Todas las décadas tienen sus grandes coches legendarios que con el pasar de los años se convierten en verdaderos clásicos de renombre. Para muchos la década de los ochenta fue una verdadera edad de oro para la industria, en lo que fue un momento muy emocionante gracias a competiciones como el Grupo B de rally que trajo grandes innovaciones.
Pero los ochenta, aparte de traer múltiples avances tecnológicos como generalizar la inyección de combustible, también fue una época en la que el automóvil estuvo muy relacionado con la cultura popular, protagonizando éstos películas, series de televisión e incluso videojuegos. Hoy en LA ESCUDERÍA enumeramos 15 modelos legendarios de aquella añorada década.
FERRARI TESTAROSSA
La compañía del Cavallino Rampante recuperó el nombre de Testarossa que ya habían usado años atrás para un deportivo presentado en 1984. Este automóvil contaba con un brillante diseño obra de Pininfarina, que contaba con todos los rasgos característicos de un Ferrari de esa época, como sus icónicas y atractivas branquias laterales.
El Ferrari Testarossa contaba con un motor V12 de cinco litros montado en posición central que transmitía 390 CV a las ruedas traseras. El Testarossa original se fabricó hasta 1991, pero su legado continuó en los años siguientes con los Ferrari 512 TR y 512 M, que se basaban en el diseño del original.
Más allá de sus sorprendentes prestaciones y atractivas formas el Testarossa se convirtió en todo un icono de los ochenta gracias a su papel protagonista en la serie de televisión Corrupción en Miami, sustituyendo a un falso Ferrari Daytona. También cabe mencionar su aparición en el legendario juego de arcade Outrun.
BMW E30 M3
Si bien la Serie 3 de BMW que con los años se ha convertido en el modelo más popular de la firma alemana se lanzó a mediados de los años setenta con el E21, la versión deportiva y mejorada M3 no llegaría hasta 1986, cuatro años después de la presentación del E30, que supuso la segunda generación del Serie 3.
Con propulsión trasera y un motor de seis cilindros en línea de 2,3 litros y 200 CV de potencia, el E30 M3 se convirtió en una de las grandes berlinas deportivas de los años ochenta, que dejaron su huella dentro y fuera de los circuitos. A estas grandes prestaciones se unía una imagen muy cuidada con unos aletines que ensanchaban la carrocería del coche y un alerón trasero, entre otras muchas mejoras.
El coche fue un verdadero acierto, artífice de la dinastía de los BMW M3 que continúa y que cuenta con tantísimos aficionados. Hoy en día los BMW E30 M3 son unos de los coches clásicos de los años ochenta que alcanzan una mayor cotización entre los coleccionistas y han visto como sus precios se multiplicaban en los últimos diez años.
RENAULT 5 GT TURBO
Traer un sucesor digno para un coche que fue tan revolucionario como el Renault 5 original presentado en 1972 era una tarea muy difícil, ya que este cochecito no solo se consagró como un utilitario ideal, sino que fue uno de los primeros compactos deportivos que llegó a equiparse con turbo, y cuya versión Turbo 2 hizo historia en el primitivo Grupo B.
De la mano del maestro Marcello Gandini, en 1984 aparece un nuevo Renault 5, popularmente conocido como Supercinco debido a la publicidad de la época. Este coche volvía a cumplir todos los roles que tuvo el modelo original, incluida una versión deportiva, el GT Turbo, que lograba rendir 120 CV con un motor de 1,4 litros y un peso de tan solo 865 kilos.
Actualmente hay que pagar una pequeña fortuna para encontrar una unidad en buenas condiciones, ya que estos coches se ganaron una mala reputación como peligrosos cuando el verdadero riesgo solía estar en quien lo manejaba. Por este motivo muchos GT Turbo fueron carne de desguace a una temprana edad, debido a una alta siniestralidad en este modelo.
OPEL KADETT GSI
El Opel Kadett fue una nomenclatura que la firma alemana del grupo General Motors empleó por primera vez en los años treinta, pero no fue hasta finales de los setenta cuando introdujeron por primera vez la tracción delantera en uno de sus coches, algo que hizo el Opel Kadett D.
En 1984 la compañía presenta el nuevo Opel Kadett E, coche que logró venderse y fabricarse por todo el mundo bajo diversas marcas como Pontiac o Daewoo. Pero en Europa es recordada especialmente la versión deportiva GSI, que hacía uso de la novedosa inyección de combustible en motores 1,8 y 2 litros.
Esta versión del coche se vendía en carrocerías de tres puertas y como descapotable, aunque también existió como cinco puertas en la motorización con 16 válvulas. Aunque esta fue la última generación del Opel Kadett en 1991 el Opel Astra tomaría el relevo de este legendario modelo, con versión GSI incluida.
PONTIAC FIREBIRD: K.I.T.T.
Aunque la década de los setenta fue un periodo nefasto para los muscle car y la industria del automóvil norteamericana en general, Pontiac, la marca más deportiva de General Motors supo reinventarse en estos duros tiempos. Uno de los éxitos taquilleros de 1977, solo por detrás de Star Wars, fue Los Caraduras, protagonizada por Burt Reynolds al volante de un Pontiac Firebird.
