Los 15 peores coches de la historia, una afirmación muy rotunda, pero muy cercana a la realidad. ¿Qué necesita un coche para ser considerado como el peor coche de la historia? Si sabes como funciona un automóvil, la lista de problemas puede ser muy larga, pero en nuestra selección de los peores coches de la historia, hay modelos que sufren una enorme cantidad de problemas.
El automóvil es una máquina compleja por la cantidad de componentes que lo forma, lo que puede ser proclibe a tener toda clase de problemas. Los fabricantes, por lo general, someten sus productos a toda clase de pruebas para evitar, en lo posible, los posibles problemas que puede sufrir un vehículo y, por lo general, suelen hacer bien su trabajo. Sin embargo, en ocasiones, no se sabe muy porqué, las cosas pasan al lado contrario y el desastre toma forma de vehículo.
Los peores coches de la historia demuestran que, en ocasiones, los fabricantes no hacen bien su trabajo o, por el motivo que sea, ponen en circulación vehículos que son espantosos y la ruina para aquellos que deciden adqurir uno de ellos. Una lista de horrores sobre ruedas…
ZÜNDAPP JANUS, EL COCHE SIMÉTRICO
El Zündapp Janus es un vehículo de lo más particular, un coche con un diseño que, en caso de cruzarse con uno por la calle, haría dudar sobre si viene de frente o marcha atrás. Y no solo por su diseño exterior, es que la configuración interior lleva los asientos colocados de tal forma que los ocupantes de las plazas traseras, van de espaldas a los pasajeros delanteros. Cuanto menos, peculiar y uno de los peores coches de la historia menos problemáticos.
Su denominación derivaba del dios mitológico romano Jano, el dios de las puertas, de los comienzos y de los finales, un guiño al diseño del coche, a sus dos “caras” y a sus dos puertas. No obstante, sus prestaciones no eran precisamente de un dios, más bien de un simple mortal, y uno en mala forma. Su motor era un monocilíndrico de 248 centímetros y ciclo dos tiempos, que rendía 14 CV y permitía lanzar al Zündapp Janus hasta los 80 km/h. El motor, por cierto, estaba colocado entre los asientos.
AUSTIN ALLEGRO, EL COCHE DEL VOLANTE CUADRADO
El Austin Allegro es un automóvil que bien podría haber sido un éxito por su concepto: un vehículo de tamaño contenido, diseño más o menos acertado y económico de adquirir y de mantener, sin dejar de lado las soluciones interesantes como la suspensión Hydragas, evolución de la hidroelástica de BMC. Podría, porque se vendieron “solo” 642.350 unidades entre 1972 y 1982, la mayoría de ellas en Reino Unido.
Lo más llamativo es que fue un coche con diferentes problemas por falta de calidad y para rematar, fue equipado con el llamado “Quartic”, que venía a ser un volante de formas cuadradas cuya existencia se debió a una solución de diseño que impuso el departamento de marketing. Se quiso montar unos asientos con mayor mullido, una solución muy asociada al lujo en aquellos años y que provocó una falta de espacio para las piernas que, como cabe esperar, hubo que “arreglar” de alguna manera. La idea, el Quartic, solo duró un año y fue vapuleado con toda clase de críticas desde el sector de la prensa.
FORD EXPLORER, EL COCHE QUE HACÍA REVENTAR SUS NEUMÁTICOS
Aparecido en 1991 para reemplazar al Ford Bronco II, el Explorer se convirtió en un auténtico éxito de masas, las ventas fueron abrumadoras y entre otras cosas, se le culpa de la obsesión estadounidense por los coches enormes y pesados; los medios estadounidenses lo llaman “el coche de las mamás” porque fue un coche muy demandado por féminas.
