Peugeot 205 CJ Cabriolet
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Peugeot descapotables, una larga tradición a cielo abierto

Desde la aparición del 401 Eclipse, la marca del león ha contado con numerosas versiones abiertas de sus modelos, algunas de enorme éxito.

Para encontrar los primeros coches descapotables de Peugeot hay que irse a principios del siglo pasado. Ya entonces, la marca del león comercializó varios modelos sin techo, como los Peugeot Tipo 91 Spider, del que se fabricaron 339 unidades en 1907 y 1908. También el Tipo 136 de 1911 contaba con carrocería abierta, y otro tanto sucedía con los Tipo 144 y 145.

Peugeot descapotables

Además, debemos tener en cuenta además que los diferentes carroceros podían vestir los coches al gusto del cliente, por lo que había más cabriolets que los que ofrecía la propia marca. Con todo, el gusto por los automóviles sin techo está ligado a los mismos orígenes de Peugeot como fabricante de coches. Hay que recordar, que la empresa había nacido varias décadas antes, manufacturando, por ejemplo, molinillos de café.

EL ESPECTACULAR PEUGEOT 401 ECLIPSE

La marca del león marcó un verdadero hito en el mundo de los coches descapotables con una creación única aparecida de 1934. Hablamos, cómo no, del Peugeot 401 Eclipse, que ofrecía un techo rígido del color de la carrocería que se plegaba y recogía automáticamente en el maletero con la ayuda de un mando eléctrico. Recordemos que hablamos del periodo de entreguerras.

Dicho mecanismo le convertía de facto en el primer coupé-cabrio de la historia, pues con techo cerrado el 401 Eclipse pasaba a ser un ligero deportivo. Además, el techo de lona desaparecía por primera vez en un modelo convertible. El responsable de diseñar el mecanismo fue Georges Paulin, en colaboración con el carrocero Marcel Pourtout. Sólo se hicieron 79 ejemplares de un coche que supuso un antes y un después en Peugeot.

Peugeot 401 Eclipse

Y es que la marca del león lanzó versión con techo duro retráctil de otros modelos de la gama, que recibieron el sobrenombre de Eclipse. Nos referimos a coches como los 202, 301, 402 o el 601. Precisamente un 601 Eclipse fue el protagonista de la película Le Schpountz (1938) de Marcel Pagnol. Como vemos, una auténtica gama de descapotables, a la que se unía las variantes con techo de lona que nunca dejaron de fabricarse.

Peugeot descapotables: Peugeot EclipseCon la instalación de las vacaciones pagadas en Francia en 1936, arrancan el turismo en masa, lo que dio como resultado la aparición de las primeras “road movies” de la historia. El Peugeot 301 CR Roadster fue protagonista de una de ellas, La Traviesa Juventud de 1936, traducción un poco sui géneris del título original, Prends la Route.

TRAS LA II GUERRA MUNDIAL

El conflicto supuso un parón para la industria del automóvil, lógicamente, aunque Peugeot se la arregló para crear un pequeño cabrio eléctrico de dos plazas, el VLV. Se trataba de un pequeño coche con una autonomía de apenas 80 kilómetros pensado -en plena escasez – para asegurar servicios esenciales, como el correo o asistencia médica.

Peugeot VLV

En lo peor de la posguerra, en 1948, se presenta el Peugeot 203, el primer modelo de la marca tras el conflicto. Éste contó con una variante con techo de lona desde 1949, de la que se despacharon más de 11.500 unidades. Menos suerte corrió el descapotable aparecido en 1951, del que apenas se vendieron 2.567 ejemplares. Mucha mejor acogida tendría el siguiente cabriolet de la serie 200, el Peugeot 204, aunque tendrían que pasar varios años hasta su aparición en octubre de 1966.

Sin duda, uno de los Peugeot descapotables más famosos es el 403, modelo con el que el detective Colombo resolvía los más complicados crímenes. El 403 fue fruto del boom económico que Francia y Europa vivían una vez superaras las consecuencias de la II Guerra Mundial.

LOS PEUGEOT 404, 304 y 504

Otro modelo clave en la historia del fabricante del león, el Peugeot 404 fue presentado en el Salón de París celebrado en mayo de 1960. Su elegante perfil, obra del maestro Pinin Farina, un comportamiento excelente y una fiabilidad a aprueba de bombas le convirtieron en un éxito inolvidable. Se comercializó durante 15 años en Europa y aún seguiría produciéndose en Kenia hasta los años 90.

