Gracias al cuidado y laborioso proceso de restauración del Alpinche, la Fundación Estanislao Reverter ha conseguido poner la memoria de este piloto entre los titulares de clásicos durante los últimos meses. No obstante, la carrera del orensano va mucho más allá de aquella creación. Basada en mezclar un Alpine A110 con el motor de un Porsche 911, amalgamando todo con piezas de diversa procedencia y el ingenio mecánico de él mismo. De hecho, su palmarés recorre dos décadas. Empezando en el Trofeo FASA-Renault de 1955 para acabar ganando en cuatro de las seis pruebas inscritas durante 1975. Siempre pilotando con habilidad, pero también demostrando un metódico afán por la mecánica.
Hasta el punto de trabajar horas y horas en ella, quitándose tiempo del necesario descanso físico durante los propios rallyes. Además, su instinto para la conducción también atendía a los aspectos más técnicos. De esta forma, cuando desde 1958 empezó a acudir al Montecarlo se fijó en cómo trabajan la navegación las mejores escuadras. Gracias a ello observó todo lo relativo al sistema de anotaciones manejado por los copilotos. Aprendiendo de ello para ser un pionero de esta práctica en España. Así las cosas, Reverter no sólo fue un piloto dotado de talento al volante. También fue un cuidadoso mecánico y gestor de carreras, volcado en difundir y profesionalizar la práctica de los rallyes en España.
Rallyes en los que compitió a bordo de más de veinte modelos diferentes. Desde icónicos turismos de competición como el Lancia Fulvia HF o el Alfa Giulia Sprint GTA hasta pequeños modelos ideales para carreras en cuesta como el BMW 700 o el Authi Mini. Y eso sin contar con su Alpinche, el 911 R que usó desde 1968 hasta 1971 o el FIAT Abarth 1000 gracias al cual quedó tercero en el Campeonato de España de Rallyes de 1965. Una excelente panoplia deportiva donde, curiosamente, destaca durante dos de sus mejores y más importantes años en competición un sencillo Goggomobil. Algo aún más llamativo cuando, investigando en su palmarés y cotejando matrículas, se comprueba cómo Reverter también compitió con una unidad oficial de la marca tras hacerlo con la suya propia.
GOGGOMOBIL, UNA INESPERADA DEPORTIVIDAD
Con unos 430 kilos en las versiones que se movieran en torno a los 400cc, el Goggomobil fue un microche urbano escasamente potente pero al tiempo muy ligero. Si a ello se le sumaba su tamaño más que escueto, no pocos pilotos vieron en él un modelo interesante y asequible para carreras en cuesta o tramos revirados. Evidentemente, sus 20CV en las variantes más prestacionales no aseguraban nada en las rectas o contra máquinas nacidas por y para la competición. Pero, de estar en las manos adecuadas, podían dar sorpresas a coches con mucho más presupuesto.
De hecho, esto no sólo pasó con los Goggomobil. Lejos de ello, una de las razones por las que más se recuerda la Mille Miglia de 1954 es por la inscripción de siete Iso Isetta llegando a acabar la prueba cinco. Bien es cierto que en los últimos lugares, pero logrando terminar como no lo hicieron casi la mitad de quienes tomaron la salida en Brescia. Además, yendo a la historia del Montecarlo podemos ver las tres victorias del Mini Cooper S en los años sesenta ante coches mucho más potentes. ¡E incluso la victoria en su clase de un Trabant del equipo oficial en 1970! Y eso por no hablar del Goggomobil creado por Ramón Arnalot y Salvador Cañellas en 1968.
Una de las monturas artesanales más espectaculares del automovilismo español. Usando como base un Goggomobil 400 al cual se le incorporó el motor tres cilindros de una furgoneta DKW. Si a ello se le suman los ejes ensanchados, las tomas de aire y los tres escapes para Bultaco Metralla 250 el aspecto es de lo más rotundo. Algunos dirían incluso que marciano. Debido a lo cual este modelo pilotado por Cañellas recibió el apelativo de OVNI.
Así las cosas, aunque pueda sorprender la aparición de los Goggomobil en la carrera de Reverter, la verdad es que no es algo del todo extraño. Menos aún cuando el propio Reverter gestionaba las ventas del modelo en las provincias de Orense y Pontevedra siendo concesionario de MUNISA. La empresa de Vizcaya que, desde 1962, fabricó en sus instalaciones de Mungía la versión nacional de este microcoche alemán presentado en 1958. Un modelo que tuvo un nicho efímero en el panorama español. Ya que, según las familias podían ir accediendo al popular 600, el mercado para los microcoches iba quedando como un recuerdo de la postguerra y su escasez.
