Iván Vicario Martín
La noticia ha caído como un mazazo entre la afición a los coches clásicos: finalmente, el futuro Reglamento de Vehículos Históricos podría no aprobarse. La convocatoria de elecciones generales para el próximo 23 de julio ha provocado que decaiga la tramitación de todas las normas pendientes. En el caso del nuevo reglamento, y al tratarse de un Real Decreto, su aprobación debería producirse a través del Consejo de Ministros, aprobación que estaba prevista para este mismo mes de junio, algo que ya no sucederá. Así pues, tras un año de espera en el que el mundillo de los vehículos de colección albergó fundadas esperanzas de ser tenido en cuenta, cabe la posibilidad de que todo haya quedado en agua de borrajas.
También puede suceder que se trate de un simple retraso: todavía hay motivos para la esperanza, tanto en un futuro inmediato como si pensamos a medio plazo, así que vamos a ver qué es realmente lo que podemos esperar. Dichos motivos tienen que ver, en primer lugar, con que la situación que llevó a elaborar un nuevo reglamento no ha cambiado. Y es que, de los 3.000.000 millones de vehículos (censados) con más de 30 años que circulan por España, apenas 50.000 lucen matrícula histórica. Por diversas razones, esto debería cambiar.
Estamos ante una completa anomalía si lo comparamos con los países de nuestro entorno, pues en Alemania dicha cifra es de 600.000 vehículos, en Francia de 400.000 y en Gran Bretaña supera los 1,5 millones de vehículos con matrícula histórica. Es una problemática de sobra conocida, lógicamente, por la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA), que ha hecho suya la Dirección General de Tráfico (DGT). La aprobación de un nuevo reglamento es una necesidad para dar pie a homologarnos con Europa.
En relación a esto, hay quien sostiene que la actual DGT también tenía interés en la nueva norma porque serviría para “rejuvenecer” el parque automovilístico nacional. Es decir, los coches con matrícula histórica dejarían de computar como “viejos” en las estadísticas de cara a la Unión Europea. Esto serviría para explicar las prisas con las que se ha intentado aprobar el nuevo Reglamento de Vehículos Históricos. Desde dentro del proceso, se dice de dichas prisas que tienen más que ver con que Pere Navarro, director de la DGT, se ha tomado el asunto como algo personal, como parte de su legado antes de su próxima jubilación. Hay que recordar que Navarro incluso visitó la edición 2022 de ClassicMadrid.
Por otro lado, es evidente que el proceso de matriculación histórica debe simplificarse. No tiene sentido que coches con matrícula española, bien mantenidos con arreglo a criterios de originalidad y que han estado pasando ITVs religiosamente año a año, deban pasar por laboratorios y ministerios para demostrar que son lo que son. La Administración los conoce de sobra.
LO QUE SE HA HECHO MAL
El primer y principal problema han sido las citadas prisas por aprobar la nueva normativa, lo que llevó a fijar plazos irrealizables y condiciones difíciles de cumplir. Recordemos que la intención original era llevar el Reglamento al Consejo de Ministros en el otoño de 2022 y que entrara en vigor el 2 de enero de este año. Teniendo en cuenta que conocimos el borrador en julio y que la norma depende de hasta cuatro ministerios (Interior, Industria, Movilidad y Transición Ecológica), decir que los plazos eran optimistas es quedarse cortos.
Parte de la culpa la encontramos en el propio borrador del nuevo Reglamento de Vehículos Históricos que circuló en julio de 2022. Por error, se incluía un correo electrónico para hacer alegaciones, lo que dio rienda suelta a que todo el mundo pudiera hacer sus comentarios sobre la futura normativa. Así, en vez de recibir las quejas y sugerencias de un colectivo u asociación, o de varios afectados de forma conjunta, cualquier aficionado o profesional (ITVs y Laboratorios de Catalogación, principalmente) podía escribir directamente a la Dirección General de Tráfico.
La DGT se ha tomado la molestia, como era su obligación, de ir contestando una por una todas estas alegaciones, lo que ha empantanado el proceso. De hecho, aunque no se anunció de forma oficial, pudimos saber que la aprobación de la norma se retrasaba a junio de este año como mínimo. Se esperaba que entrara en vigor el próximo octubre. Fue lo último que conocimos, pues desde la Federación Española de Vehículos Antiguos nos trasladaron que estaba en el trámite interministerial, es decir, siendo revisada por los diferentes ministerios implicados. La pelota estaba en el tejado de las Administraciones Públicas.
CAMBIO PROCESAL
En su afán por facilitar el trámite a histórico, la DGT decidió que bastaría con una declaración responsable y tener un buen historial de ITVs en vigor para iniciar el proceso. Se buscaba que el vehículo pasara a ser considerado de “uso particular” a “histórico” pagando una pequeña tasa de 8,75 euros. La realidad es que nunca más se supo de la declaración responsable, ni de cómo estaría formulada. El desarrollo de la idea está pendiente.
Lo que sí se consiguió fue poner a las ITVs y a los laboratorios de catalogación de históricos en pie de guerra, pues eran expulsados del proceso. De hecho, los laboratorios sólo iban a ser necesarios para catalogar los coches importados, mientras que las ITV se veían perjudicadas también con la ampliación de los plazos para pasar la inspección. Respecto a los primeros, quizá se les podría buscar un hueco dentro del nuevo proceso simplificado para vehículos nacionales, ya que las ITV no son expertas en clásicos (por ejemplo, pueden tener problemas para determinar su originalidad y acostumbrarse a decir no para curarse en salud).
