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Rallyes en España, los Ferrari 308 Michelotto de Antonio Zanini en 1984

Nacidos a finales de los setenta por el afán del preparador Michelotto y la aprobación de la propia Ferrari, los 308 GTB del Grupo 4 son toda una rareza sobre tierra en la historia de una marca centrada en las carreras sobre asfalto. Además, una de las últimas páginas de gloria de estos Ferrari se vivió en España, con la victoria de Antonio Zanini en el Campeonato de España de Rallyes de 1984 a bordo no de uno, sino de dos de estos modelos.

Aunque Ferrari siempre ha sido una marca que ha optado por centralizar sus actividades deportivas dentro de la Scuderia, lo cierto es que también ha sabido externalizar en algunas ocasiones. En este sentido, lo primero y más recurrente es nombrar la prolífica relación entre Maranello y North American Racing Team. El equipo fundado en 1958 por Luigi Chinetti. Un viejo amigo de Enzo Ferrari. Quien además de ser importador de la marca en los Estados Unidos contribuyó a la aparición de algunos modelos de competición solicitados por él mismo. De hecho, posiblemente el ejemplo más llamativo de esta relación fuera el espectacular 512 BB/LM con el cual se planteó seriamente ganar las 24 Horas de Le Mans.

No obstante, existe otra empresa responsable de haber colaborado con Ferrari en la aparición de los que, aún a día de hoy, siguen siendo algunos de los “cavallinos” más extraños e inesperados de toda la historia. Nos referimos a Michelotto y sus 308 GTB del Grupo 4. Fundado en 1969, este concesionario y preparador de Padua tuvo a mediados de los setenta una de las ideas más imprevistas en toda la historia de Ferrari. Llevar a uno de estos deportivos nacidos por y para las pistas de asfalto a competir en las de tierra. Algo como si, en el mundo del ciclismo de carretera, Bianchi o De Rosa decidieran adecuar un modelo de contrareloj a sendas de barro y cantos.

Curiosamente, la idea no sentó del todo mal en la mente conservadora de Enzo Ferrari. Por ello, desde la factoría de Maranello se suministraron a Michelotto chasis y mecánicas de cara a la variante de rallyes del 308. Además, desde los talleres de Scaglietti llegaban las carrocerías en fibra de vidrio. Toda una rareza ya que sólo las en torno a 800 primeras unidades del 308 presentado en 1975 se realizaron en este material. Dejado de lado ante las críticas de clientes que consideraban poco profesional la utilización del mismo por parte de Ferrari. No obstante, en lo referido a competición la fibra de vidrio bajaba tanto la báscula que sin duda era mucho más preferible.

Un hecho que ayudaba a exprimir aún más la potencia del V8 con casi tres litros, alimentado en la mayoría de las unidades preparadas por Michelotto con un sistema de inyección Bosch. Además, las mejoras en suspensiones y barras estabilizadoras, refuerzo de los bajos, aumento de los pasos de rueda y nuevas llantas hizo del Ferrari 308 GTB Michelotto un excelente ejemplo de los Grupo 4. Así las cosas, todo estaba listo para saltar a la competición. Eso sí, el poderío de los coetáneos Lancia Stratos y FIAT 131 Abarth, así como la irrupción de los novedosos Audi Quattro no puso las cosas nada fácil a estos 308. Menos aún cuando, a pesar de contar con el apoyo oficial de Ferrari en la fase de fabricación, desde Maranello se lavaron las manos a la hora de dar cualquier apoyo en competición.

ANTONIO ZANINI APARECE EN ESCENA

A pesar de no ser unas máquinas recurrentemente victoriosas, los 308 Michelotto consiguieron ganar la Targa-Florio en 1981 y el Tour de Francia ese mismo así como en el siguiente. No obstante, la aparición en 1982 de los Grupo B dejó completamente de lado a estos modelos nacidos a finales de la década anterior. Y es que, al fin y al cabo, ya entrados en los ochenta ni la inyección ni la propulsión trasera tenían nada que hacer ante los poderosos motor turbo combinados con la tracción total. De hecho, la mejor prueba de ello fue el Lancia 037 y su título de constructores en el Campeonato Mundial de Rally de 1983. Todo un canto de cisne ante el poderío abrumador de los Audi Quattro proclamando a los cuatro vientos la llegada de una nueva era.

De todos modos, el Ferrari 308 Michelotto seguía siendo un muy buen coche. Especialmente para rallyes en los que hubiera una gran cantidad de tramos sobre asfalto. De esta manera, aún quedando fuera de las competiciones internacionales todavía se le seguía viendo en no pocas pruebas francesas e italianas. Países a los que se añadió España cuando el barcelonés Antonio Zanini lo escogió para correr el Campeonato de España de Rallyes de 1984. En activo desde 1970, antes de comenzar la temporada de 1984 su nombre estaba en lo más alto del automovilismo nacional habiendo logrado hasta la fecha siete veces el Campeonato de España de Rallyes. Además, en 1980 había ganado el europeo mientras que en 1983 logró subir al podio como tercer clasificado.

