1950 fue un año especialmente emblemático para el automovilismo italiano. No en vano, tras un lustro de posguerra éste al fin encauzaba su futuro gracias a la presentación de dos modelos. El Alfa Romeo 1900 y el FIAT 1400. Aparentemente distantes aunque, en verdad, similares tanto en sus planteamientos como en sus fines comerciales. Respecto a lo primero, ambos eran los primeros diseños con chasis monocasco para sus respectivas marcas. Además, sus líneas ya integraban los pasos de rueda en el volumen global de la carrocería. Todo un soltar amarras respecto a los cánones previos a la Segunda Guerra Mundial, luciendo también una cierta influencia americana gracias al uso de los detalles cromados.
Asimismo, en referencia a su proyecciones comerciales tanto el 1400 como el 1900 buscaron ser masivos. Especialmente el segundo, siendo el primer modelo de Alfa Romeo fabricado con métodos regidos por la producción en cadena. Así las cosas, el automovilismo italiano volvía a sacar músculo tras la destrucción bélica gracias a estos dos diseños. Perfectos para los sectores más pujantes de las nuevas clases medias así como para no pocas administraciones públicas. Sin duda, un excelente prólogo a la motorización masiva del país. Llevada a cabo unos años más tarde con los FIAT 500 y 600. Símbolos del acceso al consumo de masas como en España fue, sin ir más lejos, el SEAT 600.
Y es que, llegados a este punto, resulta interesante comprobar la gran relación establecida entre las industrias automotrices españolas e italianas. De hecho, al poco de empezar los años cincuenta ya se habían fundado Motor Italia, Moto-Guzzi Hispania, Mototrans, Avello, Motovespa, Moto Scooter y Lambretta Locomociones. Todas ellas dedicadas a la fabricación de motocicletas italianas bajo licencias de ISO, Moto-Guzzi, Ducati, MV Agusta, Piaggio, Rondine y Lambretta respectivamente. Un proceso realmente prolífico que, en el plano automovilístico, encontró el pleno respaldo del estado al fundarse SEAT en 1950.
Creada por el Instituto Nacional de Industria sobre las ruinas de la antigua Hispano-Suiza, SEAT buscó motorizar a la población mientras la ENASA y sus camiones Pegaso lideraban todo lo relativo a los vehículos industriales. Llegados a este punto, la alianza con FIAT en calidad de socio tecnológico fue lo más razonable. No en vano, ésta buscaba en Italia lo mismo que SEAT en España. Con todo ello, en 1953 al fin salía al mercado el primer fruto de aquella unión. Se trataba del SEAT 1400. Creado a imagen y semejanza de su homólogo en FIAT aunque, en un cierto alarde de autonomía, SEAT colaboró con Carrocerías Pullman de cara a lanzar los descapotables Sport moldeados por Pedro Serra.
SEAT 1400 AMBULANCIA, UNA MAGNÍFICA RESTAURACIÓN
Con el SEAT 1400 en los concesionarios, se daba una paradoja muy similar a la producida en Italia. Y es que, incluso siendo un vehículo destinado a la producción masiva, éste resultaba inalcanzable para la mayoría social. Aún constreñida en un nivel de consumo donde, los más, resolvían sus necesidades de movilidad mediante velomotores, ciclomotores o motocicletas turismo. De hecho, siquiera en el ámbito industrial se había llegado a la popularización de la furgoneta. Inalcanzable hasta la llegada de la Citroën AZU fabricada en Vigo. Principal responsable en la desaparición de los populares motocarros ya en los años sesenta.
Con todo ello, hasta la llegada del 600 en 1957, SEAT no logró popularizar su gama en la España del momento. Algo que nos lleva a plantearnos una pregunta recurrente. ¿A quién se vendía el SEAT 1400? Bueno, para empezar, lo cierto es que en España las clases acomodadas aún no estaban tan extendidas como en Italia. De esta manera, el espectro comercial se reducía aunque, evidentemente, no quedaba en la inexistencia. Es más, debido a su fiabilidad y presencia, el SEAT 1400 fue ideal para su uso en el parque móvil del estado.
Gracias a ello, desde 1953 este modelo abundó en las puertas de ministerios, direcciones generales y administraciones públicas de todo tipo. Además, en base a su generoso habitáculo también fue especialmente popular en las flotas de taxis hasta su paulatina sustitución por el 1500 ya en los años sesenta. Justo lo mismo que ocurrió en el sector de las ambulancias, donde el SEAT 1400 llegó a ser bastante recurrente gracias a las transformaciones que de él se hacían sobre sus versiones comerciales “furgoneta cerrada”. Ofrecidas por la propia SEAT con doble puerta en la trasera para acceder cómodamente al habitáculo.
No obstante, a pesar de la importancia de aquellas ambulancias en el día a día de la población, casi todas corrieron la misma suerte que otros vehículos industriales no valorados en su momento. Es decir, el desguace y su definitiva desaparición. Sin embargo, por fortuna quedan coleccionistas que sí saben valorar el encanto de estos vehículos. Gracias a ello, SEAT en Rodaje rescató en León una desvencijada ambulancia SEAT 1400B durante el verano del 2016. Necesitada de una profunda y completa restauración, en ella se invirtieron dos años de trabajo hasta dejarla en el magnífico estado que luce hoy en día.
Sólo en el motor se invirtieron ocho meses y, además, estaban todos los detalles relativos a su uso médico. No sólo los interiores como la camilla o las cortinillas, sino también los exteriores. Entre ellos, destacando de forma clara, la sirena. Completamente operativa tanto en luz como en sonido. Y es que SEAT en Rodaje no ha dejado ni un detalle al azar en esta restauración, trabajando con talleres especializados para lograr así el mejor resultado. De hecho, se trata de la única ambulancia SEAT 1400 conservada actualmente. En fin, quien sabe si algún almacén perdido nos deparará alguna sorpresa en algún momento.
Fotografías: SEAT en Rodaje