No hay duda sobre que el Mercedes-Benz 300 SL es uno de los grandes deportivos de todos los tiempos. Un coche con el que la marca alemana hizo una jugada redonda; el diseño, originalidad, mecánica y rendimiento se conjugaron para alzar al 300 SL hasta la categoría de mito.
Un verdadero prodigio de la década de los 50 que hoy en día es recordado por muchas cosas pero principalmente reconocido por sus puertas; esas mismas que le valieron el apelativo de “Gullwing” o “alas de gaviota” gracias a su característica apertura. Una solución técnica que venía a resolver la complicación que para cualquier germano de cierta estatura entrañaba salir por un lateral donde la apertura no bajaba hasta la altura del piso.
Sin embargo, aunque las puertas sean lo primero que a muchos les viene a la cabeza al recordar el 300 SL… Lo cierto es que su mayor logro es el motor. ¿Por qué? Pues porque el M186 es uno de los hitos en la historia mecánica de Mercedes. Un seis cilindros en línea realmente revolucionario capaz de dar a este deportivo toda su fuerza y el singular bramido que puedes escuchar en este vídeo: el “Big Six” en todo su esplendor.
“BIG SIX”, UN MOTOR QUE BEBE DE LA AVIACIÓN
Durante los años 30, y ungidos por la misión de crear en secreto un ejército que violaba los tratados de paz de la Iª Guerra Mundial, los ingenieros alemanes pusieron al servicio de la maquinaria bélica toda su creatividad. La lista de ingenios es apabullante, llegando a cotas realmente llamativas cuando nos referimos a la aeronáutica destinada a la temible LuftWaffe.
Una fuerza aérea equipada con motores como el Daimler-Benz DB 605: un 12 cilindros de 730 kilos capaz de rendir hasta 1500CV. El corazón de aviones tan temidos como el caza nocturno Messerschmitt Bf 110 o el ligero Bf109, los cuales no pudieron resistir a la evidencia de que ningún ejército puede resultar siempre invencible: el 8 de julio de 1937 el futbolista y aviador serbio Bosko Petrovic lograba el primer derribo de un Bf109 en las afueras de Brunete, Madrid.
Años después, y al fin conquistada la paz en Europa tras la derrota alemana en la IIª Guerra Mundial, los ingenieros germanos pusieron sus capacidades al servicio de artefactos más amables. Es por ello que los responsables de Mercedes-Benz recordaron que aquel temible DB 605 contaba con un sistema de inyección mecánica directa de gasolina que nunca se había aplicado a la automoción.
Al derivar los motores de alta gama de Mercedes de aquellos V12 que produjo para la aviación militar, la idea de aplicar la inyección en el 300 SL vino sola: así, en 1954 este deportivo se convertía en el primer automóvil de producción en serie con este sistema de alimentación, sustituyendo los tres carburadores que abrevaban el motor M186 instalado en los modelos 300 y en el victorioso W194 por una nueva tecnología llegada desde la altura de los cielos y proporcionada por Bosch. Así nacía el M198.
SEIS CILINDROS EN LÍNEA INCLINADOS A 45º GRADOS
Aquella era la primera característica especial en la aplicación al modelo 300SL del motor M186, con la que además se conseguía un 25% más de potencia. Una nueva culata en aluminio y la inclinación del conjunto a 45º para poder entrar en el capó hacían, en líneas generales, el resto. Era la mecánica que necesitaba el formidable chasis tubular sobre el que se sustentaba tan soberbio automóvil.
Aunque el M186 cuenta con cuatro variantes, los datos de base son los de una mecánica de 3 litros, 6 cilindros en línea y 12 válvulas capaz de entregar 215 CV a 5.800 rpm. Todo ello accionado por un único árbol de levas que recorre la culata operando al mismo tiempo las válvulas de admisión y escape. Un motor curioso en coches deportivos ya que esta disposición suele generar menores par motor y potencia; sin embargo, en el 300SL, demostró ser más que suficiente para dotar a este coupé de todo el brío necesario para convertirse en una leyenda deportiva.
Así que ya sabéis, aunque en esta vida casi todo entra por la vista… No es sólo la increíble estética del 300 SL “Gullwing” lo que hace de este coche uno de los deportivos más excitantes de todos los tiempos: su motor apodado “Big Six” es una maravilla en mecánica, potencia y sonido. Al fin y al cabo un coche es, sobretodo, su motor. ¿Os acordáis de aquella sentencia del “commendatore” Enzo Ferrari diciendo “cuando le vendo un coche le cobro el motor, el resto se lo regalo”? Pues por ahí van los tiros.
– Por cierto, te dejamos un vídeo explicativo donde vas a poder ver muy bien el funcionamiento de este tremendo motor-.