Todo ello pilotando coches tan icónicos como el Porsche 911 SC con el que ganó el Campeonato Europeo de Rallyes. El Talbot Lotus Sunbeam con el cual logró el español de 1982. O el FIAT 131 Abarth gracias al que llegó a lo más alto del campeonato nacional en 1978 y 1979 con el equipo SEAT Competición. De esta manera, resulta obvio comprender cómo Antonio Zanini es uno de los nombres más importantes en el automovilismo deportivo español. Más aún si tenemos en cuenta que, con su victoria en el Campeonato de España de Rallyes de 1984, Zanini legó hasta los ocho títulos siendo cinco de ellos consecutivos desde 1974 hasta 1978.

EL PROBLEMA DE LOS DOS FERRARI 308 MICHELOTTO

Llegados a este punto, todo debería ser de lo más normal. Antonio Zanini ha escogido un Ferrari 308 Michelotto, va a correr con él y gana así dos años antes de retirarse del campeonato nacional. Sin embargo, la complicación viene por el hecho de que la temporada de 1984 la corrió con dos de estos modelos. Eso sí, no simultáneamente. Por ello, de cara a poner orden en todo este entuerto lo mejor será empezar desde el principio. Después de haber seguido detalladamente el recorrido de cada número de chasis gracias a las clasificaciones oficiales y a los datos proporcionados por el especialista de Bonhams Philip Kantor.

Para empezar tenemos al primero de los dos Ferrari 308 Michelotto. Se trata del chasis número 24783. Traído a España por el importador barcelonés Fernando Serena. Y con el cual se debería haber disputado toda aquella temporada de 1984 desde el principio hasta el final. Llegados a este punto, Antonio Zanini acudió a Italia para recabar en los talleres de Michelotto las piezas necesarias para su conversión a las especificaciones del Grupo B. Tras esto, el montaje final se realizaría en los talleres de Serena. Sin embargo, los trabajos se demoraron tanto en el tiempo que aquel 308 Michelotto no estuvo listo para el inicio del campeonato el 17 de febrero en el Rally Costa Brava.

Así las cosas, Zanini no pudo competir en la primera prueba. Y es más, dado que el trabajo en el taller iba para largo la salida en la segunda también corría peligro. Por ello, entró en conversaciones con el equipo italiano Pro Motor Sport de cara a alquilar uno de sus 308 Michelotto. Y lo logró. Así, el 17 de marzo consiguió estar en la línea de salida del Rallye Costa Blanca logrando la segunda posición con este Ferrari curiosamente pintado en blanco y con número de chasis 18869. Muy reconocible gracias a la publicidad de Saba y Martini. Tras esto, el coche se desplazó a Italia junto al propio Zanini para correr la Targa-Florio de aquel año quedando tercero.

Pocos días después, ya estaban de regreso en España para tomar la salida del Montseny el 7 de abril. Lo ganaron sumando así su primera victoria a pesar de haber comenzado sin puntuar en la primera prueba. Y bueno, a partir de ahí el Ferrari de Zanini se hizo con el Rally Sierra Morena. El Villa de Madrid. El Gran Premio Caja de Ahorros. Y el Vasco-Navarro. Más allá de estas victorias, se experimentaron dos abandonos consecutivos por roturas en el alternador y el cardán de un eje respectivamente. No obstante, los puntos ya daban a Antonio Zanini y a su Ferrari 308 Michelotto el Campeonato de España de Rallyes de aquel 1984.

De todos modos, revisando fotos de aquella temporada suele surgir una pregunta recurrente. ¿Cómo es posible que en las más de las carreras el coche fuera blanco y, de repente, fuera rojo en las últimas? La respuesta no está en una mano de pintura rápida e inesperada. Sino en que antes de acabar la temporada, al fin el 308 Michelotto importado por Serena y con el cual iba a correr Zanini estuvo listo. Por ello, el alquilado a Pro Motor Sport fue devuelto a Italia. Acabando la temporada con el que debería haber sido primer y único coche. Marcado con el número de chasis 24783 gracias al cual ganó el Rallye de Osona cosechando otro rallye más en aquel 1984 tan victorioso para Antonio Zanini y su copiloto Josep Autet. Sin duda una de las mejores historia de Ferrari en relación con España.

Imágenes: Bonhams / RM Sotheby’s

P.D. Según informaciones relativas al historial del modelo con chasis 18869, parece ser que esta es una de las cuatro unidades que fueron adaptadas a las especificaciones del Grupo B. Y es que, recordemos, los 308 Michelotto nacen para ser homologados en el anterior Grupo 4.

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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