Javi Martín
No podemos hablar del Lanzante 930 TAG Turbo sin hacerlo del modelo original. El Porsche 930 Turbo, la primera entrega del ya casi inmortal «Nueveonce” con motor turboalimentado, rompió todos los esquemas cuando hizo acto de aparición a mediados de los 70. Con un temperamento no apto para incautos y un aspecto a juego gracias a sus caderas anchas y a su alerón tamaño XXL, pasó a la historia como uno de los coches más salvajes de su época. Y eso que “sólo» tenía, en su primera iteración, 260 CV.
Ahora, esos 260 CV, incluso los 300 CV que anunció entre 1978 y 1989, no destacan especialmente visto con los ojos de hoy en día. Especialmente, cuando un compacto con aspiraciones racing puede presumir de tener más caballaje -el Ford Focus RS500 tiene 350 CV, por ejemplo. Eso por no hablar de Lanzante, un especialista británico en ingeniería automovilística que ha creado un Porsche 930 Turbo cuya potencia casi dobla al modelo original. Eso sí, no lo obtienen de la manera tradicional, a base de turbos más grandes y nuevos componentes, lo hacen mediante un nuevo motor cuyo origen tiene un elevadísimo pedigrí: la Fórmula 1.
¿Qué ocurriría si combinamos un motor de Fórmula 1 con un Porsche 911 Turbo de los años 70? Obviamente, el resultado apunta hacia algo demencial, si se logra, claro está, introducir un motor que no sea bóxer, en el exiguo hueco donde apenas cabe un motor de cilindros opuestos. La otra cuestión es tener a mano un motor de Fórmula 1. Lanzante tenía ambos frentes cubiertos, al menos, para crear 11 unidades del Lanzante 930 TAG Tubo, nombre que han decidido ponerle a esta creación.
TANTOS LANZANTE 930 TAG TURBO COMO MOTORES
La idea de fabricar 11 cuidados no fue por capricho, se debe a que solo disponían de 11 motores. Bueno, en realidad no son 11 motores, son 11 bloques de cilindros que se usaron en competición en la década de los 80. Hablamos, concretamente, del bloque de cilindros de propulsor TAG-Porsche V6, procedente de los McLaren MP4/3 con los que compitieron Niki Lauda, Alain Prost o Stefan Johansson. Curiosamente, este último, Johansson, tiene en propiedad un ejemplar del Lanzante 930 TAG Tubo equipado con uno de los bloques que el mismo uso en carrera.
El hecho de tener tan solo 11 bloques es porque McLaren no quiso vender motores completos. Por ello, además de por cuestiones lógicas, los 930 Tubo de Lanzante no alcanzan 1.000 CV de los que presumía el McLaren MP4/3, se conforman con 503 CV y 420 Nm de par, que no es poco precisamente. Para ello se ha contado con la colaboración de Cosworth y entre ambas compañías optaron por reducir un 25 % la presión de sobrealimentación con turbos más pequeños, cambiar la relación de aire/combustible, instalar un nuevo cárter y modificar la refrigeración. El objetivo, lógicamente, era hacer que el motor fuera más apto para un uso en vías públicas al tiempo que se mejoraba la fiabilidad.
Obviamente, hay muchas más cosas que un motor con raíces en la Fórmula 1, porque Lanzante ha creado muchas cosas con fibra de carbono y aluminio, tantas como para bajar el peso final hasta los 1.019 kilos -estimados-. También se añade un kit de rodaje creado exprofeso y una caja de cambios de seis relaciones procedente del Porsche 993 Turbo.
UN PORSCHE 930 TURBO FABRICADO A MANO
La asociación Porsche-McLaren logró grandes resultados en la década de los 80. El V6 TAG-Porsche se desarrolló tras una serie de contactos desde el equipo británico, el cual, buscaba disponer de una unidad de potencia que les permitiera ganar carreras y por supuesto, títulos. El cerebro detrás de su creación fue el mítico ingeniero Hans Mezger. Durante su gestación, al equipo de desarrollo se les ocurrió montar uno de los propulsores en un 930 Turbo por simple diversión, con coche que, como cabe esperar, ha sido fuente de inspiración para Dean Lanzante.
Todas las unidades son construidas desde cero y cada una presume de tener un propulsor con mucho caché. Por ejemplo, la primera unidad, de color marrón, equipó el bloque motor que usó Nikki Lauda en 1985. Aunque el más interesante, o al menos uno de ellos, es el Lanzante 930 TAG Turbo SJ87, propiedad de Stefan Johansson. Va equipado con el bloque de cilindros que él mismo usó en 1987, de ahí el apelativo de «SJ87”.
Técnicamente, no se diferencia del resto de unidades, pero se trata de una unidad que el propio Johansson ha decorado con sus propias manos, con los colores que llevó en su casco. El verde hace referencia al apodo que le puso su padre: “Little Leaf”, los tonos azules y amarillos son un guiño a su herencia sueca, mientras que el rojo y el blanco se relacionan con la decoración de su McLaren MP4/3. Y ha sido decorado por Johansson porque actualmente se dedica al mundo del arte.