Sin embargo, el Ford Explorer esconde una historia truculento, un problema que provocaba graves accidentes –como vuelcos en plena carretera–. El Ford Explorer sufría de reventones de neumáticos en autopista, con el consiguiente y grave peligro, fueron miles de casos los que se registraron hasta provocar un juicio entre la misma Ford y el suministrador de neumáticos en aquellos años, Firestone. Como curiosidad adicional, el Ford Explorer fue el coche más achatarrado gracias al programa Cash 4 Clunkers de la administración Obama, algo así como un Plan Renove yankee.
AMPHICAR 770, IMPRESCINDIBLE ENGRASARLO DESPUÉS DE CADA BAÑO
La obsesión por mezclas conceptos no es nada nuevo, de hecho, viene de lejos y, en ocasiones, ha dado lugar a cosas muy extrañas y, seamos sinceros, innecesarias. ¿Qué tiene de interesante un coche anfibio, que tendrá toda clase de limitaciones en agua y en tierra? Pues tiene y mucho de interesante, sobre todo cuando su principal objetivo es ser una herramienta para los cuerpos de seguridad y rescate.
Sin embargo, el Amphicar 770 tenía como objetivo ser un vehículo lúdico, un juguete para mayores que, por cierto, fue capaz de cruzar el Canal de la Mancha. Un logro realmente notable a pesar de sus muy modestas prestaciones –tenía un motor Triumph de 1,2 litros con cerca de 40 CV–. No obstante, después de cada zambullida había que volver a engrasar un total de 13 elementos mecánicos, siempre que, claro está, quisiéramos mantener el coche en funcionamiento hasta el próximo baño. Eso sin contar con que era un coche pésimo y un barco pésimo.
CHEVROLET CORVAIR, ACUSADO DE SER EL COCHE MENOS SEGURO DEL MUNDO
El objetivo era muy interesante: crear un coche dinámico, de talante deportivo y aspecto juvenil, con un tamaño compacto y fácil de mantener. Sin embargo, la forma de conseguirlo fue, quizá, menos acertada, sobre todo para un mercado acostumbrado a otra serie de soluciones.
Para empezar, la situación del motor –atrás– y que fuera refrigerado por aire, resultó chocante, así como su diseño exterior. No obstante, estos detalles pasaron a un segundo plano cuando el coche comenzó a circular. El diseño de la suspensión trasera, ruedas independientes por eje oscilante, provocaba comportamientos anómalos que, según las condiciones, podía acabar en una salida de carretera. También se generaba un desgaste excesivo de los neumáticos e incluso su rotura en marcha.
NSU RO80,
Si por algo es famoso el NSU Ro80 es por su propulsor, uno primeros motores rotativos de producción en masa. Feliz Wankel había desarrollado un motor de lo más particular, aunque bastante similar, por funcionamiento, a un motor de dos tiempos –no tiene válvulas y el movimiento de gases se hace a través de lumbreras, gestionadas por el propio rotor–.
La puesta en escena de este motor fue una revolución, pero su existencia pronto se vio ensombrecida por toda clase de problemas. La marca, cuando presentó el nuevo Ro80, prometió ventajas de peso, vibraciones, prestaciones… pero no dijo nada sobre el elevado consumo de combustible y de aceite, los problemas de arranque en frío, desgaste de retenes…
MORGAN PLUS 8 PROPANE, UN COCHE CON CHASIS DE MANDERA Y UN DEPÓSITO DE PROPANO TRAS EL APRAGOLPES TRASERO
El Morgan Plus 8 es uno de los modelos más famosas de la mítica marca británica gracias a su motor V8 de origen Buick o Rover. La potencia de un motor de ocho cilindros en cuerpo ligero como el del Morgan era todo un caramelo.
Pero eso no evitó que en la década de los 70, la crisis del petróleo también afectara a sus ventas, así que en Morgan decidieron salir al paso con el desarrollo de un Plus 8 que funcionaba con propano. Esto no sería un problema de haber tenido el depósito en otro lugar, y no detrás del paragolpes trasero sin ningún tipo de protección adicional. Un serio peligro en caso de impacto trasero.
