Antonio Velasco Martinez, amigo de todos y arquetipo de amante del vehículo antiguo, falleció el pasado 4 de enero, sin que quienes tuvieron la suerte de conocerle pudieran darle la despedida que se merecía abstraidos como estábamos con las celebraciones navideñas.
Para subsanarlo, la Asociación Española de Clásicos Deportivos a la que pertenecía desde su fundación y en cuyo maravilloso garaje se alojó su sede durante muchos años, ha encargado una misa para mañana domingo, 1 de febrero, a las 11:00 a.m. en la Iglesia del Cristo del Pardo.
Antonio, pese a su empeño por no salir en las fotos, fue durante décadas y hasta que su edad se lo impidió hace bien poco uno de los pilares de nuestra afición en la zona centro y quizá el más entrañable. Nadie mejor que el nos ha hecho ver que la bondad y la generosidad son las mejores herramientas con que afrontar la vida y también para asegurar el futuro de nuestros vehículos.
¿Pensáis que exagero? Mi hijo Javier me acaba de contar que tiene grabado en su memoria el paseo que le dió Antonio en el Alfa-Romeo Giulietta que aparece en la foto cuando solo tenía 5 años; hoy, 25 años después, coordina esta revista. ¿Casualidad?
Querido Antonio: Mil gracias por los buenos ratos que compartimos y el buen recuerdo que nos dejas. Disfruta en paz junto con Jaime Parser, Julio de Santiago, Fausto Saavedra y todos los amigos que te precedieron en esta andadura. Cuenta con que acudiré mañana al Cristo del Pardo con mi Lancia Gamma, aunque caigan chuzos de punta… y también con que lucharé porque tu legado perviva.