Fotografías: Sergio Calleja
En cierto modo, San Marino no deja de ser una excentricidad hoy en día. Al fin y al cabo, está rodeado completamente por territorio italiano. No en vano, es un estado minúsculo. Realmente muy pequeño. Es más, su territorio sólo abarca 62 kilómetros cuadrados y, además, respecto al número de habitantes éste se encuentra por debajo de los 34.000. Con todo ello, esta minúscula república ha sobrevivido al tiempo y, sobre todo, a la unificación italiana del siglo XIX. Un proceso en el que multitud de pequeños estados desaparecieron en pos de construir la nación europea e industrial que hoy en día conocemos.
Así las cosas, es como si el país siguiera aferrado al espíritu pionero de San Marino. Su fundador allá por el siglo III, quien recaló en el lugar para fundar una comunidad monástica independiente tras haber trabajado de albañil. Una idea llena de quietud y silencio. Paradójicamente muy distinta a la que, hoy en día, hace famoso a este estado. Su Rally. Celebrado desde los años setenta, éste sigue siendo una de las citas más recurrentes en los campeonatos de Europa e Italia. Habiendo servido de pasarela para vehículos tan icónicos como el FIAT 124 Abarth, el Lancia 037 o el Subaru Impreza STI.
De esta manera, el Rally de San Marino acumula un amplio historial que, si bien no lo sitúa a la altura del Montecarlo u otras pruebas habituales para el Mundial, sí ha conseguido colocarlo en el mapa sentimental de los aficionados. Más aún si le añadimos citas como el Rally Legend, el cual acaba de celebrar el pasado octubre una nueva edición. Aderezada por el fantástico ambiente creado por el público asistente – en el cual hubo no pocos aficionados del norte de España – , en esta prueba se dieron cita multitud de modelos para hacer del lugar un museo sobre ruedas. Además, los tramos de exhibición resultaron realmente espectaculares. Con los vehículos realizando constantes pasadas que, sumadas, significaron una excelente muestra sobre los históricos Grupos B y A. Puro espectáculo.
RALLY LEGEND 2022, AL SERVICIO DEL ESPECTÁCULO
Si eres un mitómano de los rallyes, sin duda el Rally Legend de San Marino es uno de esos lugares a los que tendrás que ir alguna vez en tu vida. Para empezar, en esta última edición se pudo ver en acción uno de los Lancia Delta HF Integrale Evoluzione del Grupo A. Concretamente la unidad utilizada por Carlos Sainz y Luis Moya, fácilmente reconocible gracias al patrocinio de Repsol. A todas luces, uno de los coches más queridos por la afición española. La cual pudo ver en 1993 cómo el piloto madrileño cambiaba de equipo tras no llegar un acuerdo con Toyota. Todo ello a pesar de las cuatro temporadas disputadas y los dos mundiales ganados con la marca japonesa.
Por cierto, siguiendo con la presencia ibérica en el Rally Legend, Gabi Reyes hizo las delicias del público gracias a su imponente R5 Turbo 2. Uno de los grandes mitos del Grupo B, dotado con una de las traseras más imponentes en el automovilismo de competición. Todo un placer verla derrapar bajo la dirección del gerundense. No obstante, yendo a un segmento menos prestacional destacó la presencia de Joan y Adelina Bassas con su FIAT Cinquecento Trofeo. Uno de los coches más simpáticos y encantadores del Grupo A. Responsable de llevar a sus últimas consecuencias todo lo plasmado en el Sporting de calle.
Con sólo 55CV, pero al tiempo aligerado hasta sus 710 kilos. Todo ello con un tamaño perfecto para negociar eficazmente los trazados más revirados. En suma, un coche con todo el encanto de lo que viene en pequeños frascos. Y vaya, siguiendo en esta línea vamos a redoblar la apuesta fijándonos en el Trabant que por allí apareció en claro contraste con los Lancia 037, Stratos o Delta S4. Un coche con más presencia en competición de lo que se pudiera pensar. Es más, en el Montecarlo de 1970 logró hacerse con la victoria en su clase.
Una curiosa hazaña que presentó al modelo y sus versiones RS más allá del Telón de Acero, catapultándolo a no pocas inscripciones en pruebas del Campeonato de Europa durante los años setenta. En fin, no todo puede – ni debe – ser la alta gama de la ingeniería. Sin embargo, no vamos a negarlo. Ver en acción alguno de los Ferrari 308 GTB preparados por Michelotto para los grupos 4 y B nos sigue pareciendo una maravillosa excentricidad. Eso sí, efectiva a pesar de todo. No en vano, en 1984 Antonio Zanini ganó el Campeonato de España de Rallyes con uno de estos cavallinos de tierra. Otro de los modelos por los que acudir al Rally Legends. Una de las mejores citas para contemplar en acción la historia de esta especialidad al volante.