AÑOS CLAVE PARA ESTANISLAO REVERTER
Situando al Goggomobil dentro de la carrera de Reverter, llama la atención cómo su uso durante 1963 y 1964 coincide con una de sus etapas deportivas más decisivas. Para empezar, de aquellas ya había participado cuatro veces en el Rallye de Montecarlo. Además, en 1958 había sido tercero en el Campeonato de España de Rallyes. Perdiéndolo en la última prueba en medio de una serie de operaciones confusas. Todas ellas favorables a la victoria del militar Jaime Miláns del Bosch. Precisamente ése mismo personaje que, en 1981, cambió los coches de rallye por los tanques durante el golpe de estado liderado por Tejero.
Llegados a este punto, por cierto, conviene recordar una vez más el carácter polifacético de Reverter. Y es que, más allá del automovilismo, fue diputado en las cortes constituyentes por la UCD. Así como partícipe en la redacción del anteproyecto del Estatuto de Autonomía para Galicia. Volviendo a los rallyes, en 1964 la suerte le volvió a dar la espalda dentro del Campeonato de España. Perdiéndolo en la última prueba -Rallye Dos Cataluñas- por la rotura de su Ford Lotus Cortina. Una fatalidad que lo relegó al segundo puesto. Quedando primero Jaime Juncosa con un FIAT Abarth 1000 que, según las más de las fuentes, parece ser adquirió al propio Reverter unos meses antes.
Así las cosas, durante ese mismo 1964 Ford le ofreció trasladarse a Inglaterra para ser piloto del equipo oficial. Una oferta que demuestra a las claras hasta qué punto Reverter fue un piloto en el que fijarse, aunque finalmente la declinase para seguir en Galicia apegado a su familia y negocios. Con todo este contexto, es difícil no pensar en la paradoja de cómo el preparado Cortina se compaginó con otros modelos mucho más sencillos. Esos entre los cuales el Goggomobil destaca por su exotismo y personalidad inesperada.
EL GOGGOMOBIL EN LA CARRERA DE REVERTER
Vayamos por partes. O, concretamente, por años. Para empezar, en 1963 corrió con una unidad procedente de su propio concesionario con matrícula OR-9558. Dado que no existen datos específicos sobre si su motor se trucó de alguna manera, lo más normal es pensar que el bicilíndrico de aquel Goggomobil rendiría los algo menos de 20CV. Lo dado por las unidades de serie. Así las cosas, Reverter y su copiloto Manuel Sanjurjo lograron ser primeros en su clase tanto en el Rallye Volta ao Minho como en el de La Toja. No está nada mal, ya que justo esas dos victorias fueron las únicas participaciones de Reverter con el Goggomobil aquel año.
Gracias a esto, el equipo oficial de MUNISA le ofreció a Reverter una de sus unidades en 1964. Según los registros fotográficos y el hecho de que su matrícula BI-58832 sea de Bilbao como la propia MUNISA, todo indica a que aquella unidad es la que hoy en día se encuentra depositada en la Fundación Estanislao Reverter. En el palmarés oficial de Reverter recogido por su propia Fundación sólo se indica una participación con este modelo. La dada en la segunda edición del Rallye Rías Bajas. Donde Reverter quedó doceavo mientras el Porsche 356 de Jorge Soromenho se hacía con la victoria.
Tras todo esto, la siguiente temporada depararía a Reverter el tercer puesto en el Campeonato de España de Rallyes. Así como la participación en los 1.000 Kilómetros de Monza a bordo de un FIAT Abarth 1000 y la obtención de la medalla al mérito deportivo entregada por la Delegación Nacional de Deportes. Un punto de inflexión a partir del cual aparecieron coches más prestacionales en la carrera de este piloto y empresario. Obviamente su legendario Alpinche entre ellos. Aunque siempre quedaría como un curioso y audaz recuerdo aquellas dos temporadas en las que a Estanislao Reverter se le pudo ver enlazando curvas a bordo de unos sencillos pero briosos Goggomobil.
Imágenes: Fundación Estanislao Reverter / BMW Press / RM Sotheby’s
P.D. Uno de los misterios que aún siguen escondiendo los Goggomobil de Reverter tiene que ver con dos fotografías. En ellas aparece junto al copiloto Gumersindo González en la unidad del equipo oficial. Obviamente esto no sería nada extraño de no ser porque llevan la placa con el número 66 del Rallye RACE. Una prueba que Reverter ganó en 1958 y 1959, aunque no consta en el palmarés recogido por la Fundación Estanislao Reverter la participación con un Goggomobil en dicha prueba. Sin duda un pequeño cabo suelto sobre el cual habrá que seguir indagando.