Iniciamos una serie de artículos en los que os iremos recomendando la compra de algunos coches que han pasado a un discreto olvido o en los que todavía no pensamos como coleccionables. Para facilitaros las cosas, vamos a dividir estos artículos en cinco puntos diferentes con los motivos por los que creemos que el coche protagonista debería merecer vuestra atención. Un perfecto ejemplo es el Ford Cougar, un coupé que en su época no terminó de despuntar y que, precisamente por eso es una opción más que apetecible. Además, actualmente se encuentra en su punto más bajo de cotización, así que estamos en el momento ideal para comprar uno.
El Ford Cougar fue el último intento de la marca del óvalo de lanzar un coupé en Europa que emulara el éxito del Capri. Estuvo a punto de ser comercializado como la tercera generación del Ford Probe, pero finalmente se decidió que se lanzaría bajo un nombre diferente. En Estados Unidos, se vendió como Mercury Cougar y se fabricaba en la factoría de Flat Rock en Michigan, mientras que las unidades europeas se ensamblaban en Kölh, en Alemania. Estuvo a la venta entre finales de 1998 y principios de 2002, es decir, poco más de tres años.
Las mecánicas con las que se comercializó fueron un 4 cilindros de 2 litros y 130 CV y un V6 de 2,5 litros y 170 CV, ambas de gasolina, como sería de esperar en un coupé. En España, se vendió con ambas mecánicas, aunque al final de su vida comercial sólo se ofrecía con el motor más potente, en versiones manual de 5 velocidades y automática de 4. Como el Probe, contaba con tracción delantera. Sin más dilación, veamos a continuación las cinco razones por las que deberías pensar en comprarte un Ford Cougar.
1/ PORQUE ES UN COUPÉ PRECLÁSICO MUY POCO VISTO
Todos tenemos algún youngtimer en el radar, pero la mayoría de ellos no están tan olvidados como nuestro protagonista. Y es que sus ventas resultaron residuales en España, pese a que costaba en su momento sólo 24.000 euros -el manual-, mucho menos que cualquiera de sus potenciales rivales. Todos, desde el Toyota Celica al Volvo C70, pasando por los Peugeot 406 Coupé o el Mercedes CLK, superaban dicha cifra, algunos casi hasta doblarla.
Así las cosas, a la hora de hacernos con un preclásico, mejor uno que de verdad esté poco visto, de manera que no nos encontraremos con otras unidades iguales cuando salgamos a alguna concentración o quedada.
2/ PORQUE TIENE UN MOTOR V6, PERO NO TE LLEVARÁ A LA RUINA
Como ya hemos adelantado, aunque en nuestro país se vendió con ambas mecánicas, resulta especialmente atractivo con el motor 2.5 de 6 cilindros en V. Sin duda, una motorización mucho más interesante que un sencillo 4 cilindros y que confiere al Ford Cougar un punto de exclusividad. Puestos a elegir, nos quedaríamos con la versión manual, que no nos engañemos, tampoco convierte a nuestro protagonista en un rabioso deportivo.
Este motor de 6 cilindros en V Duratec de Ford es bastante fiable, así que no dará problemas, algo importante porque hay unidades con auténticas kilometradas encima. Además, el consumo medio para la versión manual es de 9,5 litros a los 100 km, mientras en el automático dicha cifra se va a los 10 l/100 km. No es que sea un mechero, pero desde luego no es una ruina para un coche que emplearemos en salidas puntuales.
3/ PORQUE PARECÍA SOSO, PERO AHORA LUCE MAGNÍFICO
Uno de los puntos que no terminaron de convencer de nuestro protagonista fue su estética. El Cougar fue uno de los primeros automóviles de Ford en lucir el lenguaje de diseño New Edge, puesto en marcha por el Vicepresidente de Diseño de la marca en la época Jack Telnack. Se trata de un estilo que jugaba con líneas de tensión que creaban pliegues y suaves formas aerodinámicas. Además, añadía una parrilla trapezoidal.
Inicialmente, resultó un tanto chocante, pero fue haciendo fortuna en modelos como el Ka, el Mondeo, el Puma o el primer Focus, hasta ganarse el aprecio de público y crítica. El diseño del Ford Cougar también fue acogido con ciertos reparos, pero visto desde la perspectiva actual, ha resistido magníficamente bien el paso del tiempo. De hecho, mucho mejor que algunos de sus coetáneos.
4/ PORQUE EL FORD COUGAR ES FIABLE, NO TE DARÁ PROBLEMAS
Lo hemos adelantado al hablar del motor, hay numerosas unidades a la venta con muchos kilómetros encima. Y cuando decimos muchos, nos referimos a cifras por encima de los 200.000, cantidad importante para un coupé de este tipo con un motor V6 que permite ciertas veleidades deportivas. Esto nos lleva a dos reflexiones: la primera, que son automóviles muy fiables, con los que hacer kilómetros de calidad sin mayores preocupaciones. La segunda es que, si somos capaces de encontrar una unidad con un kilometraje bajo, tenemos clásico para muchos años.
De eso es de lo que se trata, de tener un coche para disfrutar de vez en cuando que esté siempre operativo y que no nos deje tirados a las primeras de cambio. Con un mantenimiento básico y si no nos dedicamos a hacer el indio, el Ford Cougar V6 puede ser nuestra elección.
5/ PORQUE ESTÁN EN SU PUNTO MÁS BAJO DE COTIZACIÓN
Nuestro protagonista es uno de esos automóviles que aún no ha alcanzado la edad para ser matriculado como histórico y que, por lo tanto, vive su particular purgatorio. Esto tiene sus ventajas, claro está, especialmente en lo referente a los precios que se pagan por ellos. Hay unidades en buen estado a la venta por 2.500 euros, aunque el número de kilómetros que acumulan es importante. Incluso las hay más baratas, a falta de pasar ITV o alguna pequeña reparación. Nuestra recomendación es pagar siempre un poco más por un ejemplar que tenga menos uso y presente un mejor estado, ya que, si hacemos una inversión grande en el coche, será difícil recuperarla en una futura venta.
Así que, ya lo sabéis, no dejéis de echar un vistazo a los Ford Cougar V6, porque son una magnífica forma de haceros con youngtimer a precio de derribo. Además, después de esta guía, seguro que más de uno se lanza a mirarlos, por lo que las mejores unidades pueden desaparecer de un momento a otro.