Esta popularidad hizo que las ventas del modelo se disparasen, pero esa generación del Firebird, que introdujo novedades como el turbo, se vendió hasta 1982. Para ese momento General Motors presenta la tercera generación de este coche, que contaba con un diseño más adecuado para la época.
De nuevo la cultura popular fue el as en la manga para Pontiac, ya que ese mismo año se estrenaba una serie llamada El Coche Fantástico que tenía por protagonista un Pontiac Firebird con la tecnología más futurista imaginable que acompañaba en sus aventuras a Michael Knight, interpretado por David Hasselhoff. El coche fue un éxito comercial, y mucha gente sigue reconociendo a este modelo como K.I.T.T. más de cuarenta años después.
PORSCHE 959
El Porsche 959 fue uno de los proyectos más ambiciosos de la marca, y que debido a su elevado coste de desarrollo por poco termina con la marca de deportivos alemanes. La idea de la compañía era crear un coche de carreras definitivo para competir en la categoría Grupo B de rally, cuyas regulaciones eran más laxas.
El Audi Quattro ya había hecho su debut en dicha categoría, y había demostrado a los fabricantes que el futuro de muchos coches de competición pasaba por la tracción integral. La respuesta de Porsche fue crear un automóvil revolucionario, dotado de tracción a las cuatro ruedas y dos turbocompresores, convirtiéndose en el coche de calle más rápido del mundo.
Los 959, en su versión más primitiva, tuvieron como banco de pruebas el Rally París-Dakar de 1984, cuando el modelo era aún un 911 seriamente modificado. El coche terminó como campeón en aquella ocasión, y el triunfo se repetiría en esa misma prueba en 1986, así como en el Rally de los Faraones en 1985.
FERRARI F40
Durante gran parte de los años ochenta el Ferrari más sorprendente en cuanto a sus prestaciones fue el 288 GTO, pero con tal de celebrar el cuarenta aniversario de la marca crearon, de nuevo de la mano de Pininfarina, el Ferrari F40, uno de los grandes iconos del automovilismo italiano.
El coche se convirtió en un clásico casi de manera instantánea, y aunque la compañía tenía unas previsiones de venta muy modestas para este superdeportivo puramente analógico y carente de cualquier elemento de confort, la respuesta del público fue sorprendentemente buena, y las 1311 unidades fabricadas son buena muestra de ello.
Enzo Ferrari falleció en 1988, apenas un año después de la presentación de este modelo que logró competir e incluso superar en velocidad máxima al Porsche 959, logrando así el récord de velocidad hasta la llegada del Jaguar XJ220, cumpliendo así el último de muchos sueños de Il Commendatore.
FORD SIERRA RS COSWORTH
Los años ochenta vieron también el resurgir de las competiciones de berlinas, una categoría en la que la división inglesa de Ford había brillado en el pasado, pero que había abandonado prácticamente por completo. Aunque todo esto cambiaría con la presentación del Ford Sierra en 1982.
El proyecto para crear una versión deportiva del Sierra comenzó en 1983, un trabajo que se llevó a cabo de manera conjunta con Cosworth, empresa que ya había colaborado con Ford dos décadas antes. El resultado fue el Ford Sierra RS Cosworth que desarrollaba 204 CV.
Pero hubo una versión aún más radical, el Ford Sierra Cosworth RS500, modelo presentado en 1987, después de que el Sierra ya acumulase decenas de triunfos en su palmarés. Del RS500 solo se fabricaron 500 unidades y en algunos coches preparados para carreras podían llegar a desarrollar hasta 550 CV de potencia.
LANCIA THEMA 8.32
El Lancia Thema salió al mercado en 1985 como una espaciosa berlina de lujo italiana que contaba como mecánica más potente con el V6 desarrollado de manera conjunta por Peugeot, Renault y Volvo, aunque a partir de 1992 este motor se remplazó por un creado por Alfa Romeo.
Pero la marca sorprendió al presentar el Thema 8.32 en 1986, modelo cuya mayor peculiaridad y atractivo era un potente motor V8 de 215 CV de potencia procedente del Ferrari 308 que había tenido que ser seriamente modificado para poder instalarse en esta berlina.
Su producción fue muy limitada, con tan solo 3.537 ejemplares construidos hasta el año 1991. Fue también el primer coche producido en serie en equipar un alerón retráctil y en España es recordado por ser el vehículo en el que el jugador de baloncesto Fernando Martín perdió la vida en 1989.
VOLKSWAGEN GOLF MKII GTI
Si bien la autoría del primer deportivo compacto puede ser motivo de debate, lo que está claro es que Volkswagen fueron los primeros en montar la inyección de combustible en un utilitario con el fin de mejorar su rendimiento, creando así el Golf GTI en 1976.
Los GTI se convertirían en su propia raza de automóviles una vez llegados los años ochenta, ya que esta fórmula garantizaba el éxito comercial en muchos casos y fue copiada por infinidad de fabricantes que contasen con un compacto en su catálogo y buscasen un plus de deportividad.
