La Escudería
Como ya adelantamos en el primer artículo sobre Jean Graton y Michel Vaillant, el 10 de agosto se cumplen los 100 años del nacimiento del dibujante y editor francés. Éste nos dejó hace dos años, concretamente el 21 de enero de 2021. Retomemos el texto de David Rodríguez Sánchez en el punto en el que lo dejamos.
Además, de hablar del personaje de Michel Vaillant, no podemos olvidarnos de otros que aparecieron con cierta frecuencia a lo largo de su dilatada trayectoria. Desde la intrépida Julie Wood, un personaje casi de western, hasta rivales como el misterioso Le Leader. Además, repasaremos los últimos años de Jean Graton.
JULIE WOOD
Fue creada en 1972 por un Graton en vena expansionista y surge -podríamos decir a lomos de una Bultaco- a raíz de una idea original del colaborador norteamericano de Graton, experto dibujante de motos, llamado Scott… Wood. En todo caso, Michel Vaillant ya tuvo una efímera sosias en los quioscos en la siempre bella entre tornillos y tuercas, joven rubia, Miss Cambouis (de Christiah Macelot en 1958, Julieta Volante en España), al ataque en cada curva sobre el “Mazar” diseñado por su padre.
En su caso, Julie Wood abre una senda diferente al enfocarse más bien hacia el western en clave moderna y por supuesto motera. Es un western protagonizado por una joven norteamericana de fuerte carácter y ajena a toda mojigatería, inteligente e intrépida piloto en línea convergente con el espíritu rebelde de los 70. Es la mediana de tres hermanos huérfanos (Indy, Julie y Phil) criados por su tío (Chris), el cual puso en marcha un taller mecánico al hacerse cargo de ellos en pro de asegurarles un futuro en su ausencia.
Guapísima como la adolescente Dominique Biarent, su modelo de carne y hueso, con el regreso de Simon Wood a su país, cesa su singladura individual e integra su personaje progresivamente en Michel Vaillant después de ocho estupendos álbumes propios. Eso sí, está quizá demasiado a la sombra de Vaillant y de Warson, con quien incluso formaría pareja sentimental.
Grijalbo publica en España parte de sus aventuras, traídas a nuestro mercado desde la revista Super As de origen alemán, donde debutó. La respuesta de Tintin a la misma fue Nanouche, de Pierre Renoy “Renwa”. Era belga, cómo no, más informal que Julie, pero igual de aventurera, activa desde el 1977 hasta el 1981, con cuatro álbumes en total hasta el fin de la tira.
PRODUCCIÓN INCESANTE
Mientras tanto, Vaillant no paraba de crecer, dinámico como sus mejores viñetas de acción, y Graton hacía más copiosa y a la vez esmerada su producción. El trabajo, con nuevas series como Les Labourdet, Dossiers MV, Unpublished Awards y la propia Julie Wood comenzaba a desbordar su capacidad de realización siempre meticulosa, por lo que pronto se forjará un equipo más sólido de ayudantes, como veremos.
Continuó, no obstante, bajo el paraguas de Tintin hasta el 1976, en que emprendió con todas las consecuencias la senda independiente. Lo de conducir su propio Ferrari se alargaba claramente demasiado y quizá no quiso esperar ya más. En todo caso, el augurio de Leblanc jamás se cumplió en su persona, pero sí en cambio en la de su muy bien amigo Albert Uderzo. Éste que tuvo todos los Ferrari que quiso merced al éxito arrollador de Astérix, el celebérrimo pequeño galo tan contrario a Julio César como afín al doping “de confianza”.
En el fascinante “Dossier V2001” -dentro de la producción paralela Palmarès Inédit– se incluyen las tres últimas tiras de Michel Vaillant publicadas por Tintin. En todo caso, hasta 1983 Graton colaboró todavía, aunque muy esporádicamente, con el semanario.
LE LEADER
No hay historia de héroes que se precie sin villanos a la altura y hacemos ahora este inciso para hablar del villano que nos toca, no sea que se nos olvide. Vaillant es así la némesis de “Le Leader”, sobrenombre de un personaje misterioso de origen oriental, megalómano y vanidoso, con mimbres del Blofeld de la saga Bond. Es un meritorio anti-héroe tras del emblema de la ele mayúscula triangular sobre fondo redondo amarillo.
