Los frenos son un componente esencial para la conducción de cualquier tipo de vehículo. La seguridad de los conductores y del resto de usuarios de las vías públicas dependen del buen funcionamiento de estos componentes presentes de una forma u otra en prácticamente todos los vehículos.
Las pastillas de freno tienen un papel protagonista en la función que llevan a cabo los frenos. Al pisar el pedal de freno, el líquido de frenos transmite esta presión a los pistones, los cuales se encargan de mover las pinzas que sujetan las pastillas. Al mover estas pinzas, las pastillas de freno entran en contacto sobre ambas cara del disco de freno generando fricción. Esta fricción hace que la rueda desacelere, transformando la energía cinética en calor.
Cuándo cambiar las pastillas de freno
Las pastillas de freno se desgastan debido a su función. Es por eso que siempre debe llevarse a cabo un mantenimiento regular que garantice el buen funcionamiento de estos elementos tan importantes. La frecuencia a la que éstas deben ser sustituidas dependerá mucho de diferentes factores como, por ejemplo, el estilo de conducción. Sin embargo, se puede decir que de media las pastillas de las ruedas delanteras de un coche deben ser sustituidas cada 60.000 kilómetros y las de las ruedas traseras cada 120.000 kilómetros.
Pastillas de freno ATE Ceramic
Las pastillas de freno Ceramic de la marca ATE son unas pastillas de freno de cerámica diseñadas para generar menos polvo y durar más tiempo. Pastillas de freno ATE son 64,5 mm de altura, 160 mm de ancho y cuentan con un espesor de 20,4 mm. Este modelo de pastillas está recomendado para vehículo de gama alta y es compatible con diversos modelos de Audi, Seat, Skoda y Volkswagen. Tomamos las pastillas de freno ATE como ejemplo para el reemplazo en un automóvil.
Cómo cambiar las pastillas de freno
Los frenos son un componente esencial en la seguridad al volante. Es por eso que la sustitución de las pastillas debe llevarse a cabo siempre por parte de profesionales.
1. Girar la dirección hacia la rueda hacia la que se vaya a trabajar. Después hay que aflojar los pernos con una llave en cruz, pero sin llegar a sacarlos por completo.
2. Elevar el coche y retirar la rueda. Se debe utilizar un gato y caballetes para gato para elevar el coche. Entonces se puede acabar de retirar la rueda por completo.
3. Retirar las pastillas de freno. Con la ayuda de una llave Allen hay que retirar las sujeciones de las pastillas y hacer palanca con un destornillador para poder extraerlas.
4. Instalar las nuevas pastillas de freno. Las pastillas nuevas entran a presión. Solamente es necesario introducirlas ligeramente de lado para que puedan entrar y engancharlas a la chapa superior metálica. Una vez dentro, se debe comprimir y ajustar el pistón de freno para encajarlas y atornillar la sujeciones de nuevo.
5. Volver a montar la rueda.
6. Repetir el proceso con el resto de las pastillas que necesiten ser reemplazadas.
7. Bombear el freno. Para acabar de ajustar completamente las pastillas, es necesario presionar el pedal de freno total y progresivamente.
8. Evitar frenadas bruscas durante los siguientes 100 kilómetros. Así se evitará acortar la vida útil de las pastillas.