Iván Vicario Martín
Si hace un par de semanas os contábamos la historia de la nave de León llena de vehículos de colección con matrícula nacional, este nuevo descubrimiento es casi tan sorprendente. Se trata del hallazgo de varios coches clásicos de competición que han permanecido en estado casi de abandono durante mucho tiempo. Sin duda, un encuentro extraordinario, por cuanto este tipo de automóviles suelen tener bastante valor en el mercado.
El descubrimiento ha sido llevado a cabo por The Yellow Jackets, que se decidan a buscar y fotografiar lugares abandonados. Esta práctica es conocida como urbex y ya ha dado lugar a algunos hallazgos asombrosos, como el Rolls-Royce que apareció en Asturias recientemente. Para los apasionados de los lugares antiguos, el urbex resulta de lo más interesante, qué duda cabe.
En el caso de nuestros protagonistas, se trata de una pareja portuguesa que aparece siempre retratada con un chubasquero amarillo, de ahí el nombre por el que se hacen llamar. De hecho, Ivy and Athon ya fotografiaban lugares abandonados antes de conocerse. Ahora, sus descubrimientos son también una especie de diario de viaje de los lugares que visitan.
LOS COCHES CLÁSICOS DE COMPETICIÓN DEL HALLAZGO
The Yellow Jackets, que ya cuentan con casi 20.000 seguidores en su página de Instagram, publicaron recientemente este sorprendente descubrimiento. Encontraron nada menos que cuatro clásicos de carreras abandonados, aunque no revelaron la localización exacta. Nunca lo hacen, de hecho. Sí se sabe que están en el centro de Portugal, pero nada más.
Quizá el más llamativo sea el Ford Escort con la icónica decoración de Rothmans, que no parece estar en mal estado, pese a la capa de polvo que acumula encima. Las ruedas deshinchadas nos cuentan que lleva allí mucho tiempo parado. A su lado se encuentra un precioso Austin-Healey 3000 al que le faltan elementos como los faros y también con las gomas sin aire.
Detrás aparecen un fantástico Alfa Romeo Giulia Sprint GTA que está pidiendo a gritos ser rescatado. Da pena ver una máquina de ese calibre abandonada a su suerte. Por último, al fondo podemos ver un Mini clásico, aunque apenas asoma, por lo que es imposible datar el año de fabricación. También aparecieron elementos como guantes de pilotar o un manómetro de presión. Nada se sabe de los dueños de esta pequeña colección de coches de carreras, pero esperemos que algún día decidan devolverlos a su antiguo esplendor.
Fotografías de los The Yellow Jackets.
