Quienes gustamos de una cierta seguridad en nuestro día a día preferiríamos pensar que, de una manera u otra, algo tan importante como la economía guarda ciertas leyes estrictas veladas por mecanismos previsibles. Pero no, esto no es así y el Peugeot 205 GTI a la venta en Benzin representa una confirmación más en el sentido de lo que, para algunos, no deja de ser algo tan excitante como incierto: las veleidades del mercado.
Y es que sí, lejos de una planificación o al menos coordinación central, los vaivenes de la oferta y la demanda son la única norma más o menos tangible en un mercado liberalizado. Así las cosas, mientras la cotización de modelos objetivamente increíbles queda estancada -sino incluso olvidada, como ocurre en el estrecho interés representado hacia los preguerra por parte del grueso de la afición- la de otros producidos recientemente en gran serie no deja de subir.
En fin, las modas. Las modas y los caprichos de no pocos aficionados incapaces de mirar al automóvil con una visión enciclopédica, centrando casi todos sus afanes -hasta límites cercanos a lo obsesivo- en modelos archiconocidos pero, a fin de cuentas, representativos para con sus tiempos juveniles; la nostalgia, una auténtica vitamina para el incremento de las cotizaciones o la constante organización de festivales donde incluso se programa a los restos de Loco Mía.
Con todo ello, de un tiempo a esta parte los deportivos presentados durante los años ochenta no ven más que aumentar sus cotizaciones, llegándose incluso a crear ciertas burbujas como la representada hasta hace poco por el Supercinco GT Turbo; todo un objeto de deseo para quienes, con visión especulativa, hayan sabido comprar y vender durante los últimos cinco o seis años.
PEUGEOT 205 GTI, UNA PUJA AL ALZA
A comienzos de este años os reseñábamos la oferta en Benzin de un Peugeot 309 GTI con 178.000 kilómetros y un más que interesante estado de conservación. Caracterizado por el empuje de su motor 1.9 con inyección electrónica y 122 CV en las unidades catalizadas, éste se beneficia de un bastidor especialmente eficaz en curvas, con un centro de gravedad muy bajo al tiempo que goza de un excelente apoyo gracias al ancho de sus vías.
Asimismo, su habitáculo es claramente compatible con las necesidades del día a día, haciendo de este modelo un candidato perfecto a “daily classic”. Todo ello, a nivel financiero, rematado con una puja ultimada en 9.100 euros.
Una cifra llamativa aunque modesta frente a los casi 16.000 euros presentados por el Peugeot 205 GTI ahora mismo a la venta en la misma plataforma. ¡Y eso que aún quedan cinco días para el final de la subasta! Sin duda algo imposible de pasar por alto al menos para quienes gusten de comprobar periódicamente cómo se van instalando nuevas tendencias en el mercado de compra-venta.
CUANDO UN OBJETO PASA A SER UN FETICHE
Dado cómo a gran parte de la afición sólo le interesan los vehículos ya conocidos por su memoria, ni que decir tiene cómo según las generaciones nacidas en los años setenta y ochenta han ido ganando poder adquisitivo las cotizaciones de los modelos producidos hace unas cuatro décadas se han empezado a disparar.
Dicho esto, desde el sempiterno Golf GTI -posiblemente el que goza de mayor constancia en su vida comercia- hasta lo mencionado en relación al Supercinco GT Turbo, los GTI de los años ochenta viven un momento dorado a nivel de ganancias.
Y sí, hay razones objetivas para ello; es más, nadie puede dudar sobre las bondades del Peugeot 205 GTI, el cual -a pesar de ciertas críticas y sinsabores en su lanzamiento- llegó a una excelente relación peso/potencia gracias a los 130 CV de su motor 1.9 para sus tan sólo 850 kilos. En fin, como fieles seguidores de Colin Chapman desde este lado del teclado no tenemos nada que criticar sino, más bien, mucho que halagar.
Sin embargo, llama la atención cómo las cotizaciones alcistas -ahora para con la versión GTI del 205- obedecen con tanto asiduidad a modas más teñidas de emoción identitaria que de racionalidad mecánica. Sea como sea, lo cierto es que aquí hay oportunidades de negocio -algo que celebramos- y, además, ayuda a poner aun más en valor a aquella fórmula deportiva a bajo precio tan bien representada por los GTI. Veremos cómo cierra la puja.