FORD PINTO, UN DISEÑO MUY NEGLIGENTE
En ocasiones, la búsqueda de soluciones para abaratar los costes suele dar como resultado coches que, en algún punto de su estructura, cuentan con ahorro de costes. No es un problema cuando se trata de algo que no afecta a la vida cotidiana con el coche y, sobre todo, a su seguridad.
Sin embargo, con el Ford Pinto se fue demasiado lejos. La firma americana quiso plantar cara a la oleada de pequeños modelos nipones con un coche de desarrollo propio, pero todo salió mal. El motor estaba colocado de tal forma, que potenciaba su intrusión en el habitáculo en caso de impacto; el depósito de combustible estaba colocado muy cerca del paragolpes trasero y era propenso a provocar incendios en caso de impacto trasero; la carrocería se fabricó con una chapa muy endeble, que se doblaba y arrugaba demasiado en caso de accidente… Y aun así, se vendieron más de 400.000 unidades.
ASTON MARTIN LAGONDA, DOMINADO POR LOS DUENDES DE LA ELECTRÓNICA
En la década de los 70, la puesta en escena del Aston Martin Lagonda resultó muy espectacular. Su diseño, dominado por las líneas rectas y los ángulos, era increíble y se ganó las alabanzas de muchos, sobre todo para ser un sedán. Además, era un compendio tecnológico y presumía de ser el primer automóvil de producción con una gestión computerizada y un panel de instrumentos digital, así como un panel de control táctil.
Y eso, entre otras cosas, fue su perdición, ya que resultaron ser una fuente de problemas de todo tipo, lo que provocó que acabara con una imagen pésima. Eso se sumó a unas prestaciones bastante pobres ara un Aston Martin, como una velocidad máxima de 230 km/h o un 0 a 100 km/h en 8,8 segundos –la caja de cambios, una TorqueFlite de tres marchas de Chrysler, tenía mucha culpa de ello–, al tiempo que los frenos traseros sufrían de sobrecalentamiento por unas llantas con una ventilación nefasta.
ALFA ROMEO ARNA, UN ITALIANO CON IDEAS JAPONESAS QUE NO FUNCIONÓ BIEN
El Alfa Romeo Arna es un coche bastante peculiar, pues es el resultado de un acuerdo de colaboración entre la firma italiana y la japonesa Nissan, de hecho, su nombre son las iniciales de “Alfa Romeo Nissan Autoveicoli”. La unión de ambas compañías debería haber sido un éxito, pero en realidad fue todo un desastre.
La idea del acuerdo era desarrollar un coche económico, que se pudiera fabricar en masa, pero todo fue de mal en peor. El diseño, para empezar, fue criticado por ser poco italiano, poco Alfa –era una derivado del Nissan Chery/Pulsar N12–, mientras que la producción fue absolutamente negligente, característica de la marca italiana en aquellos años. Es decir, el Arna era un Alfa Romeo feo, que además, se rompía cada dos por tres y para colmo, era caro. Hubo que realizar diferentes cambios en la estructura para adoptar algunas soluciones “by Alfa”, que retrasaron el proyecto y aumentaron los gastos…
CITROËN SM, EXCELENCIA FRANCESA CON ELECTRÓNICA CAPRICHOSA
Si hubiera que elegir un Citroën muy famoso, las elecciones son muy, muy claras: el DS y el Citroën SM. Dos joyas de la automoción que siempre estarán en la mente de los seguidores de la marca francesa, aunque el primero es un compendió de innovaciones, mientras que el segundo acabó por ser famoso por otra serie de cosas.
El Citroën SM procede de una época en la que la firma francesa era famosa por innovar: faros direccionales, sistema hidroneumático para frenos, dirección y suspensión, diseños “espaciales” y aerodinámicos… Pero con el SM metieron la pata. Por un lado, el motor, un V6 Maserati, se asfixiaba bajo un capó sin apenas ventilación y todo el contenido electrónico era una fuente de numerosos dolores de cabeza. Eso, más la crisis del petróleo y una oscura oposición de Peugeot a un coche tan avanzado en Citroën marcaron su final.
