Corría 1970 y todas las cámaras del Salón Internacional de Turín apuntaban a un mismo punto: la futurista carrocería diseñada por Bertone para Lancia. Aquellas formas tan aerodinámicas como angulosas marcaron el devenir de lo que fue el diseño de automóviles durante los 20 años siguientes. Tal fue el impacto, que Lancia decidió llevar a la realidad el proyecto bajo la forma de un nervioso y agresivo coche de rally. Así, y equipado con el motor del Ferrari Dino, nacía el Stratos.
Rápidamente, el Stratos se desveló como uno de los coches de rally más competitivos de la historia. No en vano, Sandro Murani lo encumbró como montura ganadora del Campeonato Mundial de Rally en tres ocasiones consecutivas: 1974, 1975 y 1976. Era cuestión de tiempo que alguien decidiera devolver a la vida a este mito de las pistas… Ese alguien fue el empresario alemán Michael Stoschek, y ese tiempo fue 2008.
Sin embargo, las cosas se complicaron bastante. Han sido necesarios 10 años para que el nuevo Stratos entre en producción, justo este 2018. ¿Tendrá un carácter bestial como el del Stratos original en los rallyes?
LA CONEXIÓN FERRARI
Repasar la historia del Stratos es también repasar la de grandes mitos del motor italiano. Lancia, Ferrari, Bertone, Pininfarina… Y es que, un proyecto así, no se puede alumbrar en solitario. En el Stratos original se recurrió a Ferrari para los motores, concretamente a los V6 de los modelos ‘económicos’ de marca blanca del cavallino, los Dino.
Deseando repetir la historia, Michael Stoschek hilvanó caminos parecidos en el 2008 aunque, en vez de pedir a Bertone la reformulación de las líneas del viejo Stratos, se lo pidió a Pininfarina. Y montó el precioso vestido sobre el bastidor del Ferrari F430, del cual también tomó prestado el motor.
El resultado fue un rabioso modelo con motor central, chasis de aluminio, carrocería de fibra de carbono, sólo 2’4 metros de distancia entre ejes, 1247 kilos de peso y 540CV. Así, el proyecto del “New Stratos” no podía responder con mayor fidelidad a la historia del original. Hasta el por entonces director de Ferrari, Luca di Montezemolo, se deshizo en halagos al probar el coche en Fiorano en el 2010.
Aunque todo pintaba estupendamente… la historia se truncó cuando la dirección de Ferrari negó el suministro de piezas para el proyecto. Quizá asustados por la amenaza comercial que este cautivador nuevo Stratos les pudiera suponer, la rabia de ver que el renacimiento del Stratos venía de la mano de un empresario alemán y no de la propia FIAT, o por el simple hecho de no querer ceder su tecnología a nadie… Los directivos de Ferrari negaron el suministro de los chasis y motores del F430 a Stoschek y Pininfarina.
Así las cosas, el “New Stratos” se quedaba en la cuerda floja con tan sólo una única unidad producida. Y eso que ya había más de 50 pedidos en firme, a más de 500.000 euros cada uno. Es mucho, pero mira cómo sonaba en Spa…
10 AÑOS DE TRAVESÍA DEL DESIERTO
Mucho se rumoreó sobre lo qué iba a pasar con este proyecto. Que si los motores y chasis vendrían de Porsche o Nissan… Que si todo acabaría en un simple sueño… El caso es que tras 10 años de “travesía del desierto” por fin han entrado en producción las unidades del “New Stratos”. 25 unidades concretamente, disponibles en tres versiones -dentro de las cuales destaca la que va a rendir homenaje a los rallys más radicales bajo el nombre de “Safari”- y con unos datos mecánicos que aún están envueltos en cierto misterio.
Misterio que es construido en las instalaciones de Manifattura Automobili Torino, donde esta empresa de coches casi artesanales fabrica el modelo en colaboración con New Stratos Gbr. Y es que bueno, aunque al final casi nada ha salido como en el Stratos original… Dos cosas sí son ciertas. La primera es que el New Stratos promete ser tan ágil y rabioso como el modelo original, y la segunda, que también se produce en Turín. Eso sí, habrá que ver si el sonido es el mismo…