Miguel Sánchez
FOTOS PORSCHE 911 (933) «PROJECT GOLD»: PORSCHE NEWSROOM
Si hay un icono deportivo europeo es el Porsche 911. Equipado con su tradicional esquema de “todo atrás”, este deportivo que para algunos críticos con tanto desatino como mal ánimo no deja de ser un “VW Beetle agrandado” (que a estas alturas ya les vale) conforma una saga de décadas en la que nos encontramos con modelos tan emblemáticos como el 911 (993) Turbo de 1995 o el reciente 911 Turbo S “Exclusive Series”.
El primero representa uno de los grande pasos adelante en la saga, siendo el primero en montar una sobrealimentación biturbo, siendo además el primer 911 Turbo equipado con tracción total. Lógicamente se convirtió en todo un emblema al poco de aparecer en el mercado, gracias en parte a un motor de 3’6 litros capaz de entregar 408CV en la primera evolución del modelo y hasta 450 en su tercera y última en 1998. Fue el último refrigerado por aire, para desgracia de los puristas de la marca.
El segundo apareció hace tan sólo un año, siendo para muchos el mejor y más potente Porsche turbo comercial de todos los tiempos. Y puede ser, porque obviando a los GT2 las 500 unidades preparadas por Porsche Exclusive Series -pintadas en un característico color oro-, otorgan una patada de 607 CV, 27 más que los ya de por sí generosos 580 de un Turbo S sin estas modificaciones.
Dicho esto imaginemos que Porsche decidiera reunir características de ambos modelos para crear un 1 de 1 de ensueño, algo a la altura de un reconocimiento de la marca de Stuttgart a la importancia de la tecnología turbo dentro de la saga 911. Pues bien, ese proyecto finalmente ha visto la luz, te presentamos el 911 (993) “Project Gold”.
PORSCHE 911 Turbo (933) «PROJECT GOLD»: SUEÑOS EN COLOR DORADO
Fabricado de una forma completa artesanal, el 911 (933) “Project Gold” representa la continuación del 911 Turbo de 1995 aunque, eso sí, con algunos cambios. El primero y más llamativo es el acabado en un opaco color oro coordinado con distintos elementos en negro como las llantas, algo que la división de preparaciones exclusivas de Porsche ha escogido haciendo un guiño al actual Turbo S que mencionábamos antes.
Sin embargo, las modificaciones más importantes se encuentran bajo la carrocería. Ahí podemos encontrar un 993 montado pieza a pieza a partir de un chasis original que, continuando la producción del modelo, ha recibido en su numeración la siguiente cifra a la del último 911 (933) Turbo fabricado en 1998.
Si bien el 933 Turbo nació con 408CV, ya te hemos comentado anteriormente que en su tercera evolución justo antes de cesar su producción alcanzaba los 450 gracias a su motor bóxer de 6 cilindros y 3’6 litros, justo los datos que Porsche facilita para esta única unidad del “Project Gold”. Aunque, a la par, parece ser que tanto la transmisión como la tracción a las cuatro ruedas han recibido una profunda puesta al día. Eso sí, la refrigeración sigue siendo por aire, lo que hace las delicias de las más nostálgicos para con las señas de identidad de la marca.
Desde luego, todo un capricho ideado por Porsche y su división de personalización “Porsche Exclusive Series” rindiendo homenaje a dos de los modelos turbo más icónicos en la extensa saga del 911. Una unidad que, a pesar de su reciente presentación “no oficial” en el Concurso de Elegancia de Peeble Beach el pasado 26 de agosto, tendrá su definitiva puesta de largo en un próximo evento organizado por la marca en el circuito de Laguna Seca para después ser subastado por Sotheby’s en Atlanta.
Y no, no hacen nada mal habiendo llevado al 911 (933) Turbo “Project Gold” a los Estados Unidos porque, según hemos sabido hace tan sólo unos días, esta maravilla no será legal en las carreteras europeas.
PROBLEMAS DE HOMOLOGACIÓN EN EUROPA
Así es, y es que Porsche Classic acaba de confirmar -a través de su responsable de ventas Philipp Salm- que esta unidad no podrá recibir la homologación en Europa debido a sus cifras en materia de ruido y emisiones, ambas por encima de los valores legales.
No obstante… Vamos a intentar ver la parte buena. ¿No es más cierto y verdad que, de no haber sido por un público americano que valoró lo radical y diferente del 911 primigenio respecto a sus deportivos nacionales, Porsche lo hubiera pasado económicamente muy mal, dando al traste con la mayor saga deportiva europea?
Nos guste o no fueron unos compradores americanos fascinados por el encabritado alemán de tracción trasera los que salvaron el pellejo a Porsche. Así que sí, no está nada mal que este modelo concebido para homenajear acabe en los EE.UU. Eso sí, esperemos que Porsche lo tenga claro, porque las leyes anticontaminación son también bastantes estrictas allí…
