TEXTO: JAVIER ROMAGOSA / FOTOS: RETROMOVIL
Nada más entrar a Retromóvil Madrid nos recibía un Ferrari F40. Sin duda una de las grandes atracciones de la feria, que arremolionó a su alrededor durante todo el fin de semana a torrentes de público. Para deleite de los asistentes, lo arrancaban de vez en cuando y aquello sonaba sencillamente a música celestial.
Lo acompañaban un 365 GT 2+2 y un 512 TR, clásicos nada desdeñables. Pero detrás de este mar de rojo se encontraba el verdadero plato fuerte del salón a nivel expositivo: El Concurso de Elegancia. En el mismo se podía disfrutar de coches y motos, estas últimas novedad. De entre los automóviles vale la pena destacar el cyclecar Salvador de 1914, David perfeccionado entre otras cosas sin cambio ‘automático’. Según tengo entendido es único.
También merece ser destacado el majestuoso Mercedes 340 de los años 30, con esa bonita trasera y esa altura que son sus señas de identidad. Un poco más allá, un Ford T Speedster tenía sin duda su magia, lo mismo que el Aston-Martin DB4 GT Zagato réplica. Sí, era una recreación sobre base original, y con un aspecto imponente.
Cruzando el pasillo se encontraban un Mercedes Pagoda y un BMW Alpina B7 Turbo, pieza esta última realmente rara. Si no recuerdo mal, se trata del coche con el que el preparador alemán se convirtió más bien en fabricante. Alpina hizo lo que casi todos hubieramos querido hacer: Acoplar un turbo a esa magnífica mecánica de 6 cilindros.
A continuación, estaba expuesto un precioso Maserati Sebring, en un color igualmente llamativo. Le escoltaban un Maserati Bora y un 911 Turbo Slant Nose original. Finalmente, un Alfa-Romeo SZ lucía sus polémicas líneas tras los Corvette C8, Ferrari Laferrari y Aston-Martin DBS Superleggera modernos que le precedían.
Novedad motera en Retromóvil
En realidad, la categoría de motos contaba con participantes quizá no con tanta presencia como sus hermanos de cuatro ruedas pero sí más singulares. De entre todas, el prototipo Bultaco Montjuich era francamente impresionante, como también lo era la Bultaco Mymsa hecha para los hermanos Bultó, la reconstrucción de la Roper de vapor (¡!), la Henderson Four, la Indian Little Twin o la Lambretta Patinete, entre otras. En stands de clubes y revistas había más piezones, como una BMW 500 Rennsport réplica o una Royal con sidecar deliciosa.
A la izquierda del concurso se encontraba el stand de Catawiki. De entre todo lo que la casa de subastas había desplegado (Cadillac ex- Franco, Porsche 356A, Packard, entre otros) personalmente yo me quedaría con el Lamborghini Urraco. Matrícula española, con una restauración que ha tenido el buen tino de dejar los interiores originales como estaban. Realmente, daban ganas de ponerse al volante. O también con un Innocenti Mini que tan sólo tenía 35 kilómetros.
Aniversarios con desfile de moda vintage
Al otro lado del pabellón habitaba un Alfa-Romeo Giulietta SS, y casi casi enfrente de él, un Dino 246 GT y un Fiat 508 de preguerra con carrocería deportiva. Estos dos últimos pertenecían a la zona de compra-venta entre particulares, que se encontraba dividida entre la entrada y el final de Retromóvil Madrid.
En el centro dominaba la Fundación Barreiros, que montó un espacio para conmemorar el centenario de su mítico fundador. No os ocultaré que me hubiera gustado ver más coches (y sobre todo algún camión), aunque esta pequeña falta quedó compensada de alguna manera el sábado por la mañana en el aparcamiento para clásicos.
Y es que había programada una reunión especial made in Villaverde. Talbot-Simca, Dart y 3700 GT, Simca 1000, un placer ver tantos bajo el cielo gris. Aunque si de cantidad se trata fueron los Miata los que se llevaron el gato al agua: Nada más y nada menos que alrededor de 80 unidades se dieron cita allí. El revitalizador del concepto de roadster asequible fue festejado así, además de con un pequeño espacio oficial en el interior.
Por su parte, el Club Seat 124, 1430 y 124 Sport no defraudó por los 50 años de su coupe deportivo. Si bien se reunieron en el aparcamiento, el acento lo pusieron en el interior: Un magnífico stand reunió unos 10 coches que alumbraron un estupendo desfile de moda vintage. Mi más sincera enhorabuena a los organizadores, fue todo un espectáculo.
Volviendo a Barreiros, a su lado estaba el espacio de Good Old Times, empresa portuguesa que trajo, entre otros, una parejita de Renault 5 Turbo bastante aparente. Por su parte, AutoStorica alojaba dos 911 pre73 en perfectísimo estado de revista y una réplica de Cobra que todavía no conocía: Una Southern Roadcraft. Si recordáis, los chicos de SR despertaron la ira de Ferrari a finales de los años 80 con estupendas réplicas de Daytona con mecánicas Chevy V8.
Perdido en la zona automobilia
A partir de aquí acababa la moqueta y empezaba la grasa. Y los libros y las revistas. Y los recambios y un largo etc. Lo que se conoce como la zona de automobilia que hace las delicias de los cazadores de repuesto, de números atrasados de publicaciones, de miniaturas; en definitiva, de objetos diversos relacionados con nuestra afición presentados en un popurrí irrechazable.
Personalmente, creo que había de todo y en una cantidad aceptable. Si acaso eché de menos algunas motos más, así amontanadas. Las había, como por ejemplo una Indian de carreras anterior a 1920, o una Bultaco Metisse. Y bueno, derrepente aparecían por allí aparcados como si fueran cualquier cosa un Ferrari Testarossa, un Porsche 928 y un Marcos GT. La verdad es que tenía gracia, uno podía perderse curioseando.
Al final del pabellón, las zonas de clubes y el grueso de la de compra-venta entre particulares. Aunque había algún club más próximo a la entrada, como el TR Register o el Club Alfa Romeo España, la mayoría estaba aquí: Opel, Ford Capri, Fiesta, Renault 4/4, Seat 600, Lancia… Por otro lado, como véis, en la zona de compraventa había diversidad. También algún que otro precio por las nubes, aunque fuese defendido por los vendedores. Me encantó un Renault de 1917 y un Fiat 130 Coupe. También un Fiat Dino, un Porsche 912, un Chrysler 180 y una furgo Avia.
Finalmente, decir que Eventos del Motor, empresa organizadora de Retromóvil Madrid, asegura haber superado el listón de los 30.000 asistentes. Lo cierto es que durante el sábado y el domingo hubo una cantidad de púlico considerable, ¡enhorabuena! Y también que esos mismos visitantes pueden dejar sus impresiones sobre el salón en los comentarios de debajo. No voy a ser yo el único que diga la mía! 😉