Javi Martín
Amigos puristas, fanáticos de lo viejo y lo añejo, defensores de los coches clásicos a ultranza, no sigáis leyendo. A partir de ahora, vamos a enseñarte lo que, quizá, sea para muchos uno de los mayores sacrilegios de los últimos años. Es cierto que para muchos otros, viendo el panorama que nos espera de aquí a poco más de una década, vean en esta creación un poco de cordura o, al menos, un atisbo de la pasión que falta en muchos automóviles. Nunca llueve a gusto de todos, pero como se suele decir, el que avisa no es traidor.
No podemos negar, porque sería ilógico, que estamos ante un sueño para muchos usuarios y ante una creación realmente espectacular. Pero el caso es que se han decantado por hacer un restomod del Renault 5 Turbo, del famoso “Culo gordo”, un coche que parece intocable por su misticismo, aunque muchos aficionados con uno en su garaje lo hayan convertido en una bomba atómica con diferentes kit de preparación.
Sin embargo, un restomod es algo más delicado, porque se trata de modernizar, hasta cierto punto, un coche que, quizá, no lo necesite. Además, ¿hasta donde llega un restomod y donde empieza una fabricación desde cero? ¿Dónde está el límite? Porque en el caso que nos ocupa, cuyo nombre responde a Renault 5 Turbo3, las cosas van muy, muy lejos. A simple vista parece un Renault 5 Turbo normal, con algún detalle más moderno y actual, pero un “Culo gordo” al fin y al cabo, pero si analizamos en detalle la máquina, veremos que hay un cambio lo suficientemente importante como para considerarlo algo más que un restomod.
Fibra de carbono, mayor ancho de vías…
Hay que reconocer que nos gustan los restomod, sobre todo lo que se hacen con gusto y con calidad, coches como los que salen de los talleres de Emory, Singer, Eagle, Alfaholics… son clásicos llevados a la enésima potencia, mejorados donde hay que mejorar pero, sobre todo, sin perder la esencia del modelo original. Muchas veces, las creaciones de estas empresas podrían considerarse coches totalmente nuevos, pero eso está en las manos de cada cliente, pues se puede llegar al extremo o simplemente cambiar “cuatro cosas”.
Con el Renault 5 Turbo que nos ocupa, obra de la empresa francesa Legende Automobiles, se llega al extremo, cambiando muchísimas cosas. Pero antes de proseguir, recordar algunas características del modelo original, para poder comparar con cierta base. Así, por ejemplo, el motor trasero-central era un cuatro cilindros turbo con 1,4 litros (1.397 centímetros cúbicos para ser más exactos) que rendía 160 CV a 6.000 rpm y 221 Nm de par a 3.250 rpm. Cifras que cualquier automóvil supera con crecer a día de hoy, pero que en la década de los 80 eran una barbaridad para un coche así. Los ensanches de la carrocería estaban realizados en poliester, con entradas de aire para surtir de aire al propulsor y cosas como las puertas, el techo o el portón trasero se fabricaron con aluminio.
El peso era el principal enemigo, como ocurre siempre con cualquier versión deportiva. Y por eso, en Legende Automobiles se han decantado por realizar una carrocería con fibra de carbono. Además, sus cotas son diferentes, ya que se ha ampliado la anchura para poder acoger ruedas más grandes. Se han cuidado las proporciones para mantener la coherencia en el diseño y la imagen clásica del modelo original.
Dichas ruedas cuentan con nuevas llantas con 16 pulgadas delante y 17 pulgadas detrás (estas últimas con mucha garganta), se han incorporado faros con tecnología LED y un llamativo diseño interior, los pilotos traseros están partidos por la salida de aire y no se parecen en nada a los originales, el paragolpes delantero es nuevo y en el trasero se ha integrado un pequeño difusor con dos grandes terminales de escape. No es feo, no mucho menos, y se sigue reconociendo como un Renault 5 Turbo desde cualquier ángulo, pero si es cierto que hay algo diferente en todo el conjunto, sobre todo si lo miramos de frente.
Un habitáculo digitalizado y más potencia
Posiblemente, la parte que más discusión creará será con el interior, donde se mantienen algunos rasgos del original, pero cambia notablemente. Mucho más que su imagen exterior. El volante, sin airbag, está claramente inspirado en los volante que tenían algunos modelos Turbo de Renault en los 80, pero ni siquiera es circular. Tras ese volante, una enorme pantalla hace las veces de instrumentación y se puede apreciar cómo han desaparecido la mayor de los botones físicos, aunque ciertamente, el Renault 5 Turbo original tampoco tenía muchos. Al menos se han mantenido los mandos giratorios para el sistema de calefacción, que para la ocasión, es un climatizador de última generación.
Los paneles de las puertas son nuevos, los asientos, aunque pretenden ofrecer una imagen similar a los originales, son totalmente nuevos, ultra delgados y más ergonómicos que los originales. Igualmente, se puede apreciar una jaula antivuelco que asegura la rigidez estructural.
Y en cuanto al corazón de la bestia, no sabemos gran cosa, este Renault 5 Turbo3 es todavía un proyecto que ni siquiera tiene unidades físicas del coche, sólo son creaciones digitales del diseñador Steffen Hess. Sin embargo, sí podemos asegurar que tendrá un motor de combustión interna (nada de electricidad, como se ha puesto de moda) y contará con sobrealimentación por turbo (faltaría… ). Se dice que la potencia rondará los 400 CV, pero son rumores y del dicho al hecho, como ya se sabe, hay un trecho. Al menos contará con una caja de cambios manual, con tres pedales. Por otro lado, las suspensiones estarán inspiradas en las montadas en el Renault 5 Maxi Turbo.
No hay fechas de lanzamiento, ni precios, quizá ni siquiera llegue a fabricarse nunca.
