¿Conoces la película “El lobo de Wall Street” –el título original, curiosamente, es el mismo: The Wolf of Wall Street–? Un largometraje dirigido por Martin Scorsese de tipo comedia negra criminal, donde Leonardo di Caprio es el protagonista principal al interpretar a Jordan Belfort, un agente de bolsa en la ciudad de Nueva York, quien se dejó tentar por el dinero fácil gracias al fraude y la corrupción. Es un film interesante y entretenido, pero con el típico carácter de Scorsese, que no gusta a todo el mundo.
Esta película, además de recibir una buena crítica, también se hizo famosa entre los fanáticos del automóvil, porque en una de las escenas, Di Caprio, bajo el papel de Belfort, destroza un Lamborghini Countach 25 aniversario al ponerse al volante bajo los efectos de las drogas. Todos los amantes de este tipo de coches nos tiramos de los pelos, aunque también nos relajamos porque sabíamos que nadie en su sano juicio destrizaría un Countach 25 Aniversario para una escena en una película.
Hasta que se conoció que, en realidad, sí era un auténtico Lamborghini Countach 25 Aniversario porque Scorsese quería el máximo realismo, y una maqueta no reproducía los daños fielmente… Un auténtico disparate, y no solo porque sea el canto del cisne de un modelo mítico, es que solo llegaron 23 unidades a Estados Unidos con aquel paragolpes delantero tan espantoso –obligado por la normativa estadounidense–.
Aquel Lamborghini Countach 25 Aniversario desapareció de la faz de la tierra, nadie sabe nada de él ni se ha dejado ver nuevamente, ya sea restaurado o en el mismo estado tras la grabación. No obstante, resulta que durante la grabación de la película se usaron dos unidades, ambas Countach 25 Aniversario de color blanco –lógicamente– y el segundo ejemplar, totalmente inmaculado, sí está totalmente controlado.
Es más, saldrá a la venta a finales de 2023, el 8 de diciembre, a través de la casa de subastas RM Sotheby’s. Se espera que la unidad supere el millón y medio de dólares. Como dato interesante, desde RM Sotheby’s afirman que la unidad usada para la grabación de la fatídica escena se guarda tal y como acabó el rodaje.
Respecto a la unidad que subastará RM Sotheby’s, está matriculada en 1989 y es una de las 12 unidades que se vendieron en color Bianco Polo. Tiene número de chasis KLA12722 y busca representar el mismo modelo que se compró Jordan Belfort en la vida real, la “adquisición definitiva” para el “lobo” financiero de Wall Street.
La edición 25 Aniversario fue la última lanzada sobre la base del Lamborghini Countach y, curiosamente, es el que menos suele gustar a los puristas porque es el menos fiel a la filosofía original del modelo. Hay que tener en cuenta que Chrysler se había hecho con el control de la marca en 1987 -justo un año antes del lanzamiento del Countach 25 Aniversario- y no tardaron en lanzar diferentes versiones y modelos para comenzar a rentabilizar la marca.
Una de las primeras acciones fue esta edición especial, la cual, fue diseñada por Horacio Pagani, quien confesó cuando se le preguntó por el coche que su misión eran modernizar la imagen para intentar que se vendiera mejor. Por su parte, Balboni, el famoso probador de la marca, llegó a comentar que el coche estaba pensado para los americanos; por eso se colocaron mejores asientos, aire acondicionado más potente, mejor insonorización y elevalunas eléctricos, elementos que hicieron aumentar el peso del conjunto. Un dato interesante, pues de los 667 ejemplares que se vendieron, solo 23 llegaron a Estados Unidos.
El motor, colocado tras los asientos y justo delante de las ruedas traseras, era un V12 de cinco litros capaz de alcanzar las 7.200 revoluciones, aunque antes de llegar ahí se alcanzan los 455 CV que anunciaba la marca en su momento –a 7.000 revoluciones, justamente– y los 500 Nm de par.
Un motor que según Balboni, podría haberse “apretado” un poco más, pero tanto el bastidor, en general, estaba al límite de su desarrollo. Aun así, era un coche rápido, como cabría esperar, con un 0 a 100 km/h en cinco segundos, al tiempo que completaba los 400 metros con salida parada en 12,9 segundos y los 1.000 metros con salida parada en 23 segundos.
Fotografía: RM Sotheby’s