Si te gusta la montaña, ya sabrás que en ella conviene llevar los ojos bien abiertos. Nunca se sabe lo que puedes encontrar. El mes pasado os informábamos sobre el Honda NSX hallado en un bosque ruso. Y bueno, sin ir más lejos… nosotros mismos nos hemos llegado a encontrar un Cadillac dentro de las ruinas de un aeródromo toledano. E incluso restos de un tanque junto a la madrileña Casa de Campo. ¡Vaya cara se nos quedó!
Nos hubiera gustado estar en la piel del senderista que descubrió este Porsche 924. Parcialmente tapado por la espesa maleza en un bosque de Oregón, el 924 ha permanecido volcado y abandonado durante 27 años. Intentando reconstruir el suceso, se especula con que el coche cayera desde una curva situada algunos metros más arriba. Pero… ¿por qué abandonar semejante vehículo en medio de la nada?
UNA HISTORIA DETECTIVESCA
El 20 de enero de 1991 se notificó en la comisaría de Medford el robo del Porsche. Pasaron los años… y nada se supo. Obviamente lo habían robado, pero si no era para revenderlo aunque fuera a piezas… ¿para qué entonces? Desconocemos los motivos del ladrón, pero hay algo que sí se nos ocurre, y está relacionado con la tracción trasera del Porsche 924.
Hemos comprobado la situación de la carretera donde se produjo el siniestro. Según la nota de la oficina del Sheriff de Jackson County, la vía es la National Forest Road 6620 Oregon. Si la ves a través de vista satélite… se trata de una larga carretera de curvas recorriendo un paraje boscoso en medio de la nada. Traducido al lenguaje de un amante de la conducción, una maravilla. Kilómetros de curvas de montaña sin apenas tráfico. Ideal para divertirse con un deportivo como este Porsche 924.
Y ojo, porque aunque el 924 resulta gracias a su transaxle y menor potencia mucho más manejable para manos inexpertas que los 911 coétaneos… éste no deja de ser un Porsche con tracción trasera lanzado al mercado en 1976. Es decir, un coche con cierto brío que en las curvas de montaña hay que saber manejar. Imagínalo, recién robado, en las manos de un ladrón yankee deseoso de “darse una vueltecita” antes de hacer negocio. Un extraño en una curva… el Porsche al bosque… y el ladrón escapando como puede de la escena incriminatoria hecho un desastre.
Y AHORA… ¿QUÉ?
Pasados casi 30 años, no sabemos si el coche regresará a las manos de su antiguo propietario. Tampoco si habrá cobrado algún tipo de seguro en base a la desaparición. Sea como fuera, lo cierto es que parece bastante perjudicado…
¿Alguien le dará una segunda oportunidad? ¿Volverá a las manos de su dueño original? ¿Será subastado por la policía? Probablemente termine en el desguace cosa que, aunque inevitable, será una pena. Ojalá pudiera volver a suministrar emociones fuertes a nuevos conductores.