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Renault 18 GTS, orgullo palentino

En 1978, echaba a andar la producción en la nueva factoría de FASA instalada en Villamuriel de Cerrato. La pieza clave fue el Renault 18, cuya versión GTS llegó a ser el tope de gama para la empresa durante ocho años.

Las historias de FASA y SEAT corren parejas. Para empezar, se fundaron con tan sólo unos meses de diferencia y, además, de no ser por la decisiva intervención de Vittorio Valletta -a la sazón presidente de FIAT- posiblemente ambas hubieran compartido ubicaciones muy cercanas en Castilla. Sea como fuese, lo cierto es que mientras la marca estatal dependiente del INI iniciaba sus actividades en la zona franca barcelonesa, la FASA echaba a andar en Valladolid gracias al 4CV.

A partir de aquí la producción en ambas factorías vivió un crecimiento espectacular. Especialmente durante los años sesenta, cuando la expansión del consumo entre las clases populares provocó la motorización masiva del país con modelos como el 600 o, no menos importante, las furgonetas J4 ensambladas por SAVA en Valladolid. Dicho sea de paso, muy cerca de las instalaciones de la FASA.

Instalaciones que, ya en los años setenta, se quedaban pequeñas ante una producción capaz de pugnar con SEAT por el puesto preferente en el mercado local. Y sí, así ocurrió. De hecho, en 1980 los Renault producidos por FASA se convirtieron en los automóviles con producción española más vendidos, superando por primera vez a la hasta entonces incontestable SEAT. Una situación que, en gran medida, fue posible gracias a la creación de la planta palentina de Villamuriel de Cerrato.

Ya planteada en 1974 -año en el que FASA adquirió los primeros terrenos en la localidad-, ésta no sólo se instaló allí por la cercanía con las instalaciones de Valladolid, sino también por unas excelentes comunicaciones ferroviarias capaces de conectar a la fábrica con la frontera francesa. Algo esencial pues, no en vano, incluso casi tres décadas después de su fundación la FASA seguía recibiendo de la Renault francesa muchas de las piezas clave para sus mecánicas.

RENAULT 18 GTS, EL ESTANDARTE DE LA PRODUCCIÓN EN VILLAMURIEL DE CERRATO

Ahora, dicho esto resulta natural preguntarse qué modelo fue el más simbólico para dicho proceso. Algo a lo cual nos da respuesta el Renault 18 y, más en concreto, su versión GTS. Para empezar, la llegada al mercado de este tres volúmenes llamado a sustituir al R12 se dio en 1978. Precisamente el mismo año en el cual comenzaba la producción en la nueva planta de la FASA instalada en la provincia de Palencia.

Es más, fue ésta la encargada de ensamblar a dicho modelo, el cual ocupó la mayor parte de las actividades dadas en Villamuriel de Cerrato. Pensado como una apuesta sólida y equilibrada para lo que hoy en día denominaríamos segmento D, el Renault 18 estuvo en el mercado español durante ocho años siendo la transición necesaria entre el exitoso R12 y el mucho más moderno R21. Eso sí, no por ello careció de personalidad o entidad propia.

Lejos de ello -y aún contando con muchos elementos ya presentes en su antecesor- nuestro protagonista presentó una carrocería monocasco autoportante con formas serenas y clásicas donde, además, se citaba un buen espacio para el habitáculo junto a una depurada aerodinámica. Gracias a ello, incluso siendo una berlina amplia perfecta para viajes con ambiciones en el kilometraje, su consumo no era especialmente alto.

Es más, se encontraba entre los mejores de la categoría relativa a los modelos con tres volúmenes y motor de más o menos 1.6 litros. Un hecho al que también contribuía su ligereza pues, consultando fichas técnicas de la época, podemos comprobar cómo el Renault 18 GTS dejaba en báscula tan sólo 940 kilos a pesar de ser la opción más potente y mejor equipada en la gama.

MECÁNICA SOBRIA Y FIABLE

Respecto al motor, su novedoso bloque en aluminio inyectado aportaba excelentes cualidades no sólo en materia de ligereza sino también de control térmico. Así las cosas, la mecánica con cuatro cilindros, árbol de levas lateral, 1.647 centímetros cúbicos y 83 CV daba la potencia necesaria para lograr un comportamiento rutero, elástico y sencillo.

De hecho, tan sólo modificando la carburación este motor podía rendir mucho más aunque, como es lógico pensar, un desempeño deportivo no estaba en absoluto entre los términos presentados por el pliego de condiciones sobre el cual se diseñó el Renault 18.

Además, para jugar un poco en este sentido ya habría de llegar -en 1982- la versión Turbo; la cual, por cierto, sería pionera en materia de turbocompresión para automóviles turismo fabricados en España.

En suma, vista con perspectiva la versión GTS se presentó como una alternativa eficaz al SEAT 131 Supermiriafori; especialmente si se buscaba un buen nivel de confort, acabados y consumos. Todo ello incluido dentro del éxito general representado por el Renault 18 en nuestro país, donde la FASA llegó a producir más de 250.000 unidades.

P.D. Al igual que pasara con SEAT respecto a su fabricación bajo licencia de modelos Fiat, en FASA también se incluían algunas particularidades respecto a los modelos franceses. En el caso del Renault 18 GTS fue la caja de cambios con cuatro velocidades entre 1978 y 1980. Tras ésta, se incorporaría una con cinco al igual que en Francia.

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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