Claramente inspirado en los trazos del Volkswagen Golf original creado por Giorgetto Giugiaro en 1983 la marca presenta la segunda generación del modelo, una de las más exitosas a nivel comercial, y cuya versión GTI es toda una institución de los compactos deportivos de la época.
PEUGEOT 205 GTI/RALLYE
Ante la popularidad de utilitarios como el Volkswagen Golf o el Renault 5, Peugeot presentó en colaboración con Pininfarina el 205 en 1983, coche que se convertiría en un éxito instantáneo a nivel internacional y que terminaría su producción en 1998 en Villaverde.
Hubo que esperar un año para que llegase la versión deportiva del modelo con el GTI de 1,6 litros y 105 CV que posteriormente pasaría a desarrollar 115 CV, además de lanzar un GTI con motor de 1,9 litros y 130 CV de potencia que estuvo disponible a partir de 1986.
Otra variante para destacar era el 205 Rallye, también con carácter deportivo, pero más modesto que los GTI al montar carburación en un motor de 1,3 litros llegando a desarrollar 103 CV. El 205 también fue uno de los coches más icónicos del Grupo B con el espectacular T16.
MERCEDES-BENZ 190 2.5 EVO
El lanzamiento del Mercedes-Benz 190 en 1982 supuso un gran hito para la historia de la marca, ya que fue una berlina de tamaño pequeño para lo que acostumbraba la compañía, pero cargada con la tecnología más moderna y todas las comodidades propias de un Mercedes. Por estas razones el W201 fue conocido popularmente como Baby Benz.
Aunque el coche contaba con una amplia selección de motorizaciones disponibles hubo que esperar hasta 1989 para la llegada de la versión más radical de todas; el Mercedes 190 2.5 EVO, aunque la berlina llevaba demostrando su potencial deportivo desde 1984 con los 2.3.
El 190 2.5 hizo historia en los campeonatos de DTM declarándose campeón ante otras de las muchas berlinas deportivas de la época, y sirvió también para demostrar la valía de un joven piloto llamado Ayrton Senna que ganó a otros conductores consagrados en una competición monomarca. Especialmente icónicos fueron los EVO 2 con su descomunal alerón.
LAMBORGHINI COUNTACH LP5000 QV
El Lamborghini Countach nació en los años setenta en pleno apogeo de los deportivos en forma de cuña, y para muchos es la mejor obra del legendario diseñador Marcello Gandini, que presentó por primera vez las icónicas puertas de apertura de tijera en este modelo.
El Countach contó con una vida comercial muy prolongada, ya que con diversas actualizaciones técnicas y estéticas estuvo en producción hasta 1990, pero quizá la versión más recordada es el Countach LP5000 QV, que fue el protagonista de innumerables pósteres que decoraron las habitaciones de los adolescentes durante aquellos años.
En la actualidad es un verdadero icono de la cultura popular, ya que apareció en películas como Los Locos de Cannonball, aunque la unidad de aquel largometraje era anterior, y más recientemente tuvo un cameo importante, aunque doloroso, en El Lobo de Wall Street.
DELOREAN DMC-12
El DeLorean DMC-12 nació de la ambición de John DeLorean, exejecutivo de General Motors, por construir un automóvil deportivo ético que fue diseñado por Giugiaro y se terminó ensamblando en Irlanda del Norte. El coche era futurista, contaba con una carrocería de acero inoxidable y alas de gaviota, pero su motor V6 PRV no era suficiente para un deportivo, y esto sumado a otra serie de problemas hicieron que fuese un fracaso.
El DeLorean fue un sueño que solo duró dos años, entre 1981 y 1983, para pasar a ser una verdadera pesadilla para su creador, que se vio inmerso en un escándalo relacionado con el tráfico de drogas para tratar de salvar una compañía que había generado una deuda millonaria.
Este coche podría haber sido olvidado, pero el estreno en 1985 de la película Regreso al Futuro convirtió al DeLorean en la máquina del tiempo más famosa de la historia del cine, convirtiéndolo en uno de los automóviles más reconocibles en todo el mundo, pero por desgracia ya era tarde para la compañía.
AUDI QUATTRO
Concluimos la lista con uno de los coches más emblemáticos del Grupo B de Rally; el Audi Quattro, un vehículo que cambió las reglas del juego casi literalmente y cuya influencia sigue vigente hoy en día, ya que fue pionero en introducir la tracción a las cuatro ruedas al mundo de los rallyes.
La tracción integral unida a un potente motor pentacilíndrico equipado con turbocompresor dotó de una gran ventaja a este automóvil en las competiciones, puesto que sus rivales más directos aún eran de propulsión trasera. De cualquier manera, tuvo que pelear mucho contra el Lancia 037, en una de las luchas más épicas que se recuerdan en este deporte.
Más de cuarenta años después la tracción integral se ha adaptado a todo tipo de vehículos, y sigue siendo una de las características comunes para muchos de los Audi deportivos, por lo que sin duda este vehículo que acumuló 23 victorias en su época es uno de los más importantes para la historia de la marca.