Iván Vicario Martín
¿Cuántos vehículos con matrícula provincial circulan por carreteras españolas todavía? Una gran pregunta cuya respuesta es casi imposible de encontrar. Con todo, recientemente un estudio ha cifrado el número en casi cinco millones de vehículos. Esto supondría que casi el 17 % del parque nacional -de unos 28 millones- aún luce la placa con la provincia de origen. Una cantidad que se antoja excesiva, pues basta con fijarnos en nuestro día a día para ver algo no encaja.
Dicha cifra surge de las conclusiones del estudio “La posventa en verde del VO” de Solera, que se presentó en la tercera edición de eXpo Ganvam. Además, en dicho estudio se especifica que, aunque representan casi el 17 % del parque de vehículos total, sólo suponen el 13 % de las reparaciones. Es más, en términos de facturación de los talleres, la cifra decae a un escaso 11 % del total. Más datos que no terminan de encajar, pues a mayor edad, la lógica dice que las averías deberían ser más frecuentes. Salvo que se use menos el vehículo, algo que no aclara el informe.
Recordemos que el sistema con el distintivo provincial, cuatro dígitos y una letra -excluyendo Ñ, Q y R-, entró en vigor el 7 de octubre de 1971 y se mantuvo en vigor hasta el 18 de septiembre de 2000. Como curiosidad, hasta 1986 se usó un tipo de grafía más fina, sustituida por una de mayor grosor a partir de entonces. Cuando algunas provincias agotaron las letras finales, se añadió una segunda, aunque en muchas de ellas no hizo falta.
UNA CIFRA POCO CREÍBLE
Sin querer poner el duda el rigor del estudio de Solera, es posible que los casi cinco millones de vehículos con matrícula provincial provengan de los datos de la Dirección General de Tráfico. Ahí está el meollo de la cuestión. Y no, no es que la DGT haga las cosas mal, al contrario, aquí la culpa recae en algunos usuarios.
Es decir, de esos casi 5 millones de vehículos que constan de alta en su base de datos, hay una parte que ha sido exportada sin dar de baja. Es decir, puede que circulen, pero desde luego no por las carreteras españolas. Basta con ir a zonas del interior de países como Marruecos para encontrar una gran cantidad de coches con matrículas provinciales de España que, a buen, seguro siguen constando aquí.
Además, otros tantos fueron desguazados, algunos hace décadas, pero tampoco se le comunicó a la DGT, por lo que constan como “activos”. Qué decir de los que no circulan y están arrumbados en un rincón de una cochera o en un descampado. Es de suponer que, entre los vehículos con matrícula provincial que de verdad circulan aún, la gran mayoría serán coches con una edad de 20 a 30 años, algunos a la espera de poder matricularse como históricos.
La pregunta que hemos de hacernos para separar el grano de la paja es cuántos de ellos tienen el seguro o la ITV al día o pagan el IVTM (el dichoso Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica). Si tienen al menos una de las tres cosas en vigor, podemos considerar que está activo o pendiente de volver a rodar, especialmente si es el «numerito», pues a veces se paga casi por inercia al ser una cantidad pequeña -normalmente- y domiciliada.
CUÁL ES LA CIFRA REAL
Así pues, y volviendo al principio, es complicado dar con la auténtica cifra de coches que siguen circulando con la matrícula provincial por las carreteras españolas. Es posible que 3,5 millones pueda ser un número más cercano al real, lo que concordaría mejor con el 13 % de las reparaciones totales y el 11 % de la facturación de los talleres. En general, los gastos para arreglar un coche menos complejo deberían ser menores, siempre que existan los repuestos necesarios.
La propia DGT ha intentado actualizar la cifra de vehículos circulando, detectando zombies, coches que ya no circulan y demás, pero hay demasiados intereses en juego. Y es que, no nos engañemos, también hay quien se beneficia de que el parque automovilístico nacional esté envejecido, aunque se artificialmente, ya que puede optar a ayudas para la renovación de éste.
Precisamente, uno de los fines que persigue el nuevo Reglamento de Vehículos Históricos es “rejuvenecer” la edad del parque móvil. Ahora, los vehículos cambiarán de servicio, de forma que no constarán en activo como coches modernos en funcionamiento. Es algo lógico, dado que el uso que se da a estos es residual. Además, al facilitar y abaratar el proceso, se busca que hasta 200.000 nuevos vehículos pasen al estadio de históricos. También se van a rehabilitar las matrículas africanas. Ahora sólo falta conocer su fecha exacta de aprobación, pues el sector espera la nueva norma como agua de mayo.
