Francisco Carrión
Hace tiempo comentábamos en La Escudería la existencia de un inusual museo de coches en Chelyabinsk, Rusia, donde la mayoría de lo expuesto tenía matrícula española. Un caso curioso, sin duda, al que finalmente hemos encontrado explicación: Hace pocos días, los responsables de ese museo han contactado con nosotros para informarnos de que el mismo “mecenas” ha abierto otro museo… ¡Esta vez en Barcelona!
Sí, en la calle Sant Pere Mes Alt, número 41, de 10 a 19 de lunes a domingo y con una entrada que cuesta 8 euros. El Retro Auto Museo RAMM lleva ya unos meses abierto. Su promotor es un ciudadano ruso llamado Vladimir Spiridonov, quien ha fijado su segunda residencia en la Ciudad Condal y, al ver que no existía un museo público dedicado al automovilismo, ha decidido abrirlo él mismo.
Un museo con encantos desconocidos
En su interior, perfectamente iluminado y decorado con objetos de automobilia, podemos ver una interesante selección de automóviles… digamos que peculiares. Sin duda no son lo que uno suele ver en museos –al menos en España-, y difícilmente el visitante habrá visto antes varios de los modelos expuestos. El criterio seguido por su creador ha sido simplemente el de reunir un variado plantel de coches de marcas ya desaparecidas, muchos de ellos traídos de fuera de nuestras fronteras.
Lo llamativo del caso es que si en el museo ruso hay montones de clásicos matriculados originalmente en España, en el museo barcelonés hay varios coches de fabricación rusa traídos desde allí (Volga M21, Moskvich, ZAZ), e incluso coches producidos en el “bloque del este “, cómo un Tatra checo o un IFA de Alemania oriental. Curioso, ¿no?
Este “intercambio cultural” se completa con toda clase de vehículos de marcas desaparecidas, tanto americanas como europeas. Un raro Marquette “Landulet” de 1930, utilitarios como Rosengart, Adler, Essex, Mathis, graciosos ciclecares de las marcas Senechal, Benjamin o BSA, olvidadas marcas inglesas como Lea Francis , etc etc.
El más antiguo es un Norbert Ertle fabricado en Alemania. Se desconoce la fecha de producción – u otros detalles del fabricante-, pero lo cierto es que es uno de aquellos primitivos carros a motor, en el más estricto sentido literal de la descripción, por lo que debió ser fabricado a finales del siglo XIX.
Tampoco faltan las motos…
Y además de coches, en este museo también se puede ver una interesante selección de motocicletas, la mayoría de ellas anteriores a 1940 y de marcas como Terrot, Excelsior, Monet & Goyon, Motobecane, Ariel, AJS, Motoconfort, Koehler Escoffier o DKW, entre otras. Tampoco puede faltar una pequeña tiendecita con miniaturas e incluso se pueden encontrar revistas descatalogadas.
En conclusión, la apertura de un nuevo museo en España es una magnífica noticia y sólo podemos desearle el mejor de los éxitos al señor Spiridonov.
¡Y que siga completando su colección!
y los coches David y los biscuters los cualkes yo fui el primero que monto el motor willers ingles a uno de ellos de los primeros también el clua y varios mas que se montaban en la provincia de Barcelona tengo mas de 80 años y siempre he trabajado en este campo