FOTOS LANCIA FULVIA BARCHETTA: SILVERSTONE AUCTIONS
Primero fue Ferrari con el Monza SP1. Al poco Aston Martin presentó su V12 Speedster. Y ahora, hace tan sólo unos días, Lamborghini Squadra Corse ha anunciado las pruebas en Monza de una barchetta basada en el Sián. Todo esto confirma una cosa: las barchettas han vuelto. Desaparecidas desde los años sesenta, estas versiones radicales sin techo alguno regresan en un momento donde las grandes marcas empiezan a despedirse de sus V12. Últimos alardes antes de abrazar propulsores híbridos como el del Ferrari SP90.
Sin embargo, hoy no vamos a analizar las razones de estas nuevas versiones sin techo ni capota. Lejos de ello, lo que atrae nuestra atención es una estupenda réplica de una barchetta realmente mítica. La que Fiori y Maglioli hicieran en 1968 a partir de un Lancia Fulvia. Sí, precursor de la edad dorada de la marca en los rallyes, prólogo a los once títulos mundiales de constructores. Deportivos italianos que, desde el Aurelia hasta el Delta pasando por el Stratos y el 037, han marcado una de las sagas competitivas más fascinantes de todos los tiempos.
Saga en la que, desde 1965 hasta 1976, el Lancia Fulvia Coupé destacó como coche de rallyes sin parangón antes del cambio revolucionario impuesto por el Stratos. Una historia de sobra conocida, dentro de la cual destaca la rareza de tres versiones barchetta. Modificaciones que, lejos de haberse realizado a espaldas a la casa, fueron fruto de la Squadra Corse HF, equipo propio de la marca anteriormente llamado Scuderia Lancia. Este Lancia Fulvia Barchetta es la réplica de una de ellas.
LANCIA FULVIA BARCHETTA: BAJO EL CALOR DE DAYTONA
Las 24 Horas de Daytona 1969 se disputaron bajo un calor sofocante. Algo que, dentro del habitáculo de un coche de competición, puede ser realmente terrible para los sufridos pilotos. De hecho, la experiencia fue tan dura que Claudio Maglioli no tuvo que insistir demasiado a Cesare Fiori -director de la escudería- para cortar el techo de la Lancia Fulvia de cara a la próxima cita importante, la Targa Florio siciliana.
Así pues, meses antes de entrar en los setenta los chicos de Squadra Corse HF fabricaron dos Lancia Fulvia Barchetta en las que, reforzando diversas partes de la carrocería mediante una estructura tubular, se daba solución a la falta de rigidez impuesta por la desaparición del techo y sus pilares. Y ojo, porque el resultado no pudo ser más brillante, ya que al ya de por sí ligero Lancia Fulvia se le rebajó hasta los 690 kilos en el caso de montar depósito de combustible para recorridos cortos y medios.
Un logro no sólo alcanzado por la ausencia del techo, sino también por la sustitución de algunos elementos por otros más ligeros. Cuando no su abierta eliminación como en el caso de la parrilla o los paragolpes. En suma, un conjunto de lo más contenido propulsado por el atípico V4 de ángulo estrecho fijado en unos 1300cc y unos quizá optimistas 160CV.
Más que suficiente para mover con brío a los livianos Lancia Fulvia Barchetta, los cuales además contaron con una batalla acortada en 28mm. Ganaron en sus respectivas categorías en los 1000 kilómetros de Nürburgring y en la Targa Florio de 1969. En suma, un verdadero juguete del cual, desgraciadamente, sólo sobrevive una unidad.
MÁXIMO ENCANTO
Desgraciadamente, aunque cuente con un enorme encanto, lo que estás viendo en las fotos no es una de las dos Lancia Fulvia Barchetta creadas bajo la supervisión de Cesare Fiori. Lejos de ello, se trata de un interesante tributo a ese Lancia vintage.
Un proyecto que vio la luz en el 2005, después de utilizar un Fulvia Rallye S de 1968 como coche donante. Decisión sin duda controvertida, pero que más de un lancista consumado aplaudirá al saber que tiene como fin rendir homenaje a la que, posiblemente, sea la barchetta más encantadora en la historia de Lancia. Junto a ciertas versiones del Aurelia y la D23 Pininfarina.
Recientemente, este Lancia vintage Fulvia Barchetta ha sido ofrecido por la casa de subastas británica Silverstone Auctions. Otra de las diversas réplicas existentes de los míticos deportivos italianos, pero sin duda una de las más conseguidas y practicables para todo tipo de concentraciones actuales en carretera abierta. Un meritorio homenaje que, no por ser una réplica más o menos reciente, deja de tener un gran valor al recordarnos uno de los pasajes más curiosos en toda la historia de la Squadra Corse HF.
Por último, ¿quieres conocer otra unidad muy especial? 😉