La historia de la automoción en España está llena de curiosidades, como la que vamos a tratar en este artículo. En este caso, hablamos de SIAT, la sociedad que se adelantó una década a SEAT y que pudo provocar que ésta jamás llegara a aparecer. Finalmente, las ansias por controlar el proceso de motorización del país del primer presidente del Instituto Nacional de Industria (INI)¸ Juan Antonio Suanzes, cambiaron el rumbo de la historia.
Recordemos que, finalmente, la Sociedad Española de Automóviles Turismo (SEAT) se constituyó el 9 de mayo de 1950, con la intención de acabar con la carestía de coches existente en el país tras la Guerra Civil. Es decir, en 2025 cumplirá 75 años, aunque no empezó a producir automóviles hasta 1953 con el SEAT 1400.
Aunque una década antes, ya hubo un intento de fabricar automóviles Fiat bajo licencia en España, un acuerdo que finalmente quedó en nada, ya que fue asumido por INI. Lo curioso del asunto es que la sociedad iba a denominarse de forma muy parecida a como lo hizo finalmente: SIAT.
SIAT, LA PREDECESORA DE SEAT
Tenemos que retroceder al año 1940, cuando Fiat tenía muy adelantadas conversaciones con el Banco Urquijo para la creación de la SIAT, acrónimo de Sociedad Ibérica de Automóviles de Turismo. De hecho, la sociedad se constituye en Madrid el 22 de junio de 1940. Además, también apoyaban el proyecto todo un grupo de industrias entre las que se encontraba Hispano-Suiza.
Al parecer, habría sido el propio gobierno franquista el instigador del acuerdo con Fiat, sabedor de la escasez de automóviles que se vivía en la posguerra española. Ante la incapacidad de financiar por sí mismo dicha empresa en ese momento, trató de que se llevara a cabo mediante capital privado.
Sea como fuera, en 1941, apenas un año después de su constitución, SIAT presentó su propuesta al Ministerio de Industria y Comercio. La intención era levantar un fábrica de coches en el País Vasco (Vizcaya probablemente) para producir automóviles baratos y de bajo consumo. En todo caso, se pensaba arrancar la cadena de montaje con el Fiat 1100, una berlina de 4 metros de longitud. Tiene sentido que no se optara inicialmente por un modelo más pequeño, ya que entonces ese nicho de mercado aún no existía.
Recordemos que SEAT empleó la misma táctica, llegando al mercado con el 1400 para introducir después del 600. La SIAT se topó con un problema no menor precisamente, pues, en 1942, el acuerdo con Fiat tuvo que posponerse por culpa de la II Guerra Mundial. Se dice que llegaron a prepararse algunos prototipos, aunque ninguno llegó siquiera a exponerse.
EL INI TOMA EL CONTROL
Tras la finalización de la II Guerra Mundial, se retomaron de nuevo las conversaciones con Fiat. Llegados a este punto, el INI de Suanzes desplazó al Banco Urquijo como interlocutor con el fabricante italiano, pues se estimó que era el estado quien debería asumir una empresa de tal magnitud. Ya se había hecho algo similar con ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones, S. A.), que se encargó de la producción de camiones.
De esta forma, lo que pudo ser una factoría de automóviles en Vizcaya, con el Fiat 1100 como modelo inicial, acabó dando lugar a la SEAT que todos conocemos. Dicho de otra manera, el SIAT 1100, dejó paso al SEAT 1400. Sin duda, la historia pudo haberse desarrollado de manera muy diferente, como vemos.
Imágenes de Fiat.