Ya no es tan frecuente verlas en los coches más modernos, aunque aún queda algún nostálgico que convencido por los beneficios de este producto milagroso del ayer decide montar una cinta de goma al paragolpes trasero de su automóvil. Lo cierto es que este peculiar accesorio es mucho más común en los vehículos clásicos.
Al pasear por cualquier concentración de clásicos de España es muy probable que uno o varios de los coches presenten lleven estas tiras, y la verdad es que en su tiempo fueron un accesorio realmente común, pero que hoy en día ha quedado como un vestigio de una época pasada. Por esta razón es un elemento casi desconocido especialmente para los más jóvenes, pero este cacho de goma colgante cumplía, o decía cumplir, aunque no lo parezca funciones muy importantes.
UNA GOMA CONTRA LA ELECTRICIDAD Y LOS MAREOS
Estas cintitas de goma tuvieron su época de mayor popularidad en torno a la década de los setenta, y fueron especialmente comunes en coches de marcas de producción nacional como SEAT, Renault y Citroën. Fueron también muy frecuentes entre vehículos de servicio público como taxis y furgonetas de reparto, y entre estos había quien optaba por llevar dos de estas colas.
La función que cumplían era eliminar la electricidad estática del vehículo, al actual la goma como una toma de tierra, y así evitar chispazos al tocar la carrocería del coche al entrar al mismo. Su funcionamiento era extremadamente simple, pues se atornillaba al paragolpes trasero y la goma debía llegar al suelo, aunque después de recorrer muchos kilómetros rozando la carretera tendían a desgastarse.
Otro de los supuestos beneficios de este producto milagroso, mucho más debatido, era que evitaba los mareos de los ocupantes, un problema que era aún mucho más serio en los coches de hace más de cuarenta años. Puede que fuese un placebo o no, pero hay quienes aseguran que estas tiras de goma hacían maravillas, y también quienes siguen recordando su malestar durante los viajes.
En cuanto a nombres tuvo muchos, en países de Suramérica es conocida como “Colita rutera”, pero en España no tenemos en consenso en cuanto a su calificativo oficial. Mucha gente se refiere a ellas como “Tira antiestática Feliz”, pues así se llamaba el producto que ofrecía Industrias Saludes, fabricantes también de matrículas, y que de lejos fueron las más comunes y por lo tanto icónicas, que aseguraban a los automovilistas junto a un San Cristóbal ser la solución para un feliz viaje.