Educado desde niño en el monasterio Ganden de Lhasa en el Tíbet, a cuyas puertas fue abandonado por sus padres de bebé, es el contrapunto oriental, obstinado, tiránico y maquiavélico que se disputa con Vaillant. Se enfrenta a nuestro héroe con sus coches Leader, bonitos e interesantes como los Vaillante, pero pintados de rojo infernal. Compiten por el honor de ser el mejor en todos los terrenos y disciplinas hasta alcanzar la supremacía sobre todos los constructores en ámbito automovilístico.
Para lograr sus objetivos, Le Leader no escatima en recursos, instalaciones de ciencia ficción, incontables pruebas, proyectos y maniobras de toda índole, sin suerte, nada pudiendo contra la integridad del rival. Su elenco de pilotos coincide punto por punto con el de sus sicarios: los aviesos Dan Hawkins, Vince Hummer, Ronald Payntor, Bob Kramer, “Les fameux Mongols” son los más relevantes, apareciendo regularmente en la serie, haciendo siempre “el papelón”…
Allende esta recua de mediocres, el único punto débil de Le Leader, o si se quiere su mejor virtud, lo constituye el amor hacia su temperamental, a veces angelical, a veces diabólica hija Ruth Ranson, pasión fatal en la vida de Steve Warson.
STUDIO GRATON
El Studio Graton de Jean Graton, Francine -fallecida en 2011- y su hijo y asistente Philippe -periodista y fotógrafo de formación- se funda más o menos formalmente a mediados de los años 80. Tiene su “sede” en el altillo de la casa de Bruselas donde vivía la familia, que era a la sazón el ámbito en que, un tanto apretadillos, dibujaban Jean y sus anteriores colaboradores desde siempre.
Son numerosas las fotos tomadas en el interior del mismo en diversas épocas, con nuestro protagonista sentado a su escritorio junto a la ventana inclinada. Siempre rodeado de iconografía y bocetos de Vaillant, mostrando al gran genio calmo y apacible, sencillo y modesto, mirando inteligente y cómplice al objetivo. Padre e hijo, además de la gestión empresarial progresivamente más absorbente y siempre llena de dificultades, dirigen la faceta creativa del estudio. Se reservan, como dijimos, las tareas de argumento, guion, fondo y ambientación de las historietas, aconsejados por paisajistas, interioristas y otros.
Delegan en dibujantes y coloristas colaboradores la exploración de nuevos automóviles Leader y Vaillante y la representación del resto del plantel en torno de ellos. Hablamos de coches de todas las competiciones imaginables que, con el tiempo, iban cubriendo sus carrocerías de libreas y logotipos de patrocinadores cada vez más prolijos y bizarros y, por lo tanto, laboriosos.
COLABORADORES
Varios de los dibujantes que comenzaron su singladura en el Studio Graton han hecho cuando menos una meritoria carrera profesional en su campo. Otros desaparecieron de la pantalla de radar al colofón de su etapa como colaboradores de Graton. Entre estos últimos destaca sobremanera, por su enorme contribución a la saga, el nombre del asimismo belga Daniel Bouchez -con Graton desde el adiós de Denayer hasta los 90 del pasado siglo-.
Codo a codo con él y con Graton trabajaron Claude Viseur “Clovis” -belga, con Graton desde el 1974 hasta el 1981-, Christian Lippens -francés, del 1977 al 1997-, Guillaume López -desde el 1983 hasta los tempranos 2000-, el colorista español Juan Castilla, Ivan Paduart, el dibujante belga Jean-Luc Delvaux y otros.
Más recientemente, han sido miembros del Studio Graton Nedzad Kamenica -2004-2007-, Robert Paquet -belga, también desde el 2004 en Studio Graton- y Christian Papazoglakis -belga, 1998-2009-. Estos tres últimos son autores o coautores de las series contemporáneas o volúmenes sueltos dedicados a las 24 Horas de Le Mans, a Colin Chapman, Alpine, Ayrton Senna, Harry Octane y Sebring 70, maravillas gráficas de lo más recomendables.
Fuera de ellos, también colaboró con Graton en al menos tres álbumes de Vaillant (ver los números 64, “Operation Mirage”, 65, L’épreuve y el número 70, “24 Heures Sous Influence”) el notable Luc Donckerwolke. Este belga nacido en Perú, fue el diseñador del Lamborghini Murciélago y del SEAT Ibiza de cuarta generación, y es hoy máximo jerifalte del estilo del grupo Hyundai. Años atrás amigo de Graton, a cuyos Vaillante, dinámicos y gráciles incluso en parado, confiesa deber su vocación y muy exitosa carrera profesional.
