree que el coche fue reconstruido en Turín.
La compleja documentación del coche ha hecho que, de cara a su próxima subasta por la casa Bonhams en Mónaco, se prevea su venta por tan sólo 10.000 o 15.000 euros.