Lo mejor de Retro Bilbao 2023, tres días de fiesta en torno a los clásicos

Retro Bilbao 2023 ha cerrado sus puertas certificando que goza de una gran salud, pues, según datos proporcionados por Eventos Motor, más de 35.000 aficionados se acercaron al Bilbao Exhibition Center a disfrutar de su común pasión los vehículos de colección. En la zona expositiva del pabellón 5, destacaron los estands de la Real Peña Motorista de Vizcaya o las exclusivas piezas que siempre ofrece el espacio del Museo Torre Loizaga. Y es los Rolls-Royce siempre llaman poderosamente la atención. También BMW Motorrad celebró su centenario por todo lo alto.

Las miradas también se centraron en los tres vehículos del Dakar Classic presentes, todos cortesía de Ignacio Corcuera “Livingstone”. Hablamos de un Volkswagen Iltis y un Toyota BJ40, coches con los que ya ha participado en la prueba, además de camión un Mercedes Unimog. Con este último participará en la carrera africana el próximo año 2024. Por su parte, la asociación Euskadiko Citroenaren Lagunak reunió diversos modelos descapotables de las décadas de los 50 y los 60.

ÉXITO DEL APARCAMIENTO DE CLÁSICOS

Además, y como ya se esperaba, la asistencia al aparcamiento de clásicos ha sido masiva, completándose el aforo. Se trata de una zona que, por sí misma, configura otra feria a visitar, pues nos permite disfrutar de todo tipo de modelos, muchos de ellos populares.

En total, se reunieron más de 1.500 vehículos si incluimos los que participaron en las concentraciones previstas de Renault 11, Subaru o Mazda. Estuvo lleno prácticamente todo el tiempo. Es un espacio en el que los propios dueños pueden lucir sus automóviles y compartir experiencias con el resto de los propietarios y visitantes, lo que sin duda contribuye a generar comunidad y afición.

Aquí hay que anotar el acierto de la organización, que introdujo toda una serie de novedades para facilitar el acceso a los pabellones. De esta forma, se agilizó mucho el proceso y se evitaron las engorrosas colas.

ACTIVIDAD COMERCIAL

Hay que destacar el buen nivel de actividad comercial que se vivió a lo largo de los tres días. Y no sólo en la zona del mercadillo de piezas, recambios o automobilia, sino también en la compraventa de vehículos entre particulares. No deja de ser un buen indicativo de la salud de un sector que parece haber dejado atrás la crisis. Algunos aficionados echaron de menos el Motorshow, pero su no celebración no ha sido cosa de la organización, sino de la Administración.

En resumen, esta crónica de Retro Bilbao sólo puede terminar celebrando el éxito de público -a ratos casi no se podía caminar por los pabellones- de un salón que es la referencia absoluta en la zona norte.

Fotografías de Unai Ona y Eventos Motor.