Martin Horrocks
TEXTO: MARTIN HORROCKS / FOTOS: UNAI ONA / TRADUCCIÓN: J. ROMAGOSA
John Surtees (1934-2017), fallecido hace poco más de una semana, fue el primer y único hombre hasta la fecha en ganar los campeonatos del mundo de motocicletas y de Fórmula 1. Pero, a decir verdad, hay mucho más que decir acerca de este personaje.
Su padre fue piloto y mecánico de motos; Surtees siguió sus pasos y además se convirtió en ingeniero aprendiz en Vincent-HRD. Al principio de su carrera deportiva preparaba sus propias motos, si bien rápidamente pasó a integrar los equipos de Norton y MV Agusta. Era más cosmopolita que el resto de pilotos británicos de su generación, amaba Italia y convirtió a la MV Agusta en la máquina a batir. Su posterior aportación a BMW también fue apreciada por la marca germana, la cual le regaló un 507 que conservó hasta su muerte.
John Surtees: De las motos a los Fórmula 1
Una vez que John Surtees ganó 7 campeonatos del mundo de motocicletas empezó a interesarse por los coches de carreras. Algunas pruebas en el circuito de Goodwood convencieron a las principales escuderías de Fórmula 1 de que sería posible aprovechar su talento en la categoría reina, por lo que entró a formar parte de Lotus y terminó segundo en el Gran Premio del Reino Unido. Tras unos años en un equipo privado motorizado por un Cooper poco competitivo, Ferrari decidió que había llegado el momento de ficharle.
Así comenzó la era de ‘Il Grande John’ -El Gran John-, en la que John Surtees supo complementar su talento técnico y competitivo con su gran conocimiento de la cultura italiana. Los monoplaza de Maranello que afinó y condujo cosecharon numerosos triunfos: El primero de éstos llegó en 1963, y en 1964 Surtess se proclamó campeón del mundo.
Adiós Ferrari, hola Lola
Siempre ha sido difícil para los pilotos mantener su influencia en Ferrari, y Surtees empezó a ‘caer en desgracia’ a partir de 1966. Dió un ultimatum en una reunión a Enzo Ferrari en el sentido de que o el y su jefe de equipo, Dragoni, le apoyaban, o le despedían. Il Commendatore optó por lo segundo tras las 24 Horas de Le Mans. Como había ocurrido en otras ocasiones, Maserati estuvo encantada de recibirle a bordo del Cooper-Maserati de F1.
En el mismo 1966 John Surtees creó su propia escudería deportiva, el Equipo Surtees, el cual logró su primera gran victoria al ganar el campeonato de Can-Am de ese año con un Lola T70. El inglés ayudó a esta marca compatriota a convertir a su modelo estrella en un ganador de carreras de larga distancia de GT’s, aunque la utilización de los nuevos motores V8 Aston-Martin en las 24 Horas de Le Mans de 1967 fuera un desastre.
Surtees pasó rapidamente al equipo Honda de F1 y corrió con la marca japonesa durante los campeonatos de 1966 y 1967. Lo mismo que ahora, el monoplaza nipón no era competitivo; en este caso, más que el motor, lo que fallaba era el chasis. La única ocasión en la que Surtees se subió al primer cajón del podio con un Honda fue en Monza en 1968, gracias a que entre Lola y él habían solucionado el problema del bastidor.
Los Surtees de Fórmula 1
En 1969 John Surtees pasó a BRM, equipo en franco declive dirigido por un incompetente. Así las cosas, y tras la buena experiencia en Can-Am, dicidió crear su propio equipo de F1.
Los monoplazas de F1 Surtees resultaron competitivos. Nunca llegaron a ganar un GP de la categoría reina, pero sí obtuvieron la victoria en carreras externas como la celebrada en Oulton Park en 1971. Por otro lado, Hailwood llevó el suyo al segundo puesto en el GP de Italia en Monza en el mismo año. Eran bonitos, con un diseño de flecha en la parte delantera, y efectivos gracias a innovaciones como el montaje de los radiadores en la parte trasera.
Por su parte, los Surtees de Fórmula 2 sí que ganaron el campeonato mundial en el marco del equipo Rondel, primera escuadra del famoso Ron Dennis. También probaron su valía en la Fórmula 5000/FA, en la que competían coches de F1 con motores V8 americanos.
Los Surtees fueron automóviles bien construidos y fáciles de conducir.
John Surtees se retiró como piloto en 1972 para centrarse en la parte técnica y la gestión de su equipo de F1. No le acompañaron si la suerte ni el dinero, al menos en cantidades suficientes, por lo que la escudería se disolvió en 1979 tras unos años en declive. Decidió entonces montar un concesionario Honda y disfrutar de su afición acudiendo a eventos de vehículos clásicos tales como los organizados en Goodwood o Laguna Seca, entre otros.
El dolor de la pérdida de un hijo
La parte más triste de su vida llegó un poco más tarde. John Surtees tenía 56 años y dos hijas procedentes de su primer matrimonio cuando se convirtió en padre de un niño llamado Henry. Henry creció con el deseo de seguir los pasos de su padre y estaba a punto de conseguirlo cuando murió a los 19 años golpeado por un neumático proviniente de un accidente que otro piloto había tenido en una carrera de F2 en Brands Hatch.
A partir de entonces John Surtees dedicó todas sus energías a impulsar la Henry Surtees Fundation, una fundación dedicada a facilitar el acceso de los jóvenes al deporte de automóvil y a promover un ambiente más seguro en las carreras.
Vi correr a John Surtees muchas veces. Como Clark, Stewart, Hill o Redman, formaba parte de la generación de pilotos británicos con los que crecí. Recuerdo mi indignación adolescente cuando Ferrari le despidió, y también mi decepción cuando la Lola-Aston Martin no supo como vencer en Le Mans. Estaba allí cuando ganó aquella carrera en Oulton Park al volante de su coche. Más tarde, un amigo mío puso un negocio dedicado a restaurar Surtees de F1 y F5000 y pude apreciar de cerca lo bien diseñados y construidos que estaban.
Recuerdo ver a John Surtees en un circuito de karts, de pie con el cronómetro en mano. Se disponía a tomar los tiempos de un joven piloto que partía del centro de la parrilla. No había asistencia ni motorhome, tan sólo un padre algo mayor y su niño disfrutando de un día juntos.
DEP Il Grande John
