Miguel Sánchez
Hace unos días os contábamos la compleja historia que se esconde tras la esperada presentación del New Stratos. Una verdadera novela de encuentros y desencuentros cuyo último capítulo nos deja con un dato que apenará a más de uno: para la fabricación de cada New Stratos se habrá de sacrificar un Ferrari F430, el cual deberá ser proporcionado por el cliente a fin de que los talleres de Manifattura Automobili Torino lo conviertan en el modelo que homenajea al mítico campeón de rally. Además, no podrá lucir la enseña de Lancia.
La idea de resucitar el Stratos nos encanta. Pero tener que “mutilar” a uno de los “cavallinos” más exitosos de la última época para ello… No nos acaba de cuadrar. Más aún cuando la resurrección del modelo siquiera proviene de la propia Lancia. Polémicas aparte, lo cierto es que el New Stratos revive un coche con una de las carrocerías más llamativas de todos los tiempos. Unas líneas surgidas en la rivalidad entre Bertone y Pininfarina, las cuales se materializaron en un prototipo que cambiaría el diseño del automóvil en los años 70: el Lancia Stratos HF Zero.
PININFARINA Y BERTONE: UN PULSO POR ADELANTARSE AL FUTURO
Para Marcello Gandini el 28 de octubre de 1970 no fue un día sin más. Aquel día se presentaba en el Salón de Turín una de las creaciones más radicales del afamado diseñador de Bertone, un hombre cuyos lápices habían trazado las líneas de deportivos tan espectaculares como el Lamborghini Miura. Gandini había ido más allá estilizando las formas, olvidando las curvas para abrazar la línea recta y el ángulo, rebajando aún más la altura de la carrocería… Unas características futuristas con las que nació el Stratos HF Zero. El prototipo de lo que debería ser el nuevo deportivo de Lancia.
Sin embargo, aquella espectacular creación de la casa Bertone no sólo marcó el destino del futuro Stratos, sino también de todo el diseño automovilístico. Diseño que sufría rápidos cambios espoleado por la rivalidad entre Bertone y Pininfarina, dos gigantes del diseño industrial italiano que a principios de los 70 se encontraban en plena disputa por ver quién conseguía hacer el diseño más innovador y futurista.
De esa disputa nacieron en 1970 tanto este Stratos HF Zero como el Módulo de Pininfarina, un prototipo diseñado para Ferrari sobre la base de una de las 25 unidades del modelo de competición 512S. El estilo anguloso y la baja altura de ambos –93 centímetros para el Pininfarina y tan sólo 84 para el Bertone– marcaron una nueva época en el diseño de deportivos, alejándolos cada vez más de las líneas curvas y musculosas de los 60.
De hecho, no hace falta ser un avezado observador para ver la clara influencia que el Stratos HF Zero tuvo en modelos como el Countach LP400. Todo un icono del diseño que tan sólo un año después -1971- heredaba esta visión llena de rectas, ángulos y una altura extremadamente reducida. Una altura que permitió a Nuccio Bertone protagonizar una de las anécdotas más famosas del Stratos HF Zero cuando condujo el prototipo hasta las oficinas de Lancia… ¡Y pasó por debajo de la barrera de seguridad!
ASCENSO Y CAÍDA. DE ICONO DEL DISEÑO A SER SUBASTADO POR LEY
Los 70 eran años dorados para la industria italiana del automóvil. Estaban en la cresta de la ola, y se podían permitir dispendios como el que se hizo para el desarrollo de esta carrocería, alcanzando, en 1970, unos gastos de producción de 40 millones de liras, lo que vienen a ser unos 450.000 dólares de 2010. Para hacernos una idea, pensemos que el Lancia Fulvia 1.6 HF Coupé del cual toma su motor de 1584cc, 4 cilindros y 115CV costaba tan sólo unos 2’25 millones de liras…
Todo un alarde que, aunque permitió parir al mítico Stratos, avecinaba una gestión que tendría como consecuencia última la venta de su única fábrica a FIAT en 2007. De hecho, las sucesivas pérdidas y bancarrotas hicieron que este modelo fuera subastado por orden judicial en el 2011 junto a lo más granado de la colección de la marca.
Una subasta celebrada en el concurso de elegancia de Villa D’Este en la que el Lancia Stratos HF Zero llegó a los 761.000 euros…
Una cifra realmente sorprendente, aunque… Al fin y al cabo no dejas de estar ante uno de los prototipos que más ha influido en el diseño de automóviles. Porque recuerda, si alguna vez has tenido un coche de esos con multitud de líneas rectas tan propios de los 70 y 80… Es que has tenido un pedacito de lo que supuso esta creación radical de Marcello Gandini.
