TEXTO: JAVIER ROMAGOSA / FOTOS: MANAGE MOTOR / VÍDEO: RODRIGO PÉREZ
Hace aproximadamente un mes tuvimos la oportunidad de asistir a una de las reuniones del Club GSi Madrid, dedicado a los modelos de la marca alemana de los años 80 y 90. El objetivo de la quedada de aquella soleada mañana de febrero fue probar las mecánicas varias de unidades GSi en el banco de potencia del taller AutoWorks, en Fuenlabrada.
Kadett, Astra, Corsa, Ascona… Las variantes deportivas de todos estos modelos han tenido una vida dura. Llevan más de 25 años siendo conducidas a fuego por sus propietarios, y lo cierto es que el banco de potencia forma parte de su hábitat natural. Todas ellas están pasando por el inevitable purgatorio y daba gusto ver el mimo con que las trataban sus propietarios aun en una situación como la que nos encontrábamos.
En estado original y modificadas, podía verse de todo entre las máquinas que se dieron cita en el suroeste madrileño. Definitivamente, el lugar no era apto para fanáticos de la originalidad; pero sí para apasionados del automovilismo y abnegados aficionados a los clásicos. Siempre es un placer ver aparecer a viejas glorias dispuestas a dar el todo por el todo como si acabaran de salir de la cadena de montaje.
Expectación GSi en Fuenlabrada
Tras el calentamiento preceptivo, los youngtimer iban entrando al taller. Una vez situados correctamente en el banco, los operarios los ‘encinchaban’ para, a continuación, situarse al volante. Cada test fue llevado a cabo por profesionales, los cuales se aseguraban de hacer rendir al motor de manera óptima para registrar sus características técnicas.
El dato estrella de la jornada fue el de la potencia. No todos los propietarios salieron contentos, pero sí la mayoría de ellos. Por lo general, tanto las mecánicas en estado original como las modificadas alcanzaron cifras próximas a lo que se esperaba de ellas, sobresaliendo algún que otro Kadett GSi con alrededor de 170 CV, entre otros.
El ritual de la prueba siempre era el mismo: Durante la medición, admiración de los coches y comentarios sobre lo que se esperaba de ellos. Una vez terminada ésta, los asistentes se agolpaban alrededor de las pantallas a la espera de los resultados, que eran explicados por los operarios de AutoWorks. Tras recibir las explicaciones, por lo general caras de aprobación.
El Club GSi Madrid
Este club de clásicos youngtimers ‘cañeros’ fue fundado en 2007 y su epicentro es un foro web en el que hay registrados alrededor de 600 usuarios. Con más de 9.000 seguidores en las redes sociales, los habituales de las reuniones son alrededor de 100 socios activos, algunos de los cuáles no dudaron en meter sus máquinas en el banco de potencia de AutoWorks.
Las salidas del Club GSi Madrid no siguen un patrón fijo, sus miembros van improvisando sobre la marcha para organizar al menos una cada tres meses; y en cualquier caso se apuntan a lo que salga. Quedan cada jueves para charlar en el lugar convenido para ello, una sana costumbre que les mantiene unidos.
Aunque lleve las siglas GSi en su ADN, el club se define más bien por los Opel de los años 80 y 90. Admiten cualquier modelo de la marca germana que se vendiese por aquel entonces y no rechazan a nadie que quiera acompañarles en sus salidas con un clásico de otra marca o periodo. Una o dos veces al año, el Club GSi Madrid organiza tandas de grupos cerrados en el circuito del Jarama, algo que sin duda le va a sus coches. Por último, celebra su aniversario entre septiembre y octubre, momento en el que organizan un evento especial.