Por el camino, poco o nada se ha ido preparando de toda la operativa necesaria antes de la entrada en vigor de la norma, que en su gran mayoría también está pendiente. Por ejemplo, las ITV tenían que elaborar un manual de procedimiento de Vehículo Histórico del que nada se sabe; parece ser que no se estaba confeccionando aún. De igual manera, no se conoce cómo se iba a dar de alta a los vehículos que estaban de baja o sin documentación. Es más, había que implementar una certificación ENAC -la Entidad Nacional de Acreditación en España- de la que tampoco se sabía nada.
Es decir, la puesta en marcha de una normativa así exige toda una serie de requisitos procedimentales que no parece que se estuvieran elaborando, por lo que parece casi imposible que, como se había dicho, pudiera llegar al Consejo de Ministros este mes de junio.
UN COLADERO QUE NO ERA TAL
Además, los vehículos matriculados como históricos iban a poder circular sin restricciones por las Zonas de Bajas Emisiones, lo que generó tensiones con los ayuntamientos de las grandes capitales (Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia…) a cuenta de las matrículas. En el caso de la capital, no era problema, pues ya podían circular, pero sí lo era en el caso de la ciudad condal, mucho más hostil al respecto. Habrá que ver si, con el nuevo alcalde de la ciudad, cambia la cosa.
Las complicaciones surgieron cuando el propio Pere Navarro envió una circular, con fecha 4 de julio de 2022, a la que LA ESCUDERÍA ha tenido acceso, en la que se aclaraba que los vehículos históricos deberían lucir sus placas provinciales originales junto con el distintivo VH. Es decir, la matrícula histórica sólo debían montarla los que no las tuvieran en su momento, como los coches importados o los que hubieran sido rematriculados. Los consistorios, como el de Madrid, explicaron que su sistema no reconocía las matrículas antiguas. Es decir, sin las placas de histórico montadas, no había forma de acceder, por ejemplo, a Madrid 360º sin recibir la correspondiente multa. Por otro lado, la DGT aclaraba que no sancionaría en el caso de no llevar las provinciales más el distintivo. Una pequeña contradicción para los propietarios, engorrosa al fin y al cabo y que aconsejaba sin duda montar las placas históricas contraviniendo lo dicho por la DGT si se iba a entrar en ciudad.
Aquí llegamos además al largamente comentado tema de que la nueva normativa podría convertirse en un coladero. Se dijo que, si a la gente no se le dejaba circular por Madrid con su coche o furgoneta del año 2002, por ejemplo, se compraría un vehículo de más de 30 años y lo haría histórico. Puede pensarse que un automóvil de hace 30 años es usable en el día a día, por lo que la idea podía no ser descabellada. Visto fríamente, nadie en su sano juicio iba a recorrerse el centro de una gran capital a diario en un clásico. Ni la fiabilidad, ni la disponibilidad de recambios, ni el consumo o el confort, por ejemplo, lo hacen viable. En cualquier caso, aunque sus temores fueran infundados, la idea sirvió para asustar a los ayuntamientos.
Para curarse en salud, se empezó a rumorear que algunos de los grandes consistorios estarían pensando en limitar el tiempo que los vehículos históricos podrían permanecer en las Zonas de Bajas Emisiones. Incluso se llegó a sugerir que sólo podrían acceder los coches matriculados como históricos hasta abril de este año, solución drástica que sin duda supondría un paso atrás. Así se evitaba cualquier picaresca en las grandes urbes, pero se generaba un problema adicional: podría generar un efecto contagio al resto de ciudades de más de 50.000 habitantes, a las que la Unión Europea obliga a tener ZBE, que adoptarían restricciones similares. De esta forma, se desincentivaba a los propietarios a hacer su coche histórico.
¿Y AHORA QUÉ PASA CON EL FUTURO REGLAMENTO DE VEHÍCULOS HISTÓRICOS?
Una de las consecuencias de que se filtrara el borrador es que se han parado por completo los procedimientos de catalogación de históricos. Los propietarios se quedaron esperando a que, en este 2023, se pusiera en marcha el futuro Reglamento de Vehículos Históricos, que prometía -y promete- un coste infinitamente menor que el anterior. Y así sigue el tema, prácticamente parado a la espera de noticias.
Aunque es muy poco probable, existe aún una remota posibilidad de que la norma se apruebe en el Consejo de Ministros antes de las elecciones. Y decimos que es poco probable porque, como hemos comentado, hay temas técnicos por resolver, pero, sobre todo, porque no parece una de las prioridades del gobierno saliente. La mayor esperanza es que llegara a buen puerto casi como un favor personal a Pere Navarro.
En todo caso, todo el trabajo realizado hasta ahora no caerá en saco roto. Y es que hablamos de una norma técnica, con nulo contenido político, y que puede ser retomada como base por el futuro gobierno del país sin mayores complicaciones. De hecho, existe buena voluntad y cierta sensibilidad con los clásicos tanto en el PSOE como en el PP, los dos partidos que, si hacemos caso a las diferentes encuestas, podrían formar gobierno tras las elecciones.
Sea como fuere, es imprescindible la aprobación de una nueva norma que nos homologue con Europa y haga el proceso de catalogación histórica más sencillo y, especialmente, más económico. Cuanto tarde en llegar, dependerá de las prioridades del nuevo gobierno. Por supuesto, la Federación Española de Vehículos Antiguos, representante de la afición, seguirá trabajando como hasta hora por lograr uno de sus grandes objetivos, que es este nuevo reglamento, salga adelante.
Fotografías de Newspress y SEAT.
