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Opel Manta B, primera actualización del rival del Capri

Cuando nació en 1970, el Opel Manta se ideó como la respuesta de GM al Ford Capri. Cinco años después experimentó una puesta al día para hacer de él un coupé especialmente exitoso y duradero

Por mucho que tengan tradiciones automovilísticas diferentes, Europa y los Estados Unidos cuentan con fuertes lazos comunes en lo que se refiere a la industria automovilística. En este sentido, mientras la propia Ford se estableció en España allá por 1920, Renault llegó a ser el accionista mayoritario de AMC durante los años ochenta. Tan sólo dos ejemplos a vuelapluma sobre las intensas relaciones basadas en el capital cruzado. Desarrollándose a través de múltiples consorcios con iniciativas locales o, incluso, llegando a montar cadenas de montaje propias.

Así las cosas, General Motors fue una de las primeras empresas estadounidenses con intereses masivos en Europa. De hecho, cruzó el Atlántico tan sólo tres años después de fundarse en Michigan allá por 1908. Además, no lo hizo para comercializar sus vehículos como simples productos importados expuestos a las costosas tasas de aduana. Lejos de ello, creó plantas propias en Bélgica y Dinamarca a fin de producir automóviles y camiones Chevrolet. Un ambicioso desembarco que, asimismo, fue acompañado por la compra de Vauxhall en 1925 y Opel en 1929.

Sin embargo, no sólo General Motors cruzó el Atlántico en busca de más mercados. De hecho, Ford ya había iniciado una ambiciosa estrategia expansiva desde años antes. En ese sentido, Ford of Britain se había fundado en 1909 para poco después ver la aparición de nuevas filiales en Argentina, España – primero en Cádiz y después en Barcelona – e incluso Japón. Con todo ello, Ford se había convertido en la primera empresa automovilística global antes de la llegada de Vittorio Valletta y Gianni Agnelli a la dirección de FIAT.

Llegados a este punto, hay que reconocer cómo tanto General Motors como Ford se esforzaron en comprender la idiosincrasia europea. Gracias a ello, sus vehículos producidos en Reino Unido, Italia o Alemania no eran simples copias de las gamas estadounidenses. Para nada. De hecho, esto pudo verse muy bien tanto en los turismos de Ford como en los de Opel durante los años cincuenta. Siendo modelos plenamente adaptados al tamaño de las carreteras y vías urbanas de Inglaterra, Bélgica y Alemania. A la sazón, sus tres principales lugares de ventas.

Bajo este contexto, Ford y General Motors empezaron a vigilarse muy de cerca en referencia a sus nuevos lanzamientos europeos. Es más, esto se vio perfectamente en la génesis del Opel Manta. Un coupé compacto surgido en 1970 como respuesta al Ford Capri del año anterior. Pero vayamos por partes. De esta manera, lo mejor será situarse en los Estados Unidos a medidos de los años sesenta. Un tiempo, un país, donde el concepto de “pony car” estaba triunfando en los concesionarios gracias al tirón producido por el Ford Mustang.

Deportivo al menos en vocación recreativa, este automóvil logró unas ventas masivas entre el público más joven. Aquel que, gracias a la bonanza económica de los años cincuenta, había crecido plenamente inmerso en el acceso a la sociedad de consumo. Con todo ello, Ford quiso replicar la fórmula del Mustang en el Viejo Continente. Especialmente en Reino Unido y los seis socios fundadores de la Comunidad Económica Europea. De hecho, en 1967 coordinó esfuerzos fundando en 1967 Ford of Europe con una dirección a caballo entre Colonia y Cork.

No obstante, el Mustang no reunía en absoluto las condiciones necesarias como para ser un éxito de ventas en Europa. Por ello, durante cuatro años Ford se afanó en adaptar el concepto de “pony car” a la otra orilla del Atlántico, haciéndolo más compacto y eficiente en curvas. Llegados a este punto, la llegada del Capri fue un éxito inmediato. Especialmente en el Reino Unido, donde se convirtió en una de las opciones preferidas en los rallyes y campeonatos de turismos sustituyendo a los antiguos Cortina.

OPEL MANTA B, LA ACTUALIZACIÓN DEL CONCEPTO

Debido al tiempo que Ford se tomó en desarrollar el Capri, General Motors tuvo conocimiento del proyecto. Gracias a ello, pudo reaccionar rápidamente presentando en 1970 su propio “pony car” a la europea dentro de la gama de Opel. Bautizado como Opel Manta, éste coupé utilitario con cuatro plazas reales saltó al mercado con una estética tan llamativa como claramente deportiva. Sin duda, uno de los motivos de su éxito. Llegando a vender 56.200 unidades del mismo sólo durante su primer año de comercialización en Alemania.

Además, aquellas unidades resultaron especialmente lucrativas para General Motors. No en vano, más allá de la carrocería el desarrollo del Opel Manta fue de lo más económico al tomar tanto la plataforma como los motores del Ascona también presentado en 1970. Así las cosas, la gama – siempre con propulsión trasera – empezaba en un bloque de 1.2 litros con 60CV para llegar hasta un 1.9 procedente del Rekord capaz de desarrollar hasta 90CV. Eso sí, en 1974 la aparición de la inyección electrónica en la versión GT/E elevó la cifra hasta los 105CV.

51 CV menos que los ofrecidos por el Manta A Turbo. Una extraña versión sólo disponible en el Reino Unido, ideada por una red de concesionarios a fin de – intentar – competir con el Capri RS2600. Vencedor con su V6 atmosférico en el Campeonato Europeo de Turismos tanto en 1971 como en 1972. No obstante, regresando a versiones más aptas de cara a lograr cifras de ventas masivas, la apuesta deportiva de Opel experimentó una notoria puesta al día en 1975. Gracias a ello nacía el Opel Manta B. Sin duda, uno de los modelos más icónicos en la historia de la casa alemana.

Respecto a su apariencia, las líneas de la primera versión tornaron a un perfil más fluido y actualizado. Además, en 1978 llegaba la versión Combi-Coupé CC dominada por un portón trasero con la practicidad por bandera. Todo ello continuando los evidentes lazos con el Ascona, del cual tomaba la plataforma, el tren motriz y las suspensiones. Asimismo, en lo relativo a las motorizaciones el Opel Manta B apostó por llegar a la máxima cantidad de públicos.

Debido a ello, en su dilatada historia sumó hasta 14 versiones comprendidas entre los 1.2 litros de los modelos básicos y los 2.4 del 400. Una versión para competición en Rallyes como el Dakar presentada en 1981. Además, gracias a la actualización estética experimentada a los pocos años de aparecer en 1975, el Opel Manta B ha quedado en la retina de los aficionados más deportivos gracias a las variantes GT/E y GSI.

Capaces de entregar hasta 110CV para ser así de este Opel uno de los coupés para el día a día más deseados por el mercado durante los años setenta y ochenta. De hecho, sumando la producción de los Opel Manta A y B este vehículo superó el millón de unidades. Algo que, hoy en día, parece una verdadera utopía dada la profunda crisis en la que se han sumido este tipo de carrocerías.

P.D Si quieres conocer cómo se comporta el Opel Manta B en carretera, te animamos a ver con calma el vídeo de PowerArt anteriormente enlazado. Como todo lo que podemos ver en este canal, merece bastante el tiempo a invertir.

Fotografías: Stellantis Media

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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