EL ADIÓS
Con ochenta años recién cumplidos y el largometraje dedicado a Vaillant recién estrenado, Jean Graton se apea del bus en 2003. Detrás quedaban más de 5.000 páginas y portadas dibujadas y publicadas a lo largo de su carrera, salpicadas varias de ellas de viñetas proféticas que anticiparon diversas inolvidables instantáneas por venir en las carreras. Como aquella de los tres Vaillantes cruzando juntos la meta de Le Mans nada menos que cuatro años antes de que lo hicieran los Ford GT40.
En 2008, el Studio Graton aglutina los contenidos necesarios para la edición de una colección integral sobre Michel Vaillant, colección que publica ¡Le Lombard! Se cierra así un simbólico círculo de reconciliación, en veinte cuidados volúmenes a lo largo de los cinco años siguientes.
Philippe, que desde 1995 junto con su mujer Dominique (al color) se encargaba por completo de los escenarios, es quien ha mantenido vivo desde entonces todo “el tinglado” en torno al personaje. El testigo creativo lo han tomado en nuestros días Marc Bourgne, Benjamin Benéteau, Vincent Dutreuil y Olivier Marin, jóvenes dibujantes ya de asentada reputación y prometedor porvenir.
A lo largo de toda su existencia, sin duda otros estilistas ligados directamente al mundo de la automoción, allende el caso de Luc Donckerwolke, han podido colaborar o asesorar al Studio Graton. Gracias a ellos se ha logrado esa excelencia estética característica de los Vaillante y los Leader, pero la identidad de estos más que posibles contactos nunca se ha hecho pública.
VAILLANTES FUERA DEL PAPEL
Que también los ha habido, y bastante dignos. Obviaremos, eso sí, detallar los múltiples ejercicios de libreas aplicadas por particulares a toda una ristra de vehículos de competición (o no) a lo largo de los años, así como esfuerzos de patrocinio de la propia editora en pequeñas escuelas de conducción o copas de promoción, pues de otra forma no acabaríamos nunca.
Si empezamos por el más copioso de los “Vaillant” del mundo físico, sin duda se trata del Hyundai i20 N Line “Michel Vaillant” de 2021. Se trata de un gracioso tratamiento cosmético del modelo de tirada limitada a 500 ejemplares lanzada en el mercado francés, el cual retomaba una idea esbozada y descartada por SEAT en 2006 con su más interesante, aunque un tanto impropio, prototipo Ibiza Vaillante.
Mostrado en el Salón de Ginebra de 2006, el Ibiza Vaillante señalaba la llegada de Luc Donckerwolke al relanzado estudio de diseño de SEAT en Martorell. Quedó sencillamente en vistoso prototipo de Salón, con sus pasos de ruedas y vías ensanchados, la solidez de su vestido azul mate sin adornos, su interior espartano colorido y bien resuelto y su frontal agresivo y curvilíneo en disonancia total con las angulosidades por venir. Hoy sin duda sería un icono de fetichistas en el caso de haberse lanzado al mercado.
VAILLANTE “GRAND DÈFI”
Quizá el modelo más conocido concebido independientemente de cualquiera gran marca sea el Vaillante “Grand Dèfi”, diseñado por Philippe-Charles Toussaint en 1998. Es este un diseño inspirado fundamentalmente en los rasgos del icónico Vaillante “Le Mans GT” de 1960 que fuera diseñado por los hermanos Marc and Patrick Van der Stricht. Estos resultaron vencedores del concurso “diseña el próximo Vaillant” convocado por Graton en Tintin en octubre de 1960, y que debutó sin apenas cambios en el 5º álbum, “Le 13 est au Départ”.
Estaba construido sobre la barqueta Hommell matriculable en Francia y dotada de motor central transversal procedente del Peugeot 306 S16, el “Grand Dèfi” y fue presentado con la pompa y escenografía adecuadas al caso en el Salón de París de 1999. Pesaba poco más de 700 kilos y se construyeron de él dieciséis unidades destinadas al rallye de celebrities Stars Challenge, protagonizando también después muchas tomas de acción del largometraje Michel Vaillant de 2003.
Un total de 15 unidades sobrevivieron al rallye y fueron repartidas entre los socios organizadores del mismo, algunas de las cuales han salido a subasta en años recientes. También en el susodicho film se pueden apreciar otros “Vaillantes” basados sobre modelos Peugeot, que colaboró con la productora de cara al film. Valgan los ejemplos de los falsos 206 WRC redecorados de acuerdo al propósito y utilizados en una larga y excitante secuencia, o la Vaillante 807 monovolumen de servicio del equipo de carreras, o el concept 607 Feline dando el contrapunto futurista que no podía faltar en la producción.