Peugeot 404 Cabriolet

Por supuesto, contó con una exitosa versión descapotable, carrocería que se sumaba a la berlina convencional, coupé, familiar e incluso, desde el año 1968, a una pick-up. Lo de contar con una amplia gama fue cosa común en la marca, pues también el Peugeot 304 de 1970 disfrutó de variantes berlina, coupé y, lógicamente y por eso lo mencionamos aquí, cabriolet.

Aparecido en 1968, el Peugeot 504 dispuso de sus respectivas versión Coupé y Cabrio que servían para coronar la gama de la berlina. Desarrolladas junto a Pininfarina, destacaban por unas líneas soberbias y un comportamiento dinámico de primer nivel. Además, sirvieron para fijar elementos de diseño de la marca como los faros traseros triples, presentes en el coupé. También los faros trapezoidales serían comunes a la marca durante un tiempo.

Peugeot 504 Cabriolet

Casi tan importantes fue la trayectoria en competición del Peugeot 504 Coupé, que se impuso en el Rally Safari en 1981 y en el Bandama en 1976 y 1978. Estos éxitos granjearon al modelo y a la propia marca una enorme fama de fiabilidad y robustez.

LA REVOLUCIÓN

Con los años, llega el Peugeot 205, responsable de cambiar para siempre historia de la marca. El pequeño león rejuveneció la imagen del fabricante francés, convirtiéndose en un éxito sin paliativos, como así lo atestiguan las más de 5 millones de unidades vendidas. De repente, la marca se vio impregnada por el espíritu joven, alegre y dinámico de su pequeño utilitario, cuyas líneas debemos al genio del diseñador Gérard Welter.

Si el modelo de calle ofrecía un aspecto fantástico, un comportamiento sin mácula y unas versiones deportivas de primer orden, su paso por el mundo de los rallies cimento una fama que dura hasta hoy día. Así, el Peugeot 205 T16 se convirtió en el Grupo B más éxitoso, ganado dos mundiales de pilotos y marcas, a lo que sumó dos triunfos en el París-Dakar.

Peugeot descapotables: Peugeot 205 CJ Cabriolet

La versión cabrio del 205 recibió el apellido de CTi. Apareció en 1986 y, cómo no, llevaba la firma de Pininfarina. Equipa el motor del GTI, con el que compartía además diferentes componentes estéticos, lo que le daba un plus de interés y atractivo. Más adelante llegaría una versión menos equipada denominada CJ y, en 1993, una edición especial Roland Garros. En total, se hicieron nada menos que 72.375 unidades del Peugeot 205 Cabrio.

LOS ÚLTIMOS PEUGEOT DESCAPOTABLES

Si bien el 309 nunca contó con versión abierta, todo cambió con su sucesor, el Peugeot 306, que presentó su Cabriolet en 1994. De nuevo con el sello inconfundible de Pininfarina, es ya un modelo totalmente coleccionable del que se ensamblaron casi 78.000 unidades.

Peugeot 206 CC (Coupe Convertible) open top car with folding metal roof

Ya en el nuevo milenio, el Peugeot 206 CC -por Coupé Cabrio- buscó en las raíces de la marca para ofrece un techo rígido, al estilo del 401 Eclipse. Este convertible fue la guinda a un modelo que se convertiría en el más vendido de la historia de la marca. El techo era una virguería que se plegaba o desplegaba en apenas 28 segundos. Tuvo continuidad con el 207 CC de 2007, de similar planteamiento.

Peugeot 207 CC

No nos olvidamos de sus coetáneos, los Peugeot 307 CC y el 308 CC. Hasta el momento, el último modelo descapotable de la marca ha sido el 108 Top!, que contaba con una capota de lona en el techo. En la actualidad, la marca del león no cuenta con ningún modelo cabrio, lo que no deja de ser una anomalía vista la enorme tradición de Peugeot con las versiones descapotables.

Peugeot descapotables

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Escrito por Iván Vicario Martín

Tengo la suerte de haber convertido mi pasión en mi forma de ganarme la vida. Desde que salí de la Facultad de Ciencias de la Información en 2004 me dedico profesionalmente al periodismo del motor. Arranqué en la revista Coches Clásicos en sus inicios, pasando a dirigirla en 2012, año en el que también me puse al frente de Clásicos Populares. A lo largo de estas casi dos décadas de carrera profesional he trabajado en todo tipo de medios, incluyendo revistas, radio, web y televisión, siempre en formatos y programas relacionados con el motor. Me vuelven loco los clásicos, la Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans.

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