Miguel Sánchez
Hoy en día hay tantos soportes audiovisuales que uno no sabe en qué concentrarse. Algunos están enganchados a ésta o aquella plataforma de series mientras que otros… Se informan a través de la pantalla de su móvil con vídeos destinados directamente a Youtube. Todo este barullo implica que aquello de “salir por la tele” ya no sea sinónimo de que te esté viendo una buena porción de la población de un país.
Sin embargo, cuando hace décadas se retransmitía un gran evento deportivo éste concentraba la atención de millones y millones de espectadores atentos a las pocas cadenas existentes. ¿Qué significa ésto? Pues que aunque no conozcas la unidad que hoy te vamos a presentar… Ésta ya tuvo sus minutos de fama cuando el Príncipe Rainiero III la condujo para el paseo inaugural del Gran Premio de Mónaco 1969 en compañía de su mujer Grace Kelly y el entonces chavalín -y hoy rey- Alberto II.
De esa manera Lamborghini conseguía exhibir para todo el mundo el que desde 1968 hasta 1978 sería su modelo más exitoso con unas 1217 unidades vendidas: el coupé de 4 plazas Espada. Un gran turismo con todas las comodidades que escondía su salvaje motor V12 de 4 litros y hasta 350CV bajo el cuerpo de un aplanado coupé.
LAMBORGHINI ESPADA PLEXIGLAS: AFICIÓN A LAS CÁMARAS
Como has visto, el chasis 7293 nació con un cierto gusto por el estrellato. De hecho, tras el mediático paseo por Mónaco partió hasta los EE.UU, donde fue exhibido en el New England Auto Show logrando un gran impacto en la prensa americana del motor. En suma, antes de ser entregado a su primer comprador -Franklin S.Davis- este coche fue clave para la campaña de publicidad que desplegó la alfombra roja a la factoría de Sant’Agata en América.
Y además de su historia… Hay elementos técnicos que lo hacen realmente único. Porque este Espada S1 -clave con la que conocemos a los modelos de la primera serie- es el único que cuenta con un llamativo techo de plexiglas capaz de entregar aún más luz y amplitud a un interior pensado para largos viajes sin renunciar a a la deportividad de todo un musculado italiano.
Bien es cierto que esta pieza transparente no es tan impresionante como la carrocería en plexigas de aquel Pontiac ensamblado en 1939, pero antecede a los techos solares tan extendidos hoy en día en casi cualquier tipo de vehículo. Una licencia al confort que coordina perfectamente con la luminosa pintura “azul metálico” también empleada por Bertone en el único Miura Roadster.
REGRESO A LAMBORGHINI Y DIRECTO AL 50 ANIVERSARIO
Tras su paso por varios coleccionistas en la Costa Este y Texas, finalmente volvió a Italia al ser comprado por uno de los sobrinos de Ferruccio Lamborghini, el cual se subastó durante el pasado GP de Mónaco Histórico dentro de un lote donde se incluyeron otro Espada, un Jarama y tres tractores. Desde luego… Una imagen muy representativa de la dualidad en la que siempre se movió Ferruccio, la cual le valió sentencias como “sabrás conducir tractores, pero nunca sabrás conducir un Ferrari” a cuenta de la misma boca de “il Commendatore”.
Restaurado en 2013 y firmado por un ya crecidito Alberto de Mónaco, el Espada S1 con chasis 7293 está siendo una de las sensaciones del 40 aniversario del modelo, estimando entre 550.000 y 750.000 euros el valor que alcanzará en su próxima subasta monegasca. Y es que, en fin… Por mucho que nos encanten los coches de Maranello, si tuviéramos a Enzo Ferrari delante, no podríamos dejar de decirle “vaya, no está nada mal para ser un tractor, ¿eh?”.
Os dejamos con un Vídeo del G.P. de 1969, que siempre es un placer viajar en el tiempo 😉
