FOTOS MUSTANG SHELBY GT350H: JERRY HEASLEY
La genealogía de los Ford Mustang configura un archivo donde pasar las horas. Y es que el popular deportivo americano suma una enorme variedad de modelos y especificaciones a través de sus 56 años de historia. Un mito nacido para poner la deportividad -bajo interpretación americana- al alcance de las masas, aunque también con varias versiones medianamente deportivas capaces de hacer pinitos en el circuito. Una de ellas es la Mustang Shelby GT350H de 1966.
Con una producción fijada en unos mil ejemplares -999 o 1001 según unas fuentes u otras- el Mustang Shelby GT350H es una de las variantes más gordas del modelo. Algo que se ve ya desde su misma estampa, en la que dos franjas doradas contrastan sobre la pintura Raven Black. Esta combinación fue la escogida para unas tres cuartas partes de la producción, siendo el envoltorio perfecto para las mejoras técnicas añadidas por Carrol Shelby. Lo necesario para convertir al Mustang en un verdadero potro salvaje.
Ahora, más de 50 años después, el Mustang Shelby GT350H es todo un unicornio entre los aficionados a esta cuadra. Y no sólo por lo escaso de su producción o lo radical de su comportamiento, sino también porque se conservan realmente pocos. Muchos de ellos fueron víctimas de un trato intensivo, acabando despiezados o directamente desguazados. Por ello, es toda una noticia encontrar una unidad completa. ¡Más aún tras cuatro décadas de abandono en un jardín!
MUSTANG SHELBY GT350H. NACIDO PARA SER ALQUILADO
Si eres un apasionado de las genealogías del motor seguro que estarás diciendo “de dónde ha salido la hache del nombre”. Pues bien, no tiene nada que ver con ningún elemento mecánico. Lejos de ello, más bien tiene que ver con la empresa de alquiler Hertz. Sí, esa misma que sigue existiendo hoy en día en muchos aeropuertos y estaciones. Sin embargo, en los 60 contaba con un programa de alquiler algo más picante de lo que piensas: el Hertz’s Sports Car Club.
Para optar a él tenías que pasar por diversas pruebas de conducción, pero una vez dentro disponías de una buena gama de automóviles deportivos. Todos ellos pensados para ser alquilados por conductores con ganas de sensaciones fuertes. ¿Resultado? La mayor parte de estos vehículos sufrían un espectacular deterioro. Muchos se devolvían con claros signos de desgaste, mientras que otros llegaron a mostrar huellas de jaulas de seguridad temporalmente instaladas para competir en circuito. En suma, fueron usados con el poco mimo que se da a un auto de alquiler.
Así las cosas, y para utilizar el tirón publicitario por la victoria del Mustang GT350R en el SCCA de 1965, se creó el Mustang Shelby GT350H justo para participar en el programa Hertz’s Sports Car Club. La idea era usar el alquiler de esta preparación radical como banderín de enganche para posibles compradores, quienes podían adquirir el vehículo al ser traspasado de Hertz a un concesionario Ford. No obstante, este trajín hizo que muchas unidades del Mustang Shelby GT350H sufrieran una rápida devaluación, la cual hoy en día se ha invertido espectacularmente.
PENSADO PARA DISFRUTAR. ENCONTRADO EN UN JARDÍN
Ojo a los datos. El motor del Mustang Shelby GT350H es el 289 CID “Small Block” V8 en su versión Cobra preparada por Carrol Shelby. Un corazón capaz de entregar 306CV, transmitidos al suelo en la mayor parte de las unidades por un cambio automático de tres relaciones. Sí, algo chirriante para un coche deportivo de la época. Más aún si tenemos en cuenta que para ingresar al programa de alquiler deportivo de Hertz debías demostrar tu capacidad de manejo con un cambio manual. En realidad, el caramelo realmente picante era el GT350 a secas.
No obstante, al menos una décima parte de los ejemplares del Mustang Shelby GT350H equiparon cambio manual. Algo que no parece tener la unidad descubierta recientemente en Ohio. Un valioso descubrimiento extraído del terreno donde llevaba cuatro décadas olvidado. Eso sí, sólo después de que la empresa de transportes quedase exonerada por contrato en caso de provocar daños en un automóvil tan valioso. Un hecho de lo más comprensible, más aún si tenemos en cuenta que el estado de la chapa podría hacer que se partiera como una rebanada de pan tostado.
No obstante, el Shelby Mustang GT350H parece haber resistido el rescate a la perfección, estando ya en pleno proceso de restauración. Una feliz recuperación para una de las escasas unidades aún conservadas de este Mustang. Ah, y por cierto. Si querías sumar otro nombre de leyenda a esta historia… Resulta que la victoria en el SCCA de 1965 con el Mustang GT350R -que sirvió de base para nuestro protagonista- la logró Ken Miles. Un rizar el rizo en la mitomanía destapada por este descubrimiento.