TRIUMPH TR7, FIASCO TANTO EN DISEÑO COMO EN CALIDAD
Podemos considerar al Triumph TR7 como uno de los últimos roadster de origen británico, aquellos que se hicieron tan famosos y, entre otras cosas, provocaron una revolución en Estados Unidos –el Corvette, por ejemplo, fue un intento de replicarlos al estilo yankee–. Uno de los últimos y además, uno de los que menor éxito tuvieron.
Allá por los años 70, los descapotables de dos plazas, todos en general, veían como su popularidad caía cada día más, sobre todo en Estados Unidos. Triumph quiso evitar esa caída de ventas con el TR7, pero todo acabó peor de lo que se esperaba. El diseño no gustó, las prestaciones eran escasas y no cuadraban con su apariencia, adolecía de problemas de estabilidad y su calidad era pésima: las cadenas de distribución se rompían, las bombas de agua y aceite dejaban de bombear y en su lugar, succionaban, el techo tenía poca estanqueidad, los faros retráctiles se abrían cuando les venía en gana…
CADILLAC CIMARRON, EL COCHE QUE CASI ACABA CON LA MARCA
Por todos es sabido la costumbre de General Motors de reciclar coches para diferentes mercados, lo que, en ocasiones, ha dado lugar a resultados nefastos, como es el caso del Cadillac Cimarron. Todo lo que era malo en General Motors en la década de los 80, estaba presente en este coche, o eso decía la prensa de la época.
General Motors quiso detener la sangría de ventas que se producía a favor de Mercedes y BMW, cuyos coches “compactos” tenía mucha aceptación en Estados Unidos y lo hizo de la peor forma posible: tomó un Chevrolet Cavalier y lo convirtió en un Cadillac. Para los europeos sería mejor decir que cogió un Opel Ascona y lo hizo pasar por un Caddy, con motores de cuatro cilindros que no llegaban a los 100 CV, un V6 que no superaba los 125 CV, cambio automático de tres relaciones, llantas de 13 pulgadas… Pronto fue tildado como un “icono de la mediocridad” por la prensa estadounidense.
MASEARTI BITURBO, UN COCHE DONDE LA CALIDAD BRILLABA POR SU AUSENCIA
El Maserati Biturbo, con su bella estampa, apareció en una de las peores épocas de la firma italiana, cuando Alejandro De Tomaso estaba al frente de las operaciones. Pero no fue porque De Tomaso fuera el dueño, aunque tuvo parte de culpa, el Maserati Biturbo es uno de los peores coches de la historia por otros motivos.
Para algunos medios, decir Maserati Biturbo era como decir “chatarra cara”, y algo de razón tenían. En aquel momento, la firma italiana estaba desesperada y su liquidez era muy, muy limitada, al borde la quiebra. Eso derivó en un coche que sufría casi cualquier cosa que se pudiera imaginar: tenía fugas de todo tipo, corrosión, problemas eléctricos, acabados de pésima calidad, motores que perdían potencia…
YUGO GV, UNA AVERÍA CON RUEDAS
Se dice que el Yugo GV tenía la luneta trasera calefactada, para que aquellos que empujaran tuvieran las manos calientes. Con eso nos podemos hacer una idea de la imagen que tiene el Yugo GV, un coche que se coloca como el rey de los peores coches de la historia.
Un medio estadounidense afirmó que el Yugo, fabricado en Yugoslavia, tenía una inconfundible sensación de haber sido ensamblado a punta de pistola. Entre los problemas que podían aparecer, estaba el hecho de que las cosas se caían, el sistema eléctrico podía chisporrotear, los motores hacían toda clase de ruidos y sufrían toda clase de averías, las manivelas para abrir las ventanillas se rompían al usarlas, el tapón del depósito de gasolina podría negarse a salir, el salpicadero sufría grietas… Está considerado como el peor coche de la historia.