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MG A Jamaica: ¿Pero qué es esto?

Seguro que más de una vez te has cruzado con un coche de formas espectaculares, agresivas, propias de un deportivo de alto copete pero que sin embargo al acercarte… Daba muestras de que bajo esa carrocería se escondía en realidad algo más dócil. El sonido del motor no acompañaba a la pretendida imagen de superpotencia irradiada por sus líneas, aunque siguiese pareciendo un cacharro increíble.

Pues bien, no es que te fallase la vista o la intuición; simplemente estabas ante un “kit”. Hace décadas fue todo un fenómeno sobre todo en Reino Unido: Lotus, Marcos, Ginetta, TVR y otros deportivos de renombre fueron vendidos en forma por piezas para que, en mayor o menor medida, pudiéramos ensamblarlos en nuestro garaje y, merced a la reducción de costes, acceder a deportivos de vanguardia. En fibra de vidrio, eso sí.

MG A Fiberfab kit Jamaica
Y aquí… el MG A travestido a Fiberfab Jamaica. Fuente: Fiberfab.

A menudo, su aspecto era mucho más moderno que el de sus coetáneos de metal; y es que MG, Austin-Healey o Triumph constituían automóviles anticuados en comparación con la llamada Revolución de la Fibra. Inevitablemente, y dada la relativa facilidad para sustituir una carrocería por otra, pronto se produjo la hibridación por la cual carroceros de fibra ofrecieron interesantes vestidos para personalizar los sportscars británicos más populares.

Y precisamente ahí vamos, porque sin conocer esta historia difícilmente podríamos resolver el enigma del oxidado hallazgo protagonista de esta noticia. Aunque no lo creas…

¡Debajo hay un MG A!

festival classic legends
Magnífico MG A (Foto: Anchoafoto)

CARROCERÍAS AERODINÁMICAS Y CRÍMENES PASIONALES

Warren Goodwin ya estaba curtido en el mundo de las carrocerías cuando en 1964 decidió fundar Fiberfab; al fin y al cabo había desarrollado su carrera profesional como carrocero en Microplas, la pequeña compañía que, sobre chasis Austin, producía ligeros spyder de competición como el TK-102 o el Toledo. Una empresa que vivió sus momentos de cierta épica cuando entraron con fuerza en el mercado ¡neozelandés!

Con toda esa experiencia acumulada, Goodwin decidió emprender el vuelo en solitario y fundar una empresa de kits. El objetivo comercial era sencillo: poner en el mercado una serie de carrocerías muy deportivas, fácilmente montables sobre ciertos chasis pertenecientes a deportivos relativamente asequibles y todo ello… A un precio accesible para el americano medio que quisiera tener un coche aparente y original.

MG A Fiberfab kit Jamaica
Junto al kit Jamaica -abajo a la izquierda- puedes ver otros que Fiberfab ofrecía en los años 60. Fuente: Fiberfab.
MG A Fiberfab kit Jamaica
La estética era resultona. Fuente: Fiberfab.

Algunos kits como el Valkirye bebían directamente de las líneas de deportivos míticos como el Ford GT40, mientras que otros como el Liberty recreaban la estética de los años 20 pero con el motor V8 de un Mustang de primera generación. Pero de entre todos estos kits montados sobre chasis y motores de modelos como el MG A, el Chevrolet Covair o el Volkswagen Beetle… Destacó el Jamaica.

Un kit pensando para ser montado sobre la base de un MG A, aunque se fabricaran unidades adaptadas para el chasis de un Corvette con motor V8. Todo un delirio de personalización que tomó el nombre de la segunda esposa de Goodwin, a la cual éste pilló con otro en plena intimidad dando rienda suelta a un festival de tiros que acabó con nuestro protagonista muerto en la cárcel por un ataque al corazón en 1968; momento justo en que el kit Jamaica era la estrella de la compañía. Ironías de la vida.

MG A Fiberfab kit Jamaica
Ahí podemos ver algunos de los chasis con los que el kit era compatible. Fuente: Fiberfab.

MG A – FIBERFAB JAMAICA EN ESTADO DE ABANDONO

Haciendo una pesquisa breve por las ofertas de auto clásico en los EE.UU nos hemos dado cuenta de que, si bien no es imposible localizar uno de estos ejemplares, tampoco resulta fácil hacerse con uno en buenas condiciones. Aunque incluso hay noticias de algunos “barnfinds” masivos, lo cierto es que el estado en el que comúnmente puedes encontrar a estos coches es bastante lamentable.

MG A Fiberfab kit Jamaica

Por ello, hallazgos como el de este Jamaica montado sobre el chasis de un MG A de 1960 son todo un reto incluso para el restaurador más avezado. Un trabajo que se promete arduo a pesar de que, según informa el vendedor, el coche parece haber estado en uso hasta 1997.

Del divertido deportivo británico conserva hasta las ruedas de radios, por lo que si alguien está dispuesto a pagar 1500 dólares… Puede tener un ligero MG A de 1960 con toda la alegría de sus cuatro cilindros y una carrocería realmente exclusiva. Si eres un purista “british” seguramente estés indignado, pero al menos hay que reconocer que tras este hallazgo se oculta una buena historia.

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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