Miguel Sánchez
El pasado 12 de septiembre de 2021 un operario del aeropuerto argentino de Ezeiza captó al Mercedes 300 SL de Fangio empaquetado para ser enviado a Europa. A partir de ahí se dispararon los rumores y debates. ¿Volvería a su emplazamiento habitual desde 1986 en el museo dedicado al piloto en su natal Balcarce? ¿Sería objeto de alguna muestra temporal? ¿Se había consignado a una casa de subastas para su venta? Atendiendo a lo que viene ocurriendo desde hace casi una década, las sospechas fueron por esta última vía. Opción que acaba de confirmarse la semana pasada con la oferta del modelo por parte de RM Sotheby’s.
Otro episodio más en la liquidación de vehículos relacionados con la Fundación Fangio, sirviendo así como fuente de ingresos ante eventuales necesidades. No muy claras debido a que ésta nunca se ha pronunciado de forma oficial al respecto, pero posiblemente relacionadas con los últimos hijos del piloto reconocidos por la justicia. Una compleja historia en la que incluso se ha llegado a pedir la exhumación del cadáver para tomar muestras de ADN. Sin embargo, sea como fuera lo cierto es que este Mercedes 300 SL ha tomado el mismo camino que en su día llevase un Torino también propiedad de Fangio.
De esta manera, se subastará próximamente dejando de ser propiedad de los herederos del piloto argentino. Hecho que pondrá a este modelo en manos ajenas a las de Fangio por primera vez en su historia. Ya que fue de él -y posteriormente de la Fundación- desde que en 1958 Mercedes se lo regalase en Londres como agradecimiento a su unión con la marca. Una buena forma de celebrar su jubilación de los circuitos, iniciando la época en la que ejerció de embajador de la marca alemana por América Latina. Actividad en la que, inaugurando concesionarios, viajó tanto que contribuyó a sumar los 72.951 kilómetros de este Mercedes 300 SL. Todos ellos hechos por Fangio. Motivo de sobra para convertir a esta unidad en una codiciada pieza de coleccionista.
MERCEDES 300 SL FANGIO, REGALO Y REPRESENTACIÓN
Con cinco títulos de campeón del mundo de pilotos, Fangio es una figura indiscutible en el automovilismo deportivo. De hecho, aún a día se le considera el mejor y más influyente piloto en toda la historia de la F1. Además, su relación con Mercedes resulta obvia ya que además de conquistar dos de aquellos cinco títulos a bordo de un W196 también registró actuaciones memorables en la Mille Miglia con un 300 SLR. De esta forma, cuando Fangio se jubiló empezó a actuar como embajador de Mercedes especialmente en Sudamérica.
Un nuevo mercado en el que Fangio hizo todo lo posible para la expansión de la empresa alemana, llegando a ser presidente honorario de Mercedes en Argentina. Una labor donde la imagen es casi todo, teniendo que llevar por tanto un vehículo a la altura. Más aún cuando se rumorea que Fangio llegó a finales de los cincuenta a la fábrica de Mercedes conduciendo un Lancia. Hecho que -según las rumorologías y leyendas en torno al de Balcarce- animó a los directivos germanos a regalarle esta preciosa unidad descubierta de su modelo insignia.
Uno de los deportivos más influyentes de todos los tiempos, siendo el primer automóvil de gran serie en equipar inyección directa. Una efectiva ventaja que espoleó a los 3.258 Mercedes 300 SL hasta los 243CV, logrando ser uno de los GT más atractivos de todos los tiempos e incluso desarrollar alguna versión específica para los circuitos. No obstante, su terreno natural era el del tope de gama en la casa alemana. Mezclando la deportividad probada en los circuitos con la elegancia propia de sus modelos de calle.
INTENSO USO PERSONAL
Muchas veces, vehículos como este Mercedes 300 SL no cuentan con demasiados kilómetros. Lejos de usarlos en el día a día, sus propietarios los han conservado como joyas de museo en los casos más estáticos o monturas para conducción recreacional en los más vívidos. Sin embargo, Fangio no tuvo problemas en hacer desde 1958 a esta unidad su vehículo más usado. En este sentido, son bastantes los documentos gráficos en los que se puede ver al piloto a los mandos de este coche en diversas épocas. De hecho, existe un famoso vídeo en el que acude con él hasta el Autódromo de Módena para reencontrarse con un Maserati 250F.
Además, Fangio usó este Mercedes 300 SL durante una gira por Europa visitando concesionarios de la marca en su trabajo como embajador de la misma. Tras ello el vehículo fue trasladado a Argentina. País que recorrió intensamente con él, acudiendo también como espectador a no pocas carreras. Un uso intenso, que sin embargo no estuvo reñido con la buena conservación del modelo hasta que fue definitivamente aparcado en la muestra del Museo Fangio en 1986.
A día de hoy, este Mercedes 300 SL no sólo es una pieza emblemática en la biografía del cinco veces campeón. También cuenta con un enorme interés en sí mismo, ya que se mantiene original en todos sus elementos. Además, el estado de conservación en realmente bueno, teniendo tan sólo un evidente desgaste en el cuero de los asientos. En fin, cosas que pasan cuando a un clásico de altura no se le condena a permanecer parado como un objeto de especulación. Algo que, obviamente, uno de los mejores pilotos de la historia no tenía en mente bajo ningún concepto.
Imágenes: RM Sotheby’s