TAMBIÉN CON PAGANI
Otro vehículo ajeno adoptado por la película fue un, cómo no azul, Pagani Zonda S que Michel Vaillant (Sagamore Stévenin) hace girar a toda pastilla, valiéndose solo de su memoria e instinto, en una desierta y nocturnal pista de La Sarthe. Lo hace acompañado de Julie Wood (una Diane Kruger muy en su sazón), que es quien le tapa los ojos y le canta los indicativos de 100 metros como puntos de frenada.
Los Vaillante y Leader de las tomas en competición -rodadas durante la edición de las 24 Horas de Le Mans de 2002- fueron respectivamente un Lola B98-10 y un Panoz LMP1 Roadster, inscritos y mantenidos por la prestigiosa escuadra francesa DAMS. No son Vaillantes propiamente dichos, desde luego, pero se puede establecer un claro paralelismo entre la innovadora y minúscula Venturi de nuestros días y la Vaillante.
También lo hay entre el polifacético, emprendedor y laureado piloto y constructor francés Romain Dumas con el propio Michel Vaillant, sea por la nacionalidad común, sea sobre todo por la valentía y la original y casi “Verniana” variedad de los desafíos emprendidos por todos ellos.
OTROS HÉROES
Muchos más han sido y son los héroes sobre ruedas de papel, celuloide o píxel desde los lejanos Meteoro (en japonés マッハ- GoGoGo, mahha gō gō gō, Speed Racer, 1966), Los Autos Locos (Wacky Racers, Hanna-Barbera, 1968), Hot Rod Comics, Hot Rod Racing Cars y Car Toons norteamericanos.
NO SÓLO DE COCHES VIVE EL HOMBRE. Fantástica lancha off-shore de Vaillant protagonista del Tomo 53 de la serie.Eso por no hablar del manga Sākitto no Ōkamii – サーキットの狼, The Circuit Wolf de 1975 y sucesivos, Takaya, el “supercampeonísimo” piloto de la escudería Todoroki (鷹 Arrow Emblem: Grand Prix no taka – アローエンブレム・グランプリの, 1978, Toei), Knight Rider (1982, Glen Larson/Universal), Tex Norton (1984, Bastei, Alemania y Bruguera en España), los esporádicos u ocasionales Sinclair, Bruce Conventry, etcétera.
Así llegamos hasta las sagas futuristas de la Formula Cyber GPX del recomendabilísimo Hayato Kazami y su increíble Asurada, la Golden Cup (VV.AA., Glénat); las historietas “retro” de Trajectoires (Seiter-Roussel, Glènat), Bonneville (Marvano, Dargaud), Mauro Caldi (Lapière-Constant, Apostats), o las maravillosas entregas de Cars (Disney-Pixar) de nuestros días
CONCLUSIÓN
Ninguno puede todavía mostrar unas credenciales tan amplias como Michel Vaillant y muy difícilmente algún otro lo hará jamás. Adorado por pilotos, estilistas, mecánicos, aficionados al motor en general, dibujantes, artistas y estetas de todo el mundo, a Michel Vaillant, más allá de los 81 álbumes lanzados hasta la fecha, no le han faltado ni su propia serie de televisión (de trece episodios en 1967), ni su serie de dibujos animados (en 1992), ni mucho menos su largometraje (en 2003, rodado en parte durante las 24 Horas de Le Mans de 2002).
Por supuesto, cuenta con colecciones de cromos, juego de mesa, merchandising de todo tipo o una extraordinaria serie de reproducciones a escala 1:43 de estupendos y señeros Vaillantes y Leaderes. Como muestra de su honda penetración social, el Museo del Automóvil de Bruselas, Autoworld, mantiene un espacio permanente dedicado al personaje.
A través de Michel Vaillant, trasunto idealizado del autor y sus lectores, eternamente joven, viajero del tiempo y el espacio de la automoción y el automovilismo, tuvo Jean Graton el enorme acierto de hacer vivir al ficticio héroe de forma natural y creíble entre los héroes de carne y hueso de cada época de su producción comiquera. Mezcló todos con inteligencia y buen tino en la olla común de la obra junto con los enclaves más diversos, circuitos y carreras míticas ya en el imaginario colectivo y las efectistas fantasías de su cuño. Todo lo cual ha forjado un legado verdaderamente precioso e incomparable por el que le estaremos eternamente agradecidos.
NOTA: Este artículo es la segunda parte de el que publicamos recientemente. El autor, como ya hemos comentado al principio, es David Rodríguez Sánchez, ex colaborador de la revista Coches Clásicos y autor de varios libros relacionados con el automóvil.
