Hace unas semanas hablábamos de un pequeño Aston Martin muy especial y hoy vamos a conocer a un Shelby Cobra de juguete fabricado por el diseñador portugués Ernesto Freitas. Se trata de un regalo para su hijo, quien sin duda debe de sentirse muy afortunado.
En realidad, Freitas no sólo quería agradar a su pequeño, sino también asumir el reto de construir un coche de este tipo desde cero, realizando él todo el trabajo.
Este pequeño Cobra mide tres metros de largo y 1,3 metros de ancho, con un peso de aproximadamente 250 kilogramos. Monta un propulsor de gasolina de 50 centímetros cúbicos y 7 CV con un sistema de arranque eléctrico, y puede alcanzar una velocidad máxima de 25 millas por hora; es decir, unos 40 km/h a través de su tracción trasera y transmisión CVT con marcha atrás.
El coche es además de chasis tubular, con suspensión independiente en ambos ejes y carrocería de fibra de vidrio. Las llantas de 10 pulgadas montan neumáticos reales. Finalmente, tanto el capó como las puertas y las ventanillas son totalmente funcionales, luciendo el interior dos asientos de cuero que tienen pinta de sujetar bastante bien.
Su creador se plantea fabricar más unidades para comercializarlas, incluso en versión eléctrica, a un precio de 22.000 dólares o, lo que es lo mismo, 16.000 euros.