El pasado marzo la Federación Internacional de los Vehículos Antiguos -FIVA- anunció el lanzamiento de su segunda investigación sobre el impacto socio-económico del vehículo antiguo en Europa. Se trataba de una macroencuesta en la que se pedía la colaboración de toda la afición continental y gracias a la cual posteriormente se procesarían los datos recopilados y se extraerían importantes conclusiones.
Así pues, FIVA, a través de las distintas delegaciones nacionales -como es el caso de la FEVA española-, puso a disposición de los propietarios de vehículos antiguos, clubes de aficionados y empresas del sector de quince países, entre ellos España, los cuestionarios que permitirían valorar en su justa medida la importancia actual de los actores involucrados en la afición europea por los vehículos clásicos.
A principios de mes FEVA ha dado a conocer la primera batería de resultados de este estudio, recopilados en un informe de nada más y nada menos que 220 páginas y una apariencia de profesionalidad insuperable. Invitamos a nuestros lectores a consultarlo haciendo click aquí, no sin antes avisarles de que, de momento, tan sólo está en inglés. Por nuestra parte, lo leeremos con detenimiento para en unos días intentar exponer sus principales conclusiones, en especial las nacionales.
Savia actualizada
Los datos recopilados son el combustible que necesita la FIVA para continuar su trabajo en favor del vehículo antiguo en Bruselas; FEVA también los necesita, porque es nuestro interlocutor de cara a las autoridades nacionales, y la verdad es que ambas organizaciones van a contar con un buen arsenal de argumentos en el desempeño de sus funciones. Hay una importante cantidad de reglamentos de la Unión Europea en cartera que van a crear nuevos desafíos, especialmente para la circulación de vehículos históricos por las vías públicas.
La primera investigación de FIVA fue realizada en 2004/2005 y su informe ha resultado de extraordinaria utilidad para conocer el perfil de aficionados y profesionales -necesidades, inquietudes, preferencias, entre otros- y probar la trascendencia cultural, social y económica del movimiento europeo a favor del vehículo antiguo.
Desde entonces, dicho informe ha pasado por las manos de miles de personas responsables de tomar las decisiones políticas que afectan a nuestros preciados vehículos de época a todos los niveles, desde el local hasta el supranacional, convirtiéndose así en la herramienta fundamental de que disponemos para su defensa y el mantenimiento de su libre circulación por las ciudades y carreteras de todo el mundo. No esperamos menos